Verónica Salgado
El obispo Juan Barros y representantes del Movimiento de Laicos, que rechazan su presencia como líder de la diócesis local, se reunieron por primera vez tras 2 años de que el Papa Francisco designara al ex obispo castrense como máxima autoridad de la Iglesia Católica en la provincia de Osorno.
La cita, que duró más de dos horas, se realizó la mañana del martes 12 en las oficinas del obispado en avenida Mackenna, y fue gestionada personalmente por el prelado mediante un llamado telefónico a Mario Vargas, vocero del grupo que cuestiona su liderazgo religioso por sus vínculos previos con el sacerdote Fernando Karadima.
La inédita y sorpresiva reunión se produce en un escenario marcado por la división de la Iglesia local, que se evidencia en la conformación de dos movimientos laicos con visiones contrapuestas sobre la figura del obispo.
Y es que mientras uno crítica su gestión, el otro destaca su acercamiento a las comunidades cristianas, posiciones que con el paso del tiempo se han polarizado, protagonizando diversos encuentros verbales.
A esto se suma que desde la confirmación de la visita del Papa Francisco a Chile para enero de 2018, uno de los temas que se prevé marcará la agenda del pontífice será la situación que enfrenta la Iglesia Católica en Osorno, gatillada por el arribo del obispo Barros en marzo de 2015.
Puertas cerradas
A las 10.30 de la mañana llegaron hasta las dependencias del obispado Mario Vargas y Danilo Andrade, representantes del Movimiento de Laicos, a quienes esperaba el obispo Juan Barros y el sacerdote Francisco Triviño.
Mario Vargas, vocero del movimiento, relató que la reunión se gestó la tarde del lunes 10 de julio tras recibir un llamado telefónico del obispo Barros con el objetivo de agendar una cita con representantes del movimiento para conversar de forma privada.
"Nos sorprendió el llamado de Juan Barros, ya que muchas veces le solicitamos una reunión, pero sin recibir respuesta. Nosotros creemos que este encuentro fue forzado por la Conferencia Episcopal para tratar de poner paños fríos al tema antes del arribo del Papa", argumentó el vocero.
Explicó que la primera pregunta que le realizaron al obispo apuntaba a la división que existe en la diócesis de Osorno y la crisis que enfrenta tanto el clero como la comunidad católica local.
Según Vargas, esta realidad fue desconocida por Juan Barros, quien considera que sólo existen algunas dificultades, pero solucionables, además de negar tajantemente haber tenido mayores vínculos con el sacerdote Fernando Karadima, condenado por la justicia vaticana por abuso de menores.
"Fue un diálogo tranquilo, transparente y sincero, pero muy directo de parte de nosotros, le preguntamos concretamente que Juan Carlos Cruz había escrito una carta al Papa en 2014 donde decía que Juan Barros nunca hizo nada por evitar el abuso del que era víctima por parte de Karadima. Le pregunte tres veces si Juan Carlos Cruz mentía en esa carta y no respondió ninguna vez", dijo Vargas.
Danilo Contreras, que también estuvo presente en el encuentro, explicó que aceptaron la invitación del obispo porque siempre el movimiento buscó generar un diálogo, pero sin lograr concretar la instancia.
"Vinimos a conversar, cumpliendo nuestro compromiso de que el resto de las personas del movimiento no estarían presentes o afuera del obispado. Venimos de forma honesta y transparente a solicitarle que reflexione sobre la compleja situación que existe en la diócesis y que de su decisión depende no seguir causando más daño", comentó Contreras.
Peticiones mutuas
Mario Vargas explicó que la única solicitud concreta realizada por el obispo fue trabajar en conjunto para mejorar la relación que mantiene con algunas comunidades de Osorno donde rechazan incluso que ingrese a las parroquias o realice alguna actividad religiosa.
"Le explicamos que el líder de la diócesis es el obispo y que como pastor debe enfrentar los momentos complejos. Además, le solicitamos personalmente que renuncie a seguir ejerciendo el cargo de obispo de la diócesis de Osorno, por el amor que dice tenerle a la iglesia", precisó el vocero del movimiento.
Detallaron que durante la conversación el obispo se mostró nervioso, principalmente durante el inicio del diálogo o cuando se abordaba la temática asociada a Karadima.
La visita del Papa Francisco no fue tocada por el obispo Barros, pero sí por los laicos, quienes le explicaron que lo mejor para la iglesia chilena, para la comunidad y para el propio Papa, sería la renuncia.
"La cita terminó abruptamente, porque según el obispo tenía otro compromiso a pesar que estábamos conversando de forma cordial. Nosotros no creemos que fue sincero, porque negar una crisis que es evidente, que todos reconocen, nos parece muy poco objetivo", comentó Danilo Andrade a la salida del obispado.
Ambos miembros del Movimiento de Laicos recibieron una estampita con la imagen de los niños de la virgen de Fátima, que fueron entregadas por Juan Barros en señal de buenos deseos y compañía.
Por su parte, el obispo Juan Barros se limitó a expresar mediante correo electrónico que "es bueno conversar tranquilamente".
"Le solicitamos personalmente que renuncie a seguir ejerciendo el cargo de obispo de la diócesis".
Mario Vargas, Vocero de los laicos"
arribó el obispo Juan Barros a Osorno tras la designación del Papa Francisco. 2015
enero visitará Chile el Papa Francisco durante tres días. Estará en Temuco, Santiago e Iquique. 2018