Una convivencia familiar casi termina en un crimen en el sector rural de Las Vegas, ya que el dueño de casa, identificado como Sergio Núñez, amenazó y golpeó a su hijastro Juan Ojeda, a quien dejó con una fractura de mandíbula de carácter grave, aunque sin riesgo vital.

El hecho se registró al interior de una vivienda del fundo Los Álamos, a unos 10 kilómetros de Osorno, en la ruta U-720.

Según los antecedentes entregados por Carabineros, el detenido habría estado bebiendo cervezas con su hijastro y por causas aún que son materia de investigación, se gestó una discusión con Ojeda, a quien atacó en el rostro con la culata de una escopeta calibre 12 de fabricación brasileña, para luego efectuar un disparo, el que afortunadamente para la víctima, fue a dar en otra dirección.

El herido logró escapar de su agresor y llamar a la policía, quienes al llegar al inmueble donde fueron recibidos con amenazas por parte del obrero agrícola, quien mantenía aún en su poder el armamento, por lo cual los funcionarios debieron reducirlo para adoptar el procedimiento respectivo.

FORMALIZAdo, pero libre

El detenido fue formalizado por lesiones graves y porte ilegal de arma de fuego, por lo cual el fiscal Rodrigo Oyarzún solicitó la prisión preventiva, no obstante, ello fue rechazado por la magistrada Olga Pérez, quien decretó la libertad para el imputado.

Ante este escenario judicial, el abogado del Ministerio Público presentó una apelación en sala, por la determinación de la jueza, por lo que será ahora resorte de la Corte de Valdivia establecer la medida cautelar a ser cumplida por el obrero agrícola, fallo que se conocerá durante la semana. Por ahora el obrero se mantendrá en prisión transitoria en la cárcel de Osorno.

El fiscal señaló que los motivos de la discusión son confusas, ya que la víctima aún no presta una declaración de los hechos, debido a la lesión sufrida en la mandíbula, lo que le impide expresarse de buena manera y contar lo sucedido.

Sergio Silva

El llamado de una persona que pidió la reserva de su identidad para declarar bajo anonimato, permitió a la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros ubicar el automóvil que atropelló la madrugada del sábado a Luis García Molina, de 34 años, quien murió producto de las graves lesiones sufridas. Con ello también se logró detener al conductor, identificado como Marco Jaramillo, de 19 años, quien tras el accidente escapó sin prestar ayuda a la víctima.

La información fue confirmada por el fiscal Rodrigo Oyarzún, al término de la formalización del imputado que será investigado por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte y negación de auxilio.

"Hay una serie de diligencias que se deben realizar, entre ellas tomar declaraciones a testigos del accidentes", dijo.

"por miedo"

Según los antecedentes conocidos en la audiencia, el imputado Marco Jaramillo regresaba a su hogar en un automóvil Chevrolet Chevette cuando al llegar a calle Acapulco, en la población Santa Norma, un colectivo que le antecedía realizó una maniobra para evitar atropellar a una persona que se cruzó en la vía.

"(Jaramillo) señaló que impactó con el costado izquierdo del auto a la víctima y por miedo dejó el lugar y fue a ocultar el vehículo a la casa de su abuelo. Mientras ello ocurría, el peatón, que sufrió graves lesiones traumáticas, no pudo recibir atención oportuna, y falleció en la vía pública", indicó Oyarzún.

Pese a que el informe preliminar de la Siat expresa que fue la víctima quien se expuso al cruzarse en la calle, el hecho de escapar y negarse a prestar ayuda al peatón ya es considerado una agravante en esta investigación, comentó Oyarzún.

Por ello, el fiscal solicitó la prisión preventiva para el adolescente, la que fue aceptada por la magistrada Olga Pérez, quien sostuvo que "la ley Emilia fue creada para sancionar a los conductores que manejan bajo los efectos del alcohol, si bien este no es el caso, por no existir un informe de alcoholemia, el hecho de fugarse y no prestar ayuda es una agravante", indicó en la audiencia.

Ahora el Ministerio Público tiene 90 días las diligencias, entre ellas, entrevistar a dos mujeres que iban con el imputado a la hora del accidente fatal, una de ellas sería la polola y la otra la prima del detenido.

JUSTICIA y escaramuza

Familiares y amigos del fallecido, a quien de cariño le decían "Lulo", llegaron a la audiencia y escucharon el relato del fiscal sobre lo hechos y la forma cómo falleció el trabajador que se desempeñaba como carpintero.

María Otilia Molina, madre de la víctima, señaló a la salida del tribunal "que esta es una situación muy dura, él deja a una pequeña hija al cuidado de sus abuelos. Ella ya sabe que su padre murió, está muy afectada por la noticia. Solo queremos justicia, el conductor pudo evitar atropellar a mi hijo, podría haber disminuido la velocidad al ver que el otro chofer evitó atropellarlo primero", comentó la mujer.

Mientras ella daba las declaraciones se registró una pelea con golpes de pies y puños entre amigos del fallecido y familiares del imputado, ante lo cual debió intervenir personal de Gendarmería. La escaramuza no dejó detenidos, aunque algunos daños en el vehículo de un juez.