"Nos da envidia ver cómo en otras ciudades hay (…) automóviles de lujo patrullando"
María Elena Ojeda, alcaldesa de
Puerto Octay, por seguridad ciudadana
"Los arriendos ya están corriendo desde este mes, para que nos movamos del terreno"
María Marimán, presidenta de campamento Porvenir 2, por radicación
Un desolador panorama enfrentaron los casi 200 alumnos, profesores y apoderados de la Escuela Luz y Saber de Cancura, al observar las millonarias pérdidas dejadas por el incendio que afectó al recinto. El fuego, cuya causa habría sido una falla eléctrica, destruyó el pabellón principal, cuatro salas y el comedor.
En un partido donde el conjunto de Provincial Osorno fue ampliamente superior, los dirigidos de Juan Carlos Carotti sólo pudieron quedarse con un empate 1-1 en el duelo que los enfrentó de local en una lluviosa noche ante Universidad de Chile. Los goles fueron de Richard Báez (penal) y el descuento local de Marcos Lencina.
Una aplastante victoria anotó Osorno ante el representativo de Valdivia, previo al campeonato cestero Provincias del Sur que debe comenzar este viernes. El triunfo fue 97-67, con un primer tiempo que acabó 47-32. Las mejores manos fueron Luis Gianelli (17), por el local, y el americano Arthur Williams (23), por los rojiblancos.
Una de las definiciones que caracteriza al populismo dice que busca explotar los sentimientos de las masas con el objetivo de ganar su favor y su simpatía con el fin de instalarse -y ojalá eternamente- en el poder. ¿Cómo lo hace? Muy sencillo: se produce bajo el conjuro mágico de la palabra "pueblo", con la cual se revuelcan y babosean, sin que se les caiga la cara de vergüenza.
Lo cierto es que la triste realidad termina por demoler todos y cada uno de los mitos que rodean al populismo: basta mirar el colapso, el caos, la desesperación y la pobreza que sufre una parte importante de la población de Venezuela con la revolución bolivariana de Chávez y Maduro. Revisemos algunos de sus "mandamientos":
1.- El populista tiene por costumbre fustigar en forma sistemática a sus oponentes ideológicos del "color" que sean, existan o no razones.
2.- Es inmune a la crítica y alérgico a la autocrítica, y para eso busca chivos expiatorios a quienes culpar.
3.- El populista alienta el odio entre las clases sociales, en que los "ricos" son los causantes de la pobreza de las clases bajas y, por lo tanto, sus riquezas deben ser "expropiadas".
4.- El populismo exalta la figura de un líder, quien se transforma en el "profeta", el "caudillo", "guerrero" y "defensor" del pueblo.
5.- El populista fabrica las verdades a gusto y explota al máximo el proverbio latino: "Vox populi, vox Dei", es decir, la "voz del pueblo, es la voz de Dios", donde quien "interpreta" la voz del pueblo y de Dios es el populista, quien eleva esa interpretación al rango de verdad oficial.
6.- El populista no sólo usa y abusa de la palabra, sino que se adueña de ella: es portavoz supremo de la verdad oficial.
7.- El populista utiliza de manera libre y discrecional los fondos públicos, sin poner ningún tipo de cuidado por los principios y reglas que rigen a la economía y las finanzas.
8.- El populista moviliza a las masas y las enardece en contra de sus supuestos "enemigos".
9.- Dado que el populista desprecia el orden legal que "amarra" sus manos y restringe su poder, se apodera del Parlamento, dictando leyes arbitrarias o llamando a elecciones fraudulentas.
10.- El populista inicia un proceso para destruir las instituciones democráticas con el fin de eliminar cualquier traba a su poder. El objetivo es uno solo: validar una nueva constitución que le entregue plenos poderes para transformar a su gobierno en uno del tipo totalitario, donde sólo uno manda, en tanto que el resto se limita a obedecer.
Franco Lotito, académico,
escritor e investigador de la UACh
Coincidencia o no, lo que eran apacibles comunas cercanas a Osorno, enclavadas en los tranquilos paisajes del sur profundo del país, de un momento a otro se han visto inmersas en un escenario tan distante para ellas como lo es el debate acerca de la seguridad ciudadana, ya no vinculado sólo al abigeato -que ha sido la presencia tradicional en ellas-, sino que derechamente a hechos delictuales de alta connotación social ocurridos en la zona urbana y en los que incluso se ha hecho uso de armas de fuego. El primero de ellos se registró el miércoles de la semana pasada, cuando un grupo de al menos cinco personas cometió un asalto frustrado a la sucursal del BancoEstado de Puerto Octay, con el saldo de uno de los presuntos participantes fallecido; y el otro aconteció recién este lunes, cuando dos delincuentes intentaron robar una oficina comercial de Saesa en Entre Lagos, comuna de Puyehue.
En ambos incidentes, y esto es lo absolutamente desacostumbrado en la provincia de Osorno, los maleantes no han dudado en utilizar las armas de fuego que portaban. Representantes de la propia Fiscalía local han advertido el cambio de conducta de los delincuentes, pues si antes llevaban pistolas con la única intención de intimidar a sus víctimas, ahora no trepidan en disparar a quienes se les pongan de frente, que en ambos episodios fueron justamente carabineros que desbarataron la acción delictual.
Ciertamente no se puede hablar aún de una tendencia instalada como para activar las alarmas acerca de la llegada de una delincuencia más dura, pero la ocurrencia de dos hechos similares en menos de cinco días, y ambos con el uso de armas de fuego, debiera ser razón suficiente para que el Ministerio Público y las policías realicen un análisis criminalístico. En este sentido, urge averiguar si se está produciendo un traslado de bandas organizadas desde zonas en las que hay un mayor control policial (algo similar pasó cuando comenzó a implementarse el Plan Cuadrante); o si es producto de una laxa prevención de instituciones locales que no se han puesto al día en materias de seguridad. Tener claridad sobre esto será el punto de partida para frenar un alza de robos y asaltos con armas de fuego.