Bladimiro Matamala
La presencia de perros vagos en el área urbana y asilvestrados en las zonas rurales de Purranque, es un problema que aqueja a los vecinos de la comuna de Purranque. Por ello, el municipio trabaja intensamente desde hace dos años en varias líneas, "la primera busca sensibilizar a la población sobre la tenencia responsable de perros y también de gatos", indicó el alcalde Héctor Barría.
La segunda tiene que ver con la esterilización, según lo resumió el médico veterinario Tito Barra, a cargo, entre otras de sus tareas profesionales, del Programa de Esterilización Canina y Felina municipal en Purranque.
"Este es un problema súper delicado y las personas tienen que estar conscientes que al momento de adquirir una mascota sea, perro o gato, esos animales tienen derecho a una buena alimentación, cariño, cuidado, a un control sanitario, vacunaciones, etcétera. Y no porque el perrito va creciendo y comienza a provocar maldades en la casa y se vuelve un problema, hay que tirarlo a la calle. Lo mismo pasa con los perros callejeros y los abandonados, donde existe una gran diferencia", indicó.
El gran porcentaje de los perros que se encuentran en las calles de Purranque son callejeros, es decir, tienen un dueño identificado, que deambulan todo el día y en la noche se recogen a dormir a la casa.
"Entonces, no es justo dejar toda la pega a la municipalidad, Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), salud o a carabineros, hay una responsabilidad ciudadana compartida y eso se tiene que asumir. Por ahora nuestras autoridades están revisando la ordenanza", agregó el profesional.
Clínica y esterilización
Con relación a lo que se está ejecutando, Tito Barra detalló que "lo que tenemos en desarrollo con apoyo financiero de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) es la esterilización. Recordemos que son las dos modalidades que tiene el gobierno, ya sea por la vía de la licitación o por administración directa. Esta última fue la elegida por el municipio de Purranque".
Anunció que con este proyecto se instaló una clínica veterinaria municipal en la calle Aníbal Pinto, que cuenta con autoclave, insumos veterinarios, mesas para cirugías y post operatorio, entre otros.
Partieron a fines de 2015 y 2016 con un plan piloto de 200 esterilizaciones en la primera postulación ($4.200.000) y ahora se comprometieron con otras 1.000, de las cuales ya van inoculados 700 animales, plan que debiera concluir a fines de este año (con un global de $22.999.000 de inversión).
En forma paralela se integra a las juntas de vecinos en la sensibilización "para que nos ayuden a promover la esterilización de perros y gatos, machos y hembras, de esta forma pensamos intervenir 1.200 animales en 2 años de trabajo, que ha sido intenso y sostenido", explicó el médico veterinario.
Perros asilvestrados
En un recorrido efectuado por este diario por las zonas rurales, se constató que la preocupación por la presencia de los canes asilvestrados es evidente. Muy enojada con el sistema se mostró Edy Villanueva, pequeña productora de Coligual.
"El año pasado y como en esta fecha, los perros asilvestrados mataron mis ovejas y tres corderitos. Fuimos al SAG y nos dijeron que nada podían hacer. No se puede matar a los perros porque la ley los protege, pero si vuelven este invierno la cosa será diferente. Igual como familia pensamos comprar un burrito en Puyehue, porque si usted no lo sabía el burro es el único animal que protege al rebaño. Aunque vamos a quedar endeudados en Indap no importa, porque el burro nos costará más de 200 mil pesos", narró.
En La Naranja, la vecina y productora de ovinos, Judith Yefi, fue otra de las afectadas. En realidad los perros causaron una debacle en su rebaño.
"Mientras cerraba una tranca los perros asilvestrados se tiraron a mis ovejas recién preñadas. Bueno, en los últimos dos años ya van 15 animales asesinados por estos canes. Es una pena muy grande porque los pequeños campesinos vivimos de esto. Esperemos que algo nos ayude el hecho que este año vinieron desde la municipalidad a esterilizar a esos perros que son inmensos, vagos o salvajes no lo sé, porque después de todo el daño que causan nadie reconoce que son suyos", concluyó Judith Yefi.