Contar con calefacción en las ciudades del sur del país durante otoño e invierno no es un privilegio, sino que una necesidad. Soportar las gélidas temperaturas de estos días requiere de aparatos que permitan hacer más amigable el ambiente en que se desenvuelven los estudiantes y trabajadores. En caso contrario, si no hay estufas a mano y el frío cala los huesos a cualquier hora del día (o de la noche), el rendimiento y la calidad de vida baja y, lo que es peor, se incrementa el peligro de enfermedades respiratorias, algo tan común en esta época.
Donde se expresa con mayor claridad la necesidad imperiosa de calefacción es en los colegios, donde a muy temprana hora llegan niños y jóvenes a recibir su formación escolar. Aunque hayan decenas de estudiantes reunidos en el salón de clases, las bajas temperaturas hacen mella, y si no hay estufas disponibles, rápidamente, y con toda justicia, los alumnos y los apoderados pondrán el grito en el cielo ante las unidades directivas.
Esto es lo que pasó hace algunos días en el Liceo Rahue de Osorno, que este año comenzó a operar en modernas instalaciones que fueron presentadas como ejemplo de calidad de la infraestructura pública educacional. Uno de los mayores orgullos del municipio de Osorno y de la autoridad de Educación fue el sistema de geotermia que se incluyó para calefaccionar las dependencias, a fin de evitar el consumo de leña y, por ende, la emisión de partículas contaminantes en una ciudad que desde el año pasado cuenta con un ambicioso Plan de Descontaminación Atmosférica.
Extrañamente este sistema falló y los alumnos se quedaron sin calefacción, obligando a las autoridades del liceo a desempolvar las viejas estufas a gas y eléctricas para combatir el frío. De acuerdo a lo explicado en el establecimiento, la red de geotermia, un sistema que aprovecha el calor que se encuentra en el subsuelo, quedó inutilizada por la falta de agua en las napas subterráneas, un pequeño detalle, en tiempos de sequía, que aparentemente no fue considerado en los estudios de ingeniería.
Aunque todavía se puede echar mano a la boleta de garantía, se necesitan más precisiones técnicas para explicar este desbarajuste, sobre todo si la red de geotermia fue exhibida como el gran avance del liceo y como efectiva herramienta para descontaminar el aire de los osorninos.