El quinto Informe Mundial de la Felicidad elaborado por la ONU sitúa a Chile en el 20° lugar, dentro de un universo de 155 países. Según Wenceslao Unanue, profesor universitario y Director del Instituto del Bienestar, quien en 2014 participó como relator en la inauguración del año académico en Inacap Osorno, el altruismo es la clave de la felicidad, porque "debido a los desastres naturales como los terremotos e incendios, por ejemplo, han hecho que el país se una más y eso aumenta la felicidad".
Sin embargo, la felicidad es un concepto extremadamente más amplio que se resume en un estado de ánimo que supone satisfacción, donde la persona feliz está a gusto, contenta, alegre y complacida. El concepto es subjetivo y relativo, pero debe ser hoy en día motivo de interés para todos.
A miles de kilómetros de distancia con nuestro país, en el tramo oriental de la Cordillera del Himalaya, entre India China, se encuentra Bután, un pequeño reino de 800 mil habitantes. Este pequeño país budista ha sido conocido mundialmente por la preocupación que tiene su Estado al introducir el índice de medición de su desarrollo por la Felicidad Nacional Bruta (FNB). Esto lo hace su Ministerio de la Felicidad y para ello implementa políticas que permitan que sus habitantes gocen de una vida con sentido, con acciones para entregar una sana educación, preservar y promover la cultura y las tradiciones, crear sociedades más sanas, proteger la familia y disfrutar del ocio, entre otras.
El tipo de desarrollo de esta nación es diferente al enfoque de occidente, porque ellos ponen el acento en aspectos que buscan alcanzar una sociedad más feliz. Que las personas tengan una vida con sentido, se trabaje lo necesario, la gente duerma para descansar, disfrute del ocio y tenga tiempo para sus familias. La idea es encontrar un equilibrio, un balance entre los distintos aspectos de la vida. En Bután se sostiene que si no existen estos equilibrios, las enfermedades se harán presentes afectándonos como personas y sociedad… lo cual no nos permitirá ser felices.
Por cierto, algunas enfermedades y dolencias propias de nuestra sociedad son la envidia, el egoísmo o la deslealtad, con seres apegados al consumo y al individualismo, lo que conlleva a la depresión, el estrés e incluso el suicidio. Aún estamos a tiempo para replantearnos si somos felices, si queremos ser felices y cómo lograrlo.
Rodrigo Ibáñez Coronado, vicerrector de la
Universidad Tecnológica de Chile, Inacap Osorno