Sergio Silva
Cinco meses han pasado desde que Heliberto Vidal dejó de vivir en un tubo de alcantarilla a metros del río Rahue, ubicado al interior del basural de Ovejería. El hombre reconoce que su vida tuvo un giro y que a sus recién cumplidos 80 años, su mejor regalo es este nuevo sistema de vida que lleva en el Hogar de Ancianos Santa María, administrado por la fundación Las Rosas.
"Ya llevo cinco meses y estoy feliz y tranquilo. Mi vida cambió desde que me vine para acá. En este lugar me entregan todo, se preocupan para que uno esté bien. Allá donde me habían llevado primero (residencia tutelada en Frutillar) tenía que hacerme las cosas solo y no conocía a nadie, al menos acá estoy en mi ciudad", detalla el adulto mayor, mientras observa detenidamente el jardín posterior del recinto de calle Santa María.
Postulación
Tanto impacto causó su historia, que fue postulada a un concurso la crónica "La esforzada vida del pensionado que vive en un tubo de desagüe", publicada por El Austral de Osorno en su edición del 20 de mayo.
Y es que desde hace 11 años la Fundación Para la Superación de la Pobreza junto al Hogar de Cristo, Fundación América Solidaria, Fundación Paréntesis y la Comunidad de Organizaciones Solidarias, reconocen el trabajo de los distintos medios de comunicación con el premio "Pobre el que no Cambia de Mirada", que busca resaltar la labor de la prensa y la forma en cómo se abordan los temas de pobreza.
El jurado calificador estará integrado por un representante de cada una de las instituciones convocantes y por invitados no permanentes. Los resultados serán dados a conocer en enero del próximo año.
Heliberto nunca imaginó que por salir su caso en la prensa su vida tendría un vuelco favorable y que además recibiría ayuda, la que alguna vez buscó pero sin tener éxito.
Su caso fue visibilizado por un vecino de Rahue, quien lo encontró en precarias condiciones mientras paseaba por el parque.
A los pocos días, tras masificarse su sacrificada vida, recibió la visita de equipos profesionales de la Municipalidad, del Ministerio de Desarrollo Social, quienes iniciaron las gestiones para sacarlo del lugar donde había hecho su hogar.
Extraña las amistades
Hoy se le ve más activo en el hogar, se levanta temprano y tras tomar desayuno, Heliberto tiene una labor puntual... ayudar en el recinto. A media mañana camina desde el salón hasta la zona de la cocina, donde se reúne con el también residente, Alfredo Breit, el cual dice conforman una "dupla perfecta".
Ambos se acomodan en sus sillas y comienzan con las labores de cocina, como pelar frutas o papas que posteriormente serán parte del almuerzo.
"Me entretengo durante la mañana trabajando. El recibimiento ha sido bueno, ya no estoy solo, tengo personas con las cuales converso, pero sí me gustaría volver a ver a mis amigos de Ovejería. A lo mejor no saben que estoy acá, podrían venir a verme", expresó Heliberto con un dejo de nostalgia.
"Aquí estoy como en un hotel, tengo mi espacio, amigos, puedo ver tele tranquilamente, y ayudar a las señoras en la cocina que son muy amables con uno (…) parece que soy el regalón, y espero que no lo sepan allá adentro, donde hay una chiquilla que se puede poner celosa" expresa entre risas este adulto mayor, quien en su mirada refleja una persona distinta a quien entrevistamos en una fría noche de mayo.
La dupla
Al retomar sus labores en la cocina, lo espera su amigo y partner Alfredo Breit, quien comentó que le sorprendió la condición que tenía Heliberto antes de ingresar al hogar.
"Aquí nos conocimos y estamos haciendo amistad. Él ha tenido una vida difícil y ahora hay que demostrarle que la vida es diferente y para eso estamos. Es mi amigo, con el que trabajamos ayudando en la cocina. Yo llevo dos años en el hogar y no me imaginaba su realidad (…) las circunstancias de la vida hoy me permiten conocerlo y apoyarlo. Si él está aquí es porque está conforme, y que sea por muchos años más ya que estamos armando un dúo", remarcó Breit.
Olivia Vera lleva siete años trabajando como manipuladora de alimentos en el recinto y manifiesta que Heliberto "es un abuelito alentado que viene y nos ayuda. Realmente ha tenido un cambio rotundo, aquí a don Heliberto le ha cambio la vida… yo vi imágenes de antes en el diario, pero ahora es otra realidad", dice la funcionaria.
La hermana Karina Sancy asumió la dirección religiosa del recinto y se enteró de la condición en la que llegó Heliberto y ha sido testigo del cambio experimentado.
"Ha manifestado sentirse feliz en este lugar, donde pasó a ser miembro de una familia. Es una persona que tiene mucha caridad, es uno de los que ayuda a mover a los abuelitos al interior, es muy cooperador, su vivencia es muy positiva, pese a su pasado" expresa la religiosa, quien llegó en agosto procedente de México.
años cumplió el 25 de septiembre el adulto mayor, quien dijo que su nueva vida es el mejor regalo. 80
de mayo el adulto mayor recibió la primera ayuda de las autoridades tras conocerse su historia. 23