Apoyo a productos no tradicionales
La zona sur posee muchos recursos naturales que deben ser aprovechados y cultivados, para generar fondos a miles de familias y pequeños campesinos. La mora, murtilla, maqui, rosa mosqueta y otros deben ocupar un lugar de privilegio en el espectro productivo de la Región.
Tradicionalmente en los campos de la zona sur se ha observado la presencia de una serie de productos frutícolas que estuvieron desaprovechados, salvo un uso familiar reducido, pero que hoy son motivo de mucho interés y que han entrado a formar parte del movimiento comercial de la
Región, creando fuentes de trabajo y emprendimiento para miles de familias.
Hoy se les denomina "rubros emergentes" y en torno a ello se construyen alianzas productivas,
como diversos convenios de cooperación entre instituciones del estado, organizaciones, emprendedores e incluso casas de estudio. Qué duda cabe de que se trata de iniciativas visionarias, que pudieron ser puestas en marcha hace muchos años.
Estos "rubros emergentes" son variados, entre ellos las frutas hasta ahora silvestres y en torno a las cuales se ha generado investigación y experimentación para hacerlas cultivables, como ocurre con la mora, la rosa mosqueta y la inigualable murtilla. En la Patagonia se suma el calafate, toda una atracción con múltiples usos. En algunos hogares campesinos se les utilizó para elaborar mermeladas o jugos concentrados; en la época para los exquisitos kuchenes. Más allá de eso, y la venta en ciudades aledañas, no hubo emprendimientos ni apoyos mayores, como lo son hoy el cultivo domesticado, en parte gracias a la investigación de universidades e instituciones ligadas al agro (Minagri).
La rosa mosqueta ha tenido en el Biobío un aprovechamiento industrial exportador de peso, tras
los estudios en los años 70 de la Corporación Industrial para el Desarrollo en la Región del Biobío -
Cidere-, pero de ahí hacia el sur- la presencia de algún poder comprador, nada se hizo al respecto.
Por fortuna hoy existe una nueva visión y se debe trabajar aceleradamente para recuperar el tiempo perdido y generar progreso real para sus gentes campesinas. Esto debe incluir frutos, hojas, hongos, hierbas, etcétera, como otras manifestaciones del emprendimiento con recursos que están a la mano.