Sergio Silva
Hace más de 20 días que el agricultor Raúl Wetzel inició el proceso de siembra de avena y trigo. Esta vez fueron 120 hectáreas donde esperaba obtener una buena cosecha. Sin embargo, a menos de dos semanas tuvo que lamentar la pérdida del 10% de su producción.
La razón: una bandada de loros Choroy, aves protegidas por la ley, hizo de las suyas en el campo y destruyó más de 15 hectáreas de siembra.
La información fue confirmada por el hijo del agricultor osornino Pablo Wetzel, quien señaló que los loros destruyeron cerca de 8 hectáreas en sus cultivos de Corte Alto y ahora optaron por trabajar un terreno en el sector de Piruco, camino a Lago Ranco, en la comuna de Río Bueno.
"Fueron afectadas 15 hectáreas en un predio donde se sembraron 120 de avena y trigo, ahora vamos a tener que resembrar por la sencilla razón de que los loros nos comieron la siembra (...). Aún no hemos, o mejor dicho no queremos, sacar la cuenta del daño económico que nos dejaron estas aves", expresó Pablo Wetzel.
De acuerdo a lo manifestado por el hijo del afectado, en la zona donde mantienen sus cultivos hay múltiples factores que aprovechan los loros para alimentarse, como brotes de los árboles y siembras.
"Haciendo 'gloria y nata' en esa zona, se alimentan de lo que pillan en los campos, como residuos, granos y brotes de los árboles. A ello se suma el daño adicional, es una época con precios y rentabilidades bajas y tener que incursionar de nuevo con una siembra... No queda otra que reinvertir", comentó.
Y recalcó que esto implica que la producción puede crecer con riesgo de bajo rendimiento al realizar la siembra más tarde.
"En el campo hay fechas clave donde se siembra y cosecha, ahora al resembrar está el riesgo de que el rendimiento sea bajo, eso es un costo que tenemos que asumir y no queda otra que corretear a los loros con cañones de ruido. Lamentablemente las empresas aseguradoras no resguardan estas pérdidas", sostuvo el osornino Pablo Wetzel, quien curiosamente donde vive también debe enfrentar el sobrevuelo de estas aves nativas.
Frutales
En el sector de Putabla, comuna de San Pablo, Aliro Soto, productor de chicha, también se vio afectado por la presencia de los loros Choroy.
La razón es por los manzanos que hay en el sector, vital elemento para la producción de su chicha.
"No se comieron las manzanas, sino que picaban una y luego se iban a otra. Este año tuve una pérdida de 30% en mi producción debido a este factor", expresó Soto.
Soto, que este año hizo una producción de 18 mil litros de chicha, agregó que otros frutales también se ven afectados por la presencia de estas ruidosas aves endémicas.
"Nadie controla estas 'plagas', no hay control para estas bandadas que causan graves daños a los productores. Sino es la manzana, es el trigo o la avena; y también a quienes cultivan frutas de la temporada les comen los brotes. Yo tengo cañones de ruido, pero no es suficiente para ahuyentar a los loros. Mi vecino que sembró trigo sufre por este problema", comentó Aliro Soto.
Aves protegidas
"Hasta ahora no hemos recibido ninguna denuncia formal de los reclamos por los daños de los loros", indicó Andrés Duval, director regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), quien recordó que el loro Choroy se encuentra protegido por ser único en el mundo y habita en la zona sur de Chile y parte de la Patagonia.
"Está estrictamente prohibida su cacería, por lo que solo es posible ahuyentarlas de los cultivos y plantaciones. Su conservación está relacionada con la importancia que tiene para la avifauna de nuestro país y por ello es necesaria mantenerla vigente", señaló.
Sobre si es considerada como una plaga, Andrés Duval expresó que no hay un catastro o estudio que avale tales dichos. Para que sea considerada una plaga debe existir una característica fundada y aquí no ocurre eso", enfatizó el director regional del SAG, quien llamó a los agricultores a buscar alternativas para ahuyentar a los loros Choroy de sus campos, pero sin dañarlos.
informa que está prohibida la cacería de estas aves, ya que están protegidas por la ley en el país. El SAG
Algunos agricultores utilizan equipos a gas que emiten ruido para ahuyentar a las bandadas de loros. Ruido