Contaminación de estero
La denuncia por contaminación efectuada por vecinos colindantes al estero Pichi-Pichil, ubicado en el sector de Pichidamas y que posteriormente fue canalizada por la Red Ambiental Ciudadana hacia la Seremi de Medio Ambiente, derivándose finalmente a la Superintendencia de Medio Ambiente, tiene una larga data.
Indistintamente a las infracciones que establezca el proceso sancionatorio a Mafrisur, es un hecho que se ha provocado un grave daño ambiental al estero y su entorno. ¿Y quién responderá por la recuperación de ese ecosistema?
De ahí que los particulares o empresas causantes de una degradación ambiental, deberían también de asumir los costos en su recuperación, con el objetivo de devolverlo a su estado normal, como es el caso del estero Pichi-Pichil. A su vez, los dineros recaudados por las multas aplicadas a quienes atenten contra el medio ambiente tendrían que ser utilizadas en ese plan de recuperación ecológico.
Las leyes imperantes muestran un vacío al respecto, de ahí que se debe avanzar en la búsqueda de mecanismos que impongan al causante de los daños la efectiva reparación de los mismos, a fin de salvaguardar nuestro deteriorado ecosistema.
Ricardo Becerra Inostroza, presidente de la Red Ambiental Ciudadana de Osorno
Católicos y obispo Barros
En la mañana del jueves, en el Obispado de Osorno, me recibió muy gentilmente el obispo Juan Barros. Tuvimos una conversación sana, objetiva y transparente, en la que le di a conocer la división y crisis que aún se mantiene en nuestras iglesias por su designación como máxima autoridad de la Iglesia Católica en la provincia, manifestándome que lo que ocurre en la ciudad está fuera de su alcance.
Le expresé que valoro muy positivamente el encuentro del día 12 del presente con el movimiento laico representado por su vocero Mario Vargas, acompañado por Danilo Andrade.
Monseñor, en varias oportunidades desde que asumió en marzo de 2015, el Movimiento de Laicos y Laicas intentó reunirse con usted, siendo negado en su totalidad, manifestándome que no es real, por cuanto sí ha tenido reuniones con personas y agrupaciones religiosas. Monseñor, como he escrito en otras oportunidades en el diario local, le he solicitado que ponga su mano en el corazón y dé un paso al costado, quitándose el peso que carga sobre sus hombros al relacionarlo con el caso del sacerdote Fernando Karadima por abusos sexuales a menores. Obispo Barros, si no ha cometido el acto que nuestros hermanos le imputan y tiene su conciencia limpia, en este Año de la Misericordia renuncie, no haga sufrir más a la comunidad religiosa, encomiéndese al espíritu del Dios Todopoderoso y diga "lo voy hacer porque con mi decisión", nuestra diócesis se unirá nuevamente y se consolidará para que los fieles de las iglesias osorninas terminen con este triste dolor y seamos nuevamente acogedores, llenos de reflexión, unión y fuerza espiritual.
Como sello final de la conversación me regaló una medalla con la imagen de la virgen y rezamos un Ave María y un Padre Nuestro. Yo como católico rezo para que nuestros hermanos no pierdan la credibilidad y pido a mi creador que se termine esta diferencia entre opositores y defensores. Tengo la esperanza que así será, porque la Biblia nos habla del maravilloso propósito de Dios que desea que sus hermanos disfruten de la vida.
Job Dumenes Vargas
Bus de la Familia I
A partir de un "error" observado en la cantidad de personas señaladas en vuestro diario, en que se menciona que había más de 300 personas entre adherentes y detractores del Bus de la Familia" en su visita a Osorno; cabe aclarar que según declaraciones vertidas por la autoridad de Carabineros a la televisión, el coronel Leonardo Castillo, fueron unas dos mil las personas que se reunieron en dicha actividad (comparto dicha apreciación, pudiendo ser incluso más).
Es del caso aclarar también que de esas dos mil personas, no más 200 formaron parte de los detractores, constituyendo una inmensa mayoría las personas que recibieron con alegría el mensaje pro-familia del bus.
Pablo Maquehue Martínez
Bus de la Familia II
Pensé que la intolerancia, con los famosos buses sólo era en Santiago. El jueves tuve la pena de comprobar que aquí, en Osorno, también hay signos de intolerancia: un grupo de padres cantaba y alabanzas al Señor, y al frente, un grupo de jóvenes gritaba "ahí están, ellos son los que odian, sin razón". Los padres nunca se dirigieron al grupo de jóvenes. Éstos, sin embargo, con mucho entusiasmo, lanzaban gruesos epítetos contra el pueblo evangélico, contra la Iglesia, contra los abusos (incluso de niños mapuches).
También lanzaron una docena de huevos al bus. Lástima que en una ciudad tan tranquila, ordenada y limpia como Osorno, no se respete la diversidad.
Eduardo Romero G.