Una manito de gato

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La acción de la foto, lamentablemente, da cuenta de la falta de educación cívica y responsabilidad en Osorno. En un país normal, pintar los pilares de la glorieta del principal espacio público no debería ser habitual, salvo por antigüedad, pero en la ciudad es obligación para tapar los mamarrachos que alguien cree tienen valor estético.