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Obispo Barros celebró Te Deum y enfrentó protesta de grupo de laicos

ACTO RELIGIOSO. El mensaje del obispo estuvo centrado en recalcar que "el Señor ha visto con qué corazones hemos venido cada uno esta mañana al Te Deum y un cristiano, alguien que profesa una fe, se esfuerza siempre por tener los sentimientos de Jesús en su corazón". Los manifestantes fueron cerca de 80 y portaban carteles con la palabra "Renuncia".
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Verónica Salgado

Un grupo de manifestantes del llamado Movimiento de Laicos realizó ayer una protesta en la Catedral San Mateo durante una parte del Te Deum oficiado por el obispo Juan Barros. El grupo de manifestantes, que portaba carteles con la palabra "Renuncia", cuestiona al religioso por sus vínculos previos con el sacerdote Fernando Karadima, castigado en 2011 por El Vaticano. La protesta fue similar a la ocurrida el año pasado. Los manifestantes fueron cerca de 80, mientras que los feligreses que asistían a la ceremonia fueron cerca de 300.

Monseñor Barros no interrumpió la ceremonia por la protesta e inició su mensaje con un saludo a los fieles presentes: "A todos los que han venido a tener una oración grata, conciliadora y tranquila a la patria". En paralelo, varios de los feligreses presentes en el templo increparon a los manifestantes por realizar una "falta de respeto" durante un homenaje a la independencia de Chile.

En el Te Deum participaron la gobernadora de Osorno, María Tabita Gutiérrez (PS), el diputado Javier Hernández (UDI), el alcalde Jaime Bertín (DC) y los concejales Emeterio Carrillo y María Soledad Uribe (ambos DC).

También estuvieron el prefecto de Carabineros, coronel Leonardo Castillo; y el jefe del Destacamento Arauco del Ejército, coronel Enrique Jaque, junto a sus familias. El Te Deum es una liturgia de acción de gracias que se realiza en Chile desde 1811, cuando el entonces jefe supremo, el general José Miguel Carrera, solicitó a la Iglesia celebrar una misa para conmemorar el aniversario de la primera junta nacional de gobierno. En 1970 la actividad religiosa extendió a otros credos, tras lo cual tomó un carácter ecuménico.

La Presidenta Michelle Bachelet asistió ayer junto a sus ministros al Te Deum que se realizó en la Catedral Metropolitana de Santiago, acto que fue presidido por el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati.

La ceremonia

Desde poco antes de las 11 de la mañana comenzaron a llegar lentamente los fieles hasta la catedral osornina, entre los cuales se encontraban Mario Vargas y Juan Carlos Claret, dirigentes del Movimiento de Laicos que se opone al obispo.

La liturgia comenzó a las 11 en punto mientras el sonido de las campanas inundaba todos los rincones de la catedral.

A las 11:15 horas, el obispo comenzó su mensaje por la patria. Fue en ese momento que cerca de 80 personas se pusieron de pie y levantaron un cartel con la palabra "renuncia", lo que generó el nerviosismo e incomodidad de las autoridades presentes y la molestia de algunos asistentes que intentaron bloquear o detener la manifestación.

Juan Barros continuó con su mensaje, el cual estuvo basado en el lema de la visita del Papa Francisco a Chile en enero próximo: "Mi paz os doy", que según dijo el prelado, se enfoca en la necesidad de contar con un clima que permita construir puentes de cercanía y unidad, lo que se logra a partir de la generosidad de cada individuo que debe pensar más en el bien común que en intereses particulares.

También aprovechó de sumarse a lo expresado por el comité permanente de la Conferencia Episcopal de Chile. "Expresamos gratitud -dijo- a todas aquellas personas, grupos e instituciones que durante todo este tiempo han trabajado intensamente para que nuestro ordenamiento jurídico defienda la vida. En especial a los miembros del Congreso que trabajaron para que no se establezca el aborto en Chile, defendiendo la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural".

