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El día en que los errores de Polic cambiaron el destino del Provi

SUDAMERICANA 2003. El equipo taurino recibiría unos 70 millones de pesos por clasificar e iba a enfrentar a Cienciano de Cuzco, por lo que los ingresos por borderó iban a aumentar.
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Una de las historias más tristes para Provincial Osorno y oscura para el arbitraje nacional ocurrió en el estadio Parque Schott la noche del 2 de septiembre de 2003, cuando se enfrentaron en el duelo de vuelta de la etapa clasificatoria de la Copa Sudamericana, entre Provincial Osorno y Universidad Católica.

El equipo osornino en el duelo de ida venció por 1 a 0 a los cruzados dirigidos por Oscar Meneses, pero en el pleito de vuelta llegó la desgracia para los pupilos del argentino Claudio Nigretti.

El partido comenzó bien para los locales, quienes a los diez minutos abrieron la cuenta por intermedio del "Guerrillero" Alejandro Naif.

Sin embargo, el árbitro Patricio Polic a los 35' inventaría un penal a favor de los cruzados, transformado en gol por Esteban Valencia, para que seis minutos más tarde, Iván Vásquez, sellara el resultado final a los 42' con un 2 a 1.

Aun así, Alejandro Figueroa volvió a anotar a favor de Provincial Osorno mediante un gol olímpico, pero Polic y sus asistentes desestimaron validar la conquista. Para ponerlo más difícil, los Toros quedarían con 10 hombres tras una expulsión.

Y en la ronda de penales, Polic repitió el penal del delantero cruzado Sergio Gioino que había contenido Waldemar Méndez, aduciendo que se había adelantado, pero esta vez el mismo ariete convirtió.

Finalmente, el duelo quedó a favor de Universidad Católica por 5 a 3 en penales, logrando acceder a la siguiente etapa y dejando a los Toros con una ira que se mostró en cancha y que fue vista para toda Sudamérica por el canal Fox Sports.

No se olvida

Hace unas semanas el árbitro nacional anunció que dejaba el referato, reconociendo que su máximo error había sido el cometido aquella noche del 2 de septiembre en el estadio Parque Schott.

Sin embargo, Polic, quien incluso fue llevado a la justicia ordinaria dado el "papelón" que protagonizó en Osorno, nunca pidió perdón a los miles de hinchas locales y a la familia del fútbol, debido al escándalo deportivo.

La Confederación Sudamericana de Fútbol lo sancionó en aquella ocasión con 8 meses de castigo sin dirigir un duelo internacional y en Osorno se interpuso una demanda que encabezó el diputado Javier Hernández, en el Segundo Juzgado del Crimen de la ciudad, bajo el delito de estafa residual, por el perjuicio económico en contra del club.

Los errores de Polic cambiaron el destino del club, porque de no haber intervenido con sus errores referiles, quizás la historia sería distinta.

El equipo recibiría unos 70 millones de pesos si lograba clasificar, dinero con el cual compraría un terreno en Rahue que llevaría por nombre Rubén Marcos Peralta. Junto con ello se pagarían los premios a los jugadores.

Así lo indicó el presidente de la época, César Triviño, quien comentó recientemente que "si hubiésemos clasificado el destino del club hubiese sido otro, porque con esos recursos íbamos a comprar un terreno para construir un complejo deportivo e íbamos a pagar parte de la deuda tributaria. Pero todo quedó en nada porque sus errores causaron un gran daño no solo al club, sino que a toda una ciudad".

El arquero argentino Waldemar Méndez, quien fue protagonista en este lamentable episodio porque defendía los tres palos del Provi, dijo que "siempre quedó la sensación de que el partido estuvo arreglado, porque no es posible que un arbitraje haya sido tan escandaloso. Incluso, se hablaba de que hubo presiones de la Confederación e incluso de la ANFP para que se favoreciese a Católica, porque un equipo de una división menor no podía clasificar".

De hecho, en febrero del año 2015, en el programa "Noche de Goles" de TVN, el ex árbitro Carlos Chandía, mientras hablaban del duelo entre Católica y O'Higgins, un colega le preguntó: "¿Carlos, en los entretiempos alguien se acercó, ustedes ven las repeticiones o en el celular alguien les dice 'oye, te comiste un offside'?.

Allí Chandía le respondió que "es una muy mala experiencia el tema de las llamadas telefónicas en los entretiempos. Recordemos el partido entre Osorno y Universidad Católica en 2003. Una llamada telefónica complicó todo (...) Qué logro o qué gano al llamar a un árbitro para decir 'sabes que, te equivocaste en el penal'. Le meto una carga adicional y entro condicionado, por eso está estrictamente prohibido".

Tras la afirmación, el periodista Fernando Solabarrieta preguntó: "¿pero quién llamó a Polic? Porque no lo llamó otro árbitro"… Entonces para salvar la incómoda situación, Pedro Carcuro cerró el debate con "otro día se lo preguntamos al profe".

Lo cierto es que esta historia imborrable para el fútbol local y nacional es una herida que no ha cicatrizado.

El hincha que quiso "asustar" a Polic

Una de las anécdotas que quedó en este partido fue la que protagonizó el hincha osornino Francisco Cabello, quien junto a dos amigos llegó al recinto de calle Cochrane para ver el partido sentado en el sector ubicado al lado derecho de Tribuna. El fanático comenzó a sufrir los errores garrafales del cuestionado árbitro y sin duda que quedó molesto cuando terminó el partido. "Estábamos todos 'puteando' a Polic y cuando vi la oportunidad de ingresar a la cancha, no lo pensé, así que salté la reja. Carabineros me persiguió, pero hice un amague y cuando estaba a un metro me agarraron de la cintura y me llevaron detenido. Quería gritarle en la cara que era un ladrón". Cabello dijo que ahora lo pensaría antes de hacer algo así. "Era más chico, tenía 20 años. De hecho, cuando algunos amigos me presentan, siempre cuentan que yo fui el que le quiso pegar a Polic", dijo riendo.

de septiembre de 2003 se registró aquel episodio que quedó marcado en la historia del fútbol local y nacional. 2