"Un dirigente debe tener paciencia y voluntad. Además de gustarle la parte social"
Mirta González, de 61 años, siempre quiso verse reflejada en su padre, quien fue un líder deportivo y sindicalista en el tiempo de los asentamientos. Por ello, esta mujer -oriunda de Las Carretas, Tacamó- cuando mostró su interés de ingresar al mundo dirigencial, su progenitor le sugirió: "si quieres estar allí, tienes que buscar una persona que realmente te apadrine y te aconseje para bien".
Esta enseñanza que le entregó su padre, se transformó en su filosofía de vida en su trayectoria como dirigenta, la que comenzó cuando se fue a vivir en 1978 a Mar del Plata, Argentina, donde la Unión Comunal se denominaba Sociedad de Fomento.
En ese entonces, González tenía alrededor de 20 años. Tuvo un matrimonio adolescente que no funcionó, del cual nació su primer hijo, Cristián, al que se lo llevó al otro lado de la cordillera cuando aún era un bebé.
Tras la cordillera
Pero Argentina no era el único destino que esta mujer podría haber elegido para residir, ya que en ese tiempo se dedicaba a la gastronomía internacional, oficio que ejerció en grandes hoteles de la zona entre los que se encuentran el Puyehue y Vicente Pérez Rosales, en Puerto Montt.
A raíz de su buen desempeño en este rubro, le comenzaron a ofrecer trabajos desde lugares lejanos como Holanda y Canadá. "En esos años la gastronomía era bien pagada, pero no me podía ir a otro lado, porque mi papá no quería que me llevara a su nieto más allá de Argentina. Así que hice los trámites con el Consulado para poder llevarme a mi hijo y mi ex marido accedió a darme la patria potestad" relata.
Después de esta experiencia decidió retornar a Chile, cuando tenía 35 años, momento en el que también reconstruyó su vida amorosa, y tuvo a su segunda hija: Silvana, quien nació en 1991.
-¿Por qué decidió regresar?
-Todo comenzó cuando vine a pasar Navidad en 1990 y me dio mucha tristeza, encontrarme con que el sector en el que nací, no había avanzado nada. (...) Existían juntas de vecinos, pero yo no entiendo por qué no habían avanzado mucho.
-¿Cuál era la situación que vivía en ese entonces la Junta de Vecinos Las Carretas?
-Pertenecíamos a una organización que existía en la Municipalidad de Entre Lagos, pero encontré que no funcionaba como debía, así que los dimos de baja y me vine a Osorno. Allí me encontré con un joven muy amoroso, que me dijo que nos podía traer a la ciudad como "adoptados"; ese hombre era Emeterio Carillo, en esos años él era funcionario del Departamento Rural.
-¿En qué área considera que fue donde más se progresó en el mundo rural en este periodo?
-Avanzamos muchísimo en el área camino fiscal y ahí se ripió el callejón de Las Carretas en menos de tres meses, fue muy rápido (…), porque un parcelero que era Raúl Bello nos dio la pasada por su tierra y sacamos el ripio del río, entonces Vialidad instaló sus máquinas. Ese fue el primer avance de nuestro sector.
Unión Comunal
Luego de su experiencia como líder de la Junta de Vecinos de Las Carretas, González se postuló para ser la presidenta de la Unión Comunal Rural, cargo que logró en el 2006 y que seguirá en sus manos -en este cuarto periodo- hasta mayo del 2018.
-¿Cómo está la unidad de los dirigentes rurales?
-Está buena, porque a las reuniones van como 28 presidentes (en total son alrededor de 30), porque hay sectores en que no hay juntas de vecinos, sino que hay comités, debido a que se despoblaron y sus habitantes no alcanzan para hacer una junta.
-¿Cada cuánto tiempo se reúnen?
-Nosotros nos reunimos el último sábado de cada mes, acá en la casona de Mackenna y cuando hay mucho trabajo nos juntamos dos veces al mes.
-Según su experiencia, ¿qué características debe tener un dirigente rural?
-Un dirigente debe tener como característica la paciencia y voluntad. Además tiene que gustarle mucho la parte social, porque te encuentras con muchos inconvenientes, a lo mejor te atienden muy bien, pero desarrollar un proyecto y las cartas cuesta cuando no se sabe hacer una redacción.
¿recambio?
-¿Cuál es la retribución más grande de ser dirigente social?
-La retribución más grande de ser dirigente son todos los proyectos que hemos ganado, es decir, que no ha sido de puro gusto el haber caminado ni haber tenido una rabieta, porque haber hecho esos tremendos proyectos de camino son cosas impagables que a una la llenan de alegría y te hace sentir reconfortado y realizado.
-¿Por qué cree usted que los jóvenes no están interesados en ser dirigentes?
-Ser dirigente para los jóvenes es perder el tiempo y porque no te pagan nada. Te ganas enemigos de puro gusto y estás trabajando por el bienestar de los demás. Entonces ellos ven toda esa parte y también me dicen que el gobierno todavía no ha creado un bono para los dirigentes, por lo que creo que a eso se debe que hayan muy pocos líderes jóvenes.
Otros temas
-¿Qué le parece que en los fondos participativos se le otorgue menos financiamiento a los sectores rurales?
-Eso es algo todavía relativamente joven, porque son proyectos que el alcalde está financiando hace poco, pero obviamente es muy notoria la diferencia, porque de los $50 millones, para los rurales son solamente $5 millones, lo que es muy poco. Entonces nosotros le hicimos un alcance a él para que el próximo año ojalá pudiese aumentar aunque sea en $5 millones más.
-¿Cómo viven el caso de los perros asilvestrados en el área rural?
-Todos quieren tener animales en sus casas, estoy hablando del área urbana y después nos dan el triple de trabajo a los rurales, porque si tú sales a la carretera está lleno de perros. Yo llegué a tener 10 perros en mi casa, porque salía al camino y te da pena ver a todos esos cachorros tirados allí. Ya nadie quiere recoger los perros y menos con la nueva ley que salió de la tenencia responsable de mascotas, entonces esos pobres perros del hambre tienen que atacar a los otros animales como las ovejas.
"La retribución más grande de ser dirigente son todos los proyectos que hemos ganado, es decir que no ha sido de puro gusto el haber caminado ni haber tenido una rabieta""