Mientras el obispo entregaba su homilía, los manifestantes permanecieron de pie y en silencio, exhibiendo los citados carteles.

Reacciones

Concluido el mensaje del obispo, los laicos que portaban los carteles realizaron un recorrido hasta el frente del púlpito para luego seguir su camino hacia la salida mientras gritaban críticas en contra del obispo. Ello provocó que varios de los asistentes los increparan por considerar esta actitud como "una falta de respeto".

Una vez afuera del templo, los manifestantes contrarios al obispo levantaron sus carteles, al tiempo que al interior el Te Deum continuó de forma normal y finalizó con un saludo de Barros entre aplausos de los presentes.

Mario Vargas, vocero del movimiento de laicos que critica a Barros, aseguró que lo ocurrido durante el Te Deum es un ejemplo de valentía basada en lo que señalan los evangelios. A su juicio, situaciones de abusos sexuales y todo lo que ello involucra, debe ser denunciado.

"El obispo Barros carga una mochila muy grande moralmente y eso no lo hace ser nuestro pastor, que es lo que rechazamos día a día desde 2015, cuando la Iglesia de Osorno comenzó esta crisis que nos divide cada día más", afirmó.

Al finalizar la ceremonia, el obispo Juan Barros dijo a la prensa que es necesario no olvidar que la catedral es la casa de Dios. "El Señor ha visto con qué corazones hemos venido cada uno esta mañana al Te Deum y un cristiano, alguien que profesa una fe, se esfuerza siempre por tener los sentimientos de Jesús en su corazón. Es un templo sagrado y es un momento de oración que requiere venir con ese espíritu y es lo que uno desearía para toda persona que pise un templo y llegue a una celebración litúrgica".

Añadió que puede ser que existan personas que se quedan en sus hogares antes de participar en esta ceremonia, "es una pena, porque quiere decir que alguien interfiere para que otro rece; tenemos que facilitar que todos tengan un contacto con Dios y si alguien no lo hace, está haciendo algo no adecuado".

Indicó que las puertas de la Iglesia siempre están abiertas, ya que está la confianza de que las personas que ingresan lo hacen con un espíritu de fe y respeto a Dios.

"Cuando uno acude a una Iglesia tiene que estar centrado en escuchar la palabra de Dios y no en sí mismo. Si hacemos un análisis tranquilo, veremos que de las cosas negativas que se dicen hay mucha exageración", finalizó el obispo, tras lo cual se retiró a la sala sacerdotal.

El presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza, parlamentario por el distrito 55, también estuvo presente en la catedral y apoyó la protesta. "Generalmente un movimiento se desvanece con el tiempo y éste se ha fortalecido. Es una pena ver una catedral casi vacía, lo que demuestra que Juan Barros no ha logrado conciliar apoyos. Esto pone en entredicho la visita del Papa a Chile, ya que por la porfía de la Iglesia tendremos una visita cruzada por el tema Barros", opinó el parlamentario.

José Manuel Rozas, vocero de la Comunidad de Laicos de Osorno (grupo que apoya a Barros), explicó que lo ocurrido en la catedral sólo sirvió para generar un clima de terror. Agregó que se rompió una acción sacra y se evidenció que hay un fondo político tras el movimiento.

"Se rompió todo lo que los voceros aseguraron de no realizar acciones con violencia activa, ya que hubo gritos dentro de la catedral, se acercaron al púlpito e incluso se jugó con el tema del agua bendita. Esto es una acción que crea un clima de terror que no existe en la práctica en la diócesis", aseguró.

"Es un templo sagrado y un momento de oración que requiere venir con ese espíritu".

Juan Barros, Obispo de la diócesis de Osorno"

"Esto pone en entredicho la visita del Papa a Chile, ya que por la porfía de la Iglesia tendremos una visita cruzada por el tema Barros".

Fidel Espinoza, Presidente de la Cámara, de Diputados"