El año 2005 fue la última vez que el ahora experimentado escolta Patrick Sáez Carvajal jugó por el equipo de la ciudad, en ese entonces Provincial Osorno.
De ahí el jugador de 38 años deambuló en diversos equipos como CD Valdivia, Liceo Mixto, Universidad de Concepción y Tinguiririca de San Fernando, entre otros y desde comienzos de año que no juega de manera profesional.
De hecho su último club fue el conjunto de San Fernando del cual fue desvinculado, por lo que había decidido retirarse de manera definitiva.
Precisamente con los de San Fernando, pero en la temporada 2013-2014, logró su último título en la Liga Nacional, tras vencer precisamente a Osorno Básquetbol en el Monumental con la serie 3 a 2.
Sáez, quien en su momento fue descrito como el mejor jugador del país, quiso volver para tenderle una mano al equipo tras recibir el llamado del técnico Carlos Schwarzenberg, pensando además y ahora sí, en un pronto retiro.
El escolta sabe que el equipo está pasando por un momento complicado en lo deportivo porque son los colistas de la Conferencia Sur de la Liga Nacional Directv y suman nueve derrotas consecutivas.
Aporte
-¿Cómo asume este nuevo desafío tras 12 años sin jugar por la ciudad y en un momento donde el equipo no lo está pasando bien?
-Es un momento difícil para la institución, pero hay bastantes expectativas porque hay buenos jugadores por lo que creo que vamos a salir de esta posición incómoda. Se están moviendo algunas piezas y mi objetivo es aportar con mi juego y experiencia, apoyando también a mis compañeros. Si bien llevo un buen tiempo sin jugar, no se me ha olvidado jugar basquetbol, sólo tengo que recuperar la parte física. Con el correr del tiempo voy a estar en buena forma.
-¿Estaba retirado o quería intentarlo por última vez antes de dejar la disciplina definitivamente?
-Por decisión personal me había retirado, pero el año pasado tomé el desafío en San Fernando y ahora estoy haciendo lo mismo en Osorno. Soy prácticamente osornino, mis padres están acá y tenemos un negocio, al igual que mi señora, así es que como estoy arraigado no me significaba tener que moverme. Puedo complementar el básquetbol, la familia y el negocio con mi padre. Además mi familia podrá verme jugar y eso igual me motiva bastante, además viendo las circunstancia de Osorno, estoy seguro que puedo aportar.
"falta confianza"
-Ya que ha ido algunas veces a ver al equipo de local, ¿qué le falta para salir del mal momento?
-He ido unas cuatro veces y creo que lo que le está faltando es confianza, creer que como grupo se puede salir del mal momento. Hay momentos en que el equipo cae en bajones, sobre todo el tercer cuarto y eso hay que manejarlo. Hay un factor sicológico importante porque perder esa cantidad de partidos seguidos es frustrante para cualquier jugador.
Retorno
El año 2005 el escolta Patrick Sáez dejó en ese entonces a Provincial Osorno por problemas con los dirigentes de la época e incluso con el mismo técnico Daniel Allende, recalando posteriormente en el archirrival Deportes Valdivia, ganándose el repudio de los hinchas osorninos.
-Tras su bullada salida de Provincial Osorno, ¿pensó alguna vez que volvería a jugar por un quinteto de la ciudad?
-Es difícil pensar cuando te vas en que puedas volver, pero sí tenía claro por las cosas que me unen con Osorno como lo es mi familia y el negocio que me iba a radicar acá definitivamente, pero no sé si como jugador. Ahora estoy cerrando un ciclo, pero es bonito porque yo llegué el año 1999 a Osorno con 19 años y acá fue mi despegue como jugador. Llegué sin experiencia y logré títulos con el club en un gran momento deportivo, por lo que soy parte de la historia.
-Dada su experiencia como jugador, ¿se siente con esa responsabilidad de comandar al equipo?
-Yo quiero ser un real aporte, pero la responsabilidad es de todos juntos y no de uno solo. Yo vengo a sumarme a un plantel que tiene grandes jugadores y de experiencia y donde también hay otros que están recién partiendo. La idea es ponerme a punto físicamente y estar a disposición del club.
En lo personal, Sáez dijo que el año 1999 cuando arribó a Osorno, tras un año trajo a su padre y junto a él instalaron un negocio de repuestos automotrices de gomas, el que con el tiempo se ha ido consolidando en el mercado local.
"Si bien voy a estar bien enfocado en el básquetbol, no voy a dejar de lado este negocio porque yo después no seguiré jugando y será mi futuro. Afortunadamente nos está yendo bastante bien", comentó el nuevo jugador taurino, quien de paso solicitó el apoyo en este momento difícil.