Entre aplausos retornaron los bomberos osorninos que ayudaron en Villa Santa Lucía
EMERGENCIA. Voluntarios del grupo Usar, que se trasladó a Palena para colaborar en el rescate de los cuerpos de las víctimas del reciente alud, regresaron el viernes a Osorno para reunirse con sus familias.
Pasadas las 21 horas del viernes llegaron al cuartel general de calle Matta los 18 voluntarios osorninos que fueron hasta la provincia de Palena, para colaborar en las tareas de rescate de cuerpos de víctimas del aluvión registrado en la Villa Santa Lucía.
Les esperaban sus familiares y amigos, quienes en masa llegaron hasta el lugar para recibir con aplausos y abrazos a sus seres queridos, luego de los complejos días que pasaron en medio de un pueblo absolutamente destruido.
El retorno tampoco fue fácil. Las condiciones climatológicas de la zona en la que se encontraban retrasaron hasta último momento su viaje, pero finalmente pudieron llegar a Osorno sin novedad.
En shock
El líder del grupo, Pablo Oyarzo, quien también es coordinador nacional de la Academia Nacional de Bomberos, no pudo ocultar sus emociones y relató lo complicados que fueron estos días en el sitio del desastre.
"La comunidad estaba muy afectada. Los vecinos que nos acompañaban decían que ellos sabían dónde estaban sus familiares, pero no se podían sacar. Fue muy duro, muy impresionante para nosotros. La comunidad está muy shockeada, hay gente que perdió a toda su familia", contó Oyarzo.
El voluntario agregó que, muchas veces, los familiares identificaban el sitio de los cuerpos y que ellos llegaban para facilitar la extracción. Comentó, también, sobre lo difícil que resulta realizar una misión en tales circunstancias. "Cuando encuentras a una menor de cuatro años, a una de diez, a una mamá, sería mentir si te digo que eso lo podemos sobrellevar. Es necesario hacer un trabajo después con los mismos rescatistas para que puedan procesar esa carga sicológica", indicó.
Oyarzo explicó que esa es justamente la razón de por qué los bomberos van al lugar por siete días, de modo que la carga emocional y el cansancio no les acaben generando mayores daños.
El líder del grupo también tuvo palabras para los rescatistas que estarán allá en estas fiestas de fin de año. "Pienso en los setenta bomberos que pasarán la Navidad allá, que es una fecha tan especial y también tienen hijos, padres, madres o hermanos", expresó.
Comunidad guerrera
Edgar Paredes también formó parte del grupo y no pudo ocultar su emoción al llegar. Visiblemente conmovido, recordó lo que vio en la zona damnificada.
"Íbamos a una tarea que, por el tiempo que había transcurrido, ya era de recuperación de cuerpos, para darle tranquilidad a las familias. La comunidad es bastante guerrera, muchas personas habían perdido familiares y seguían con fuerza buscando a los demás. A los bomberos se les destruyó su cuartel y, pese a ello, seguían trabajando".
Edgar relata que él y sus compañeros participaron en la extracción de tres cuerpos que estaban atrapados en el lodo, el que según cuenta, en algunos puntos de la villa alcanzaba los tres metros de profundidad.
"Había una gran cantidad de árboles que fueron arrastrados, las casas también, algunas fueron desplazadas hasta quinientos metros", describió.
Los bomberos -que debieron alojar en un colegio de La Junta a 70 kilómetros de Villa Santa Lucía- cuentan que solamente media manzana de la localidad se salvó del aluvión. Únicamente la iglesia, un centro de salud y dos cuadras de casas quedaron en pie, el resto fue totalmente cubierto por el barro.
En medio del caluroso recibimiento a los voluntarios, el superintendente del Cuerpo de Bomberos de Osorno, Rafael Kauak, expresó su satisfacción por la labor de sus subordinados.
"Ellos cumplieron de acuerdo a la acreditación que tienen y han demostrado toda su destreza en la búsqueda de las personas desaparecidas, lo que habla muy bien de la preparación de nuestro personal para enfrentar estas circunstancias", enfatizó.
Los voluntarios osorninos fueron relevados por otro grupo de idénticas características.
Por su parte, la Presidenta Bachelet anunció el traslado de la villa debido al riesgo que existe de futuros desbordes del río. Asimismo, las familias damnificadas recibirán un aporte económico para mantenerse en otros lugares.
"La comunidad es bastante guerrera, muchas personas habían perdido familiares y seguían buscando a los demás".
Edgar Paredes, Bombero osornino"
"Pienso en los setenta bomberos que pasarán la Navidad allá y que también tienen hijos, padres o hermanos".
Pablo Oyarzo, Líder del grupo Usar"
voluntarios osorninos viajaron hasta la zona de la catástrofe para ayudar a extraer los cuerpos. 18
rescatistas, entre bomberos Usar, de otras ramas, miembros de las fuerzas armadas y Carabineros continúan en el lugar. 112