Precios Inflados
La semana pasada hablamos de la teleserie en la que se ha transformado el mercado de pases europeo, con toda clase de especulaciones y juegos de poder por parte de clubes y jugadores. Pero si hay otro aspecto que alarma aún más es la alteración de los precios de las nuevas contrataciones. Posiblemente, estamos siendo testigos de los valores más inflados que se hayan visto nunca.
¿Es que, por ejemplo, Davinson Sánchez cuesta realmente 45 millones de euros como para que Tottenham haya pagado el precio más alto de su historia por un jugador? ¿O valen Ousame Dembelé, 105 y Gylfi Sigurdsson, 48 millones? Y así sucesivamente. Tal parece que desde la transferencia de Neymar a PSG, el piso para tasar a cualquier jugador es de 30 ó 40 millones de euros, lo que es una absoluta locura. Si hasta Jonny Evans, el excentral de Manchester United, hoy en West Bromwich Albion, ha tenido insistentes ofertas de Manchester City, dispuesto a pagar 35 millones de euros por él. Nos están tomando el pelo.
Marcelo Bielsa, en una conferencia de prensa dijo que, por un lado, el precio pagado por Neymar es justo porque Neymar rinde y rendirá a la altura de lo pagado. Incluso dijo que, desde ese punto de vista, salía barato aunque, por cierto, remarcó los reproches morales de semejante valor. Dejando los aspectos éticos de lado, concuerdo completamente con Bielsa, porque tengo claro que PSG hizo una inversión que le retornará con creces en venta de entradas y camisetas, además del aumento del avalúo de su marca e imagen. Pero dejemos esos números para cracks como el brasileño, o Messi o Cristiano. Nadie más los merece. De hecho, mientras escribo esta columna, el diario L'Equipe publica que PSG, como ya no puede comprar más jugadores este año por el fair play financiero, arregló el préstamo de Kylian Mbappé desde Mónaco con una opción de compra por 180 millones de euros. Leyeron bien. 180 millones de euros por un jugador de 18 años con apenas una temporada destacada.
La pregunta es ¿cuánto tiempo puede resistir el mercado con estos números desquiciados e irreales respecto de la relación comparativa precio-calidad? Y ni hablemos de la brecha competitiva que crece a cada año, haciendo a los clubes grandes, ya inmensos a estas alturas. Al resto de los clubes no les ha quedado otra que aprovechar el vuelo del momento y también han caído en esta borrachera de millones. Hasta el 31 de agosto seguiremos viendo ofertas y demandas que están simplemente "arriba de la pelota".
Cecilia Lagos
"Posiblemente, estamos siendo testigos de los valores más inflados que se hayan visto nunca (...) desde la transferencia de Neymar a PSG, el piso para tasar a cualquier jugador es de 30 ó 40 millones de euros, lo que es una locura"."
*Cecilia Lagos es periodista deportiva. Ha colaborado con medios como ESPN y el Daily Mirror y fue rostro de esa área en TVN.