Jorge Bueno
Muchas veces el paso por la cárcel suele ser un verdadero infierno. Se estigmatiza al recluso como un paria de la sociedad y ese confinamiento los sitúa casi en la última escala social. Viven en condiciones infrahumanas y lo peor, sin opciones de reinserción una vez que salen de los centros penitenciarios.
Lograr la plenitud tras pasar tiempo en estos recintos es complicado. Prejuiciosamente la razón por la cual están ahí condiciona a estas personas.
Sin embargo, Cristóbal Velásquez es una excepción a la regla.
Gracias al trabajo del Centro de Educación y Trabajo (CET) de Gendarmería, este joven de 25 años, condenado por homicidio, es el protagonista de una muestra de 15 pinturas que se exponen desde ayer en el Centro Cultural Sofía Hott.
"Cuando estaba en libertad pintaba grafittis en Puerto Montt. Hice varios murales. Por cosas de la vida caí preso y ya en la cárcel seguí explotando mi talento en la pintura en acrílico y me quedé con este arte", sostuvo.
Arte y REINSERCIÓN
Pero no lo hace solo. El otro expositor es el suboficial de Gendarmería Abel Andaur. Oriundo de la Región del Maule, tomó clases de pintura antes de ingresar a este servicio, conjugando oficios tan disímiles entre sí: la formalidad intrínseca del uniformado a la relación etérea con el arte.
"Estas son pinturas que hago en mi casa, en mi tiempo libre y que de algún modo motivan a los internos a que hagan arte como una forma de reinserción hacia el medio libre", indicó.
Para Cristóbal, actualmente condenado a 10 años, tres de ellos ya cumplidos, el acto de pintar es una verdadera válvula de escape que le ha permitido destacarse del resto y por su buena conducta gozar del sistema semi cerrado de prisión. No vende sus pinturas, sin embargo, recibe un sueldo por labor y son sus padres, Angélica y Germán, quienes desde Castro, en Chiloé, le proporcionan todos los implementos necesarios para ejercer su pasión.
Apoyo paterno
Al respecto, ambos están muy orgullosos, a pesar de los errores cometidos por Cristóbal en el pasado.
"Es genial ver sus cuadros, ha sido un trabajo que ha llevado harto tiempo, con mucho sacrificio, esfuerzo y constancia. Es algo bueno, él está sacando lo que tenía guardado", precisó su madre.
Mientras que su papá, Germán, hizo el alcance que no es su padre biológico, pero que lo crío desde pequeño y lo considera un hijo más.
"Este es el comienzo de lo que es el arte de nuestro hijo porque él siempre ha pintado desde chico. Es mostrar lo que él es. Es verlo reflejado, independiente de lo que pasó, la condena y todo. Nuestro hijo es un artista y siempre lo hemos apoyado", afirmó con certeza.
Un trabajo que es reafirmado por la jefa técnica del CET de Gendarmería, María Delgado, quien dijo que "la idea es impulsar las habilidades de los internos y de alguna manera ayudarlos con la presencia del suboficial Andaur, en mejorar técnicas y queríamos mostrar esto", manifestó.
Esta exposición donde predominan los paisajes de la Isla Grande y la libertad, estará disponible hasta el próximo viernes 24 de noviembre en el recinto de avenida Mackenna esquina Cochrane.
"Es genial ver sus cuadros, ha sido un trabajo que ha llevado harto tiempo, con mucho sacrificio".
Angélica Cárdenas, Madre de Cristóbal"
pinturas componen la exposición en el Centro Cultural Sofía Hott, disponibles hasta el 24 de noviembre. 15