Carolina Collins/Agencias
Christopher Nolan se toma varios años entre cada proyecto y, cada vez que regresa, lo hace mostrando un nuevo registro. Esta vez fue con "Dunkerque", sucesora de la cuestionada "Interstellar" (2014), en la que el aclamado director británico da un giro desde la ciencia ficción al cine bélico.
La anticipación al estreno sólo ha ido creciendo en la medida que los críticos se han rendido a los pies de esta propuesta, en la que Nolan narra la denominada Operación Dínamo, episodio de la Segunda Guerra Mundial entre mayo y junio de 1940, cuando más de 330 mil soldados aliados fueron evacuados en las costas francesas de Dunkerque, tras sufrir una derrota ante el ejército alemán.
Milagro o evacuación
Un episodio que ha interesado a historiadores y académicos por años, que no encuentran una explicación lógica para que Adolf Hitler decidiera detener el ataque contra los aliados, que con todos los barcos que tenían a mano se retiraron. Un acontecimiento que fue catalogado por el primer ministro británico, Winston Churchill, como un "milagro". Una evacuación que nadie, hasta ahora, había llevado al cine.
Ese fue por años el anhelo de Nolan, que creció escuchando esta historia, la que decidió contar sólo una vez que sintió que contaba con la experiencia necesaria para poder plasmarla en imágenes con justicia.
Esta ha sido una "oportunidad para narrar historias que no se habían contado antes en el cine" , aseguró Nolan a la agencia de noticias EFE en Londres, previo al estreno que será hoy, en Estados Unidos, y el próximo jueves 27 de julio en los cines chilenos.
Para Nolan, "no se trató de una victoria, ni de una batalla, sino de una evacuación", lo que, aunque puede "resultar bastante simple", terminó por convertirse en algo "muy importante", que forma parte ya de la "historia universal".
Realidad ficcionada
Y para contar una historia tanto épico como íntima, el británico -que antes dirigió cintas tan diversas como "Memento" (2000) y la trilogía de Batman, que concluyó en 2012 con "El caballero de la noche asciende"- el británico echó mano a un amplio despliegue de cámaras IMAX, barcos y aviones reales, todo con el objetivo de crear el mejor relato posible de un hecho de la vida real que volvió cinematográfico. "Quería mostrar la envergadura de la evacuación sin perder de vista la mirada personal de los protagonistas", explicó el realizador a la agencia de noticias DPA.
Nolan decidió relatar los hechos en tierra, mar y aire, en tres líneas temporales que en opinión del director "sirven para dar al público la perspectiva humana y, a la vez, la visión de conjunto".
Así, narra por tierra la semana que pasaron las tropas aliadas sitiadas por los alemanes en esa playa del mar del Norte, experiencia que se condensa en un día para la parte marítima y en una hora para la aérea.
Y para contar la mejor historia posible, el británico tomó distancia, sin prejuicios, de la realidad. "Opté por crear el universo de la evacuación e introducir en él a personajes ficticios, pues no quería poner voz a personas que ya no pueden hablar. Como guionista, sé cuánto hay que añadir a una caracterización para mostrar la verdad al público. Hasta que no hice esta película no supe lo que Werner Herzog quería decir con la verdad estética: a veces hay una mentira que cuenta la verdad. Es necesario ficcionar y dramatizar artificialmente para que el público comprenda la verdad que hay detrás. En esta película quería mostrar la envergadura de la evacuación y para ello me han servido más los personajes ficticios", detalló Nolan.
Alabanzas de la crítica
Y la fórmula dio resultado. La crítica sólo ha dedicado elogios para "Dunkerque", que incluso llegó a ser calificada por The Guardian como "la mejor película de Nolan hasta la fecha".
La película cuenta con un elenco conformado por Tom Hardy, Cillian Murphy Mark Rylance, Kenneth Branagh, Jack Lowden y el cantante Harry Styles, el ex One Direction que debuta a lo grande en la actuación.
Y aunque se trata de una cinta bélica, Nolan asegura que el público se puede entretener también con la guerra. "El motivo por el que amo el cine es que la pantalla grande puede llevarte a cualquier lugar, esa diversidad de experiencias que calificamos como entretenimiento. Hay muchas maneras de entretenerse, por ejemplo -y esto es un extremo- las películas de terror: dan miedo, pero de alguna manera también divierten. En "Dunkerque" hemos intentado crear tensión. No mostramos nada sangriento, nada que lleve a apartar la mirada de la gran pantalla".
