Cuando hablamos de educación, inmediatamente se piensa en los espacios formales que existen en nuestro país: la escuela, el liceo, la universidad. Pero existen muchos espacios más donde están pasando cosas increíbles, donde se busca democratizar el conocimiento, al que hoy sólo algunos pueden acceder.
Hoy, en los campamentos tenemos espacios creados desde sus propios pobladores, que buscan formar a través de su participación, experiencias e interacciones, desde su propia historia marcada por la exclusión, la desigualdad y la pobreza. En estos espacios se está creando conocimiento, juntos buscamos romper con los esquemas tradicionales que nos dicen que el conocimiento se adquiere en ciertos espacios. La propuesta es que a través del encuentro y la organización podamos transformar la realidad de distintas comunidades, a los que las rodean y a todo el territorio, aportando a la construcción de una sociedad distinta, más justa y digna.
Este año, más de 30 mujeres de campamentos de Osorno han sido graduadas de nuestros Talleres de Aprendizaje Popular -programa de capacitaciones en oficio-, y lo más importante es que estos son impartidos por vecinos y vecinas de las mismas comunidades y que, a través de un trabajo riguroso, han podido aprender nuevos oficios, además de compartir sus saberes que han sido gestados por sus distintas experiencias e historias, potenciando la economía solidaria, los emprendimientos colectivos, fortaleciendo la organización de la comunidad y aumentando la confianza entre vecinos.
Desde estos espacios se generan luchas de hombres y mujeres por revindicar los derechos sociales, entendiendo nuestra historia, compartiendo nuestras experiencias, generando nuevo conocimiento, buscando transformar los distintos territorios y el país, buscando construir un país justo, sin pobreza.
Creemos que los espacios de encuentro en base a las vivencias de cada persona propician que nos conectemos a partir del diálogo y de los saberes colectivos. Debemos promover todo el conocimiento o saber popular que se encuentra en distintos territorios, entendiendo la educación popular como una forma de relacionarnos, porque en los campamentos hay mucho que compartir, hay mucho por entregar desde estos rincones empobrecidos por el sistema económico brutal de nuestro país.
Giovanna Moreira Almonacid, directora regional de Techo-Chile