Invitación a Felipe Berríos
Osorninos míos, pronto nos visitará el sacerdote jesuita Felipe Berríos, quien sostendrá una serie de charlas entre ellas con la CUT, la Unión Comunal, Corporación Pilmaiquén y sus amigos del movimiento de laicos. En una entrevista en radio Cooperativa, el sacerdote manifestó abiertamente que vendrá y apoyará la lucha de estos osorninos laicos que piden la renuncia del obispo Barros, argumentando que un pastor debe ser signo de comunión y no de división. Felipe Berríos te recuerdo que tú también eres sacerdote, por lo tanto, en tu ministerio también existe ejercer la misión de unidad y ser puente entre Dios y los hombres.
Te recuerdo que la realidad que tú debes exponer, es desde la lógica de Dios, que no es la igualdad sino el amor. No ese amor sentimental que proviene de las emociones, sino ese amor que no despega su mirada de la cruz. Te recuerdo que tu mensaje, lejos de incentivar el odio, el resentimiento y la lucha de clases, debe fortalecer la esperanza, la fe y la búsqueda sincera de la verdad, la cual hace libre al ser humano, teniendo como telón de fondo la lógica conciliar de que "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo".
Felipe Berríos, debes saber que vienes a apoyar a quienes se han tomado templos, a quienes han basureado la Iglesia llamándola la "cuna de la pederastía", a quienes han interrumpido eucaristías, celebraciones de confirmación. Te advierto que vienes a apoyar a quienes han dejado niños llorando dentro de la Iglesia, por no poder recibir a Cristo Eucarístico en forma tranquila y por primera vez, como pasó en la parroquia de Río Negro, mismo lugar donde tildaron a una religiosa de travesti. Y por último, vienes a apoyar a quienes han llamado delincuente y dictador al que preside la Iglesia, el Papa. En el lenguaje de ese grupo de personas, para nada se respira lo que tu misión como sacerdote debe ser: la unidad, lo mismo que tú en repetidas veces has exigido del obispo Barros.
Felipe Berríos, te invito a que te juntes también con estas personas que han sufrido estas molestias y se han visto vulneradas en la vivencia libre de su fe, que los escuches en tu calidad de sacerdote. Te invitamos a dialogar con la comunidad de fieles laicos y si no lo haces, entenderemos que serás uno de estos tantos sacerdotes con aires progresistas de poco evangelio, que buscan el aplauso de las masas. Estaremos atento a tu repuesta. Ubícanos por este mismo medio. Comunidad de fieles laicos de Osorno.
José Manuel Rozas Navarro
Fin a la delincuencia
Hace 50 años atrás, Chile estaba considerado como los anglosajones de la América, porque sus entidades funcionaban casi a cabalidad. Los políticos eran muy ponderados dentro y fuera del Congreso, respetuosos de sus adversarios y dedicados a legislar. Qué tiempos aquellos donde los ciudadanos concurrían a sus oficinas a recabar alguna información de interés nacional y el legislador se la entregaba sin preguntarle de qué partido era. Lamentablemente esto cambió después de 1973, donde Chile quedó fraccionado y los que deberían haberle puesto coto a este fraccionamiento, no lo hicieron. Las leyes se hacen con muchas garantías para el que delinque, tanto es así que el delincuente tiene abogado que paga el Estado. Además, los señores magistrados, son demasiados teóricos y muy poco prácticos. De qué le sirve al gobierno de turno, llenarse de policía, si el delincuente ya sabe que antes de 48 horas, saldrá en libertad. El problema es de país y como tal debemos derrotarlo antes que estas lacras nos arrinconen a estar asustado como los conejos y bajo siete llaves. Basta de discursos, encuestas y explicaciones que no son otra cosa que números. Ahí hay trabajo para los nuevos parlamentarios que se elegirán próximamente.
Duberlí Guerrero Rosas
Pedir perdón
"Como Presidenta de la República, pido humildemente perdón al Pueblo Mapuche y a las víctimas de la violencia rural. Hemos fallado como país."
De esta frase se puede escribir un tratado, pero la extensión no lo permite. Si, la Presidenta, para bien o para mal, representa al país y a los ciudadanos, aunque solo debe abarcar su período presidencial y no la historia del país. Cuando dice humildemente, significa que reconoce sus propias limitaciones y debilidades para obrar de acuerdo a los hechos. Pedir perdón es admitir la falta cometida, solicitando al afectado que se olvide y libere de la deuda implícita, las que en este caso, están fuera de lugar porque la justicia es quien debe definir las faltas y delitos en base a una investigación exhaustiva.
La Presidenta debió extender la solicitud de perdón también al Pueblo Chileno, que incluye a la etnia mapuche, por mantener la violencia con características de terrorismo en una región del país. Pedir perdón es arrepentirse y esperemos que así sea.
Marcos Concha Valencia