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Las mil historias de Sergio Miranda y su incansable labor en la música coral

VIGENCIA. Tuvo que salir de Chile en 1975 y se quedó 20 años en Venezuela. Regresó al país en 1996 y ahora volvió a su Osorno natal. "Jamás he sentido un dolor de cabeza", admitió.
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Jorge Bueno

Pertenece a una mayoría silenciosa que se denomina la cuarta edad, que son las personas que tienen sobre 80 años. Muchos lo ven como si tuviera menos, porque conserva una vitalidad envidiable y sumamente llamativa. ¿La razón?: tiene 83 años y se mueve rápidamente, tal cual una pluma, de un lado para otro.

Es Sergio Miranda Asenjo, destacado director coral y de cuna osornina. Aunque claro, tiene un recorrido diverso que lo hicieron salir de nuestro país hace ya varias décadas.

Actualmente es el que encabeza y dirige una nueva agrupación musical que poco a poco comienza a generar adeptos e integrantes en la ciudad: el Coro Sinfónico de Osorno Monseñor Romero.

Origen

Sergio Miranda ríe al recordar su infancia. Dice que Osorno ha cambiado, que antes era más "campechano" y ahora es una ciudad más "cosmopolita".

"Es más entretenida ahora. Antes era más flemática", precisó el octogenario músico local.

Estudió en el Colegio Alemán y en el San Mateo, para después trasladarse a Valdivia y cumplir su primer paso: ser profesor normalista, finalizando su enseñanza superior en la Escuela Normal José Abelardo Núñez, actual recinto USACh, en Santiago.

"Soy un orgulloso profesor normalista, la vocación nos llamaba. Es una lástima que no se siguió con ese tipo de enseñanza", rememoró.

Tras titularse como docente, se especializó en música, graduándose de la Escuela Vespertina de Música de la Universidad de Chile, para posteriormente, ejercer como integrante de diversos coros en la Región Metropolitana, además de ser creador de otros tantos, labores que conjugaba con sus funciones como profesor.

Sin embargo, en 1964, un suceso importante le esperaría la vida: viajar a África.

"Fui delegado al primer Congreso Sinfónico Coral de West África, en la ciudad de Accra, en Ghana, representando a la Facultad de Ciencias y Artes Musicales de la Universidad de Chile. Allá incluso me junté con mi hermano, que es sacerdote y ejercía en ese continente su labor evangelizadora", precisó.

Exilio

Las cosas, once años más tarde pasaron de notas alegres a tristes: bajo el contexto del gobierno militar fue exiliado rumbo a Venezuela, país que le abrió las puertas, para un nuevo comienzo en lo que más le apasiona: la música.

"Tengo la dicha de ser el creador de la primera Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela, en la ciudad de Carora en el año 1975 y además fundé la Coral Católica en Maracay, donde estuve ocho años", expuso Miranda.

Finalmente en 1996, tomó la decisión de volver a Chile.

Asuntos muy personales y la nostalgia por su tierra natal, hicieron que Sergio Miranda regresara a Osorno, tras otros 20 años en Santiago.

"Quería volver a mi terruño, a mi tierra, a comer un asado al palo y devolver en algo lo aprendido afuera", dijo el profesor.

Actualmente en la ciudad, además de su labor en el Coro Sinfónica Monseñor Romero, también ejerce como director de la Orquesta Sinfónica Estudiantil del Instituto Comercial de Osorno, donde sus alumnos le dicen "maestro".

"Tengo la dicha de ser el creador de la primera Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela""

"Fui delegado al primer Congreso Sinfónico Coral de West África, en la ciudad de Accra, en Ghana, representando a la Facultad de Ciencias y Artes Musicales de la Universidad de Chile""

año de regreso a su Osorno natal. La motivación de hacer algo en su tierra lo trajo de vuelta. 2017

años estuvo exiliado en Venezuela, donde creó la primera Orquesta Sinfónica Juvenil de ese país. 20