Sergio Silva
"El domingo cuando lo llamé estaba feliz por la nota que salió publicada en el diario. Wilo era como una enciclopedia caminante, aunque teníamos nuestras diferencias políticas, llegamos a ser grandes amigos. Es una pena su muerte".
El testimonio corresponde a Jorge Vergara, ex dirigente de la Democracia Cristiana y jubilado de Ferrocarriles, quien ayer no podía creer que la persona que estaba sin vida a un par de pasos suyos, era su amigo Guillermo Sáez Eickhoff (67 años).
Wilo, como cariñosamente lo conocían en Osorno, ayer manejaba su vehículo por calle Los Carrera. Al pasar la esquina de Manuel Montt, el móvil desvió su trayectoria hacia la vereda sur e impactó con un vehículo que estaba estacionado afuera de un local de repuestos. Se presume que su corazón presentó problemas, lo que explicaría su pérdida de conocimiento y posterior choque.
"Sentí el golpe y salimos a mirar. Ahí vi al chofer que estaba hacia su lado derecho. Lo sacamos rápido y comencé las maniobras de reanimación mientras llegaban los equipos de emergencia", explicó Víctor Alarcón, director de la Quinta Compañía de Bomberos, quien fue una de las primeras personas en brindarle asistencia tras el accidente. El hecho se registró minutos antes de las 15 horas.
Hasta el lugar arribaron profesionales del Samu y voluntarios de Bomberos, quienes pese a los esfuerzos de reanimación, no lograron evitar el deceso de Wilo, ampliamente reconocido en Osorno tanto por su labor de docente en el Instituto Adolfo Matthei, Inacap y la sede local de la Universidad de Chile, como comisario en la exposición Sago Fisur en la década del '80, además de su incursión en los medios de comunicación, ya sea como director de la Radio Sago y cronista por una década en El Austral de Osorno.
Hasta el lugar del accidente llegaron dos de sus hermanos, quienes de inmediato comenzaron a contactar al resto de la familia, como también iniciar los trámites legales a la espera que el cuerpo sea entregado una vez que finalicen los peritajes en el Servicio Médico Legal.
Multifacético
Describir a Guillermo Sáez es una tarea que toma tiempo, y es que más allá de ser un hombre con carácter, era una persona multifacética, que con los años iba sumando y entregando saberes.
Como recuerda Ricardo Alt, director de El Austral de Osorno a fines de la década del 2000, "a don Guillermo le gustaba que le llamaran historiógrafo, palabra que viene del griego y que significa 'el que escribe la historia'. Pero además de esto, era agricultor, profesor, ornitólogo aficionado, coleccionista de antigüedades y, por supuesto, comunicador, con más de 42 años de trayectoria".
Miguel Loaiza fue presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago) en la década del '90 y trabajó junto a Wilo, con quien cultivaba una amistad de más de tres décadas.
"A Wilo no podías solo saludarlo, tenías que iniciar una conversación, independiente si era de actualidad o simplemente del recuerdo. Él tenía una mente privilegiada, un conocedor de Osorno y me atrevo a decir que no hay otro como él", expresó Loaiza, quien pasadas las 16.30 horas se enteró de la muerte de su amigo.
Sáez fue parte del directorio de Sago AG, además comisario en la exposición y llegó a ser director de Radio Sago.
"Es una pérdida muy grande. Wilo era una biblioteca ambulante, de lo que le preguntaras siempre tenía una respuesta o simplemente la buscaba, nunca se quedaba con la duda. Un historiador que trató de mantener siempre vigente el Osorno antiguo, un amigo ilustrado y completo. La ciudad lo debe recordar como la 'Biblia de la ciudad'", admitió Loaiza.
Por su parte, Jorge Vergara, quien es oriundo de Concepción, conoció de cerca a Wilo Sáez: "vivía y vibraba por Osorno, le gustaba mucho el tema agrícola y principalmente las comunicaciones. Era feliz escribiendo en el diario, se le va a extrañar mucho. Cuando estuvo hospitalizado, él escribía sus historias y me las pasaba para que las entregue en el diario y fueran publicadas", añadió.
En su última entrevista que fue publicada en este medio el pasado sábado 22, Guillermo Sáez se describió como un individuo común y corriente, pero con algunas inquietudes que tal vez van más allá de la gente común.
"El tema de conocer la geografía y la gente de la provincia, de los territorios. Además, tengo una adicción a la lectura, cosa que hoy día no encontramos. Tengo una capacidad enorme de memoria, puede que sea genético, pero tengo una memoria extraordinaria, de eso sí que me puedo vanagloriar. Y no soy egoísta con mis conocimientos, aunque sí mal genio", precisó.
Colaborador
A Wilo le gustaba recorrer diversos sectores en su jeep Suzuki o en su automóvil Kia, siempre con su máquina fotográfica, que le generó más de algún dolor de cabeza en un comienzo al no saber bien cómo operarla. Lo mismo ocurrió con su computador portátil, donde guardó grandes historias, muchas de las cuales no logró publicar.
Sáez a mediados de 2007 fue contactado por Ricardo Alt, director en esa época de El Austral y lo invitó a hacerse cargo de la sección La Máquina del Tiempo, del suplemento de reportajes de este medio, donde abordaba el pasado y presente de la provincia.
"De eso han pasado casi 10 años y no hubo ningún domingo hasta éste que acaba de pasar, en que sus fieles lectores no vieran sus escritos. Por supuesto que siempre trataba de pasar goles: hechos históricos difusos para hacerle una talla simpática a un amigo o una pesada broma a un enemigo… Varios se nos pasaron colados y tuve que llamarle para retarlo. 'Nunca más, hijito', decía con la picardía del que lo volvería a hacer al instante", expresó Alt.
Los restos de Guillermo Sáez serán velados en la capilla del Parque Valle del Cedrón.