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Vialidad construirá un camino de ripio para mejorar el desplazamiento de alumna con discapacidad

SAN JUAN DE LA COSTA. Gracias a la insistente labor de la dupla sicosocial de la Escuela Puaucho, Catalina Naguil, de 13 años, podrá esperar el furgón escolar y evitará recorrer los 300 metros de barro que la separan de la garita.
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Alexander Hopkinson

Unos 300 metros separan el hogar de la pequeña Catalina Naguil, de 13 años, de la ruta principal donde pasa el furgón escolar que la lleva cada mañana, a las 7.20 horas, a la Escuela Rural de Puaucho, en San Juan de la Costa, donde cursa octavo básico. Debido a la discapacidad que sufre la menor, sus tías y tutoras, Eliana Aucapán y María Gualamán, la ayudan todos los días a cumplir la difícil misión de llegar temprano al paradero, esfuerzo que fue dado a conocer por El Austral de Osorno el 29 de marzo pasado y que generó revuelo a nivel nacional.

Uno de las técnicas consta del uso de una carretilla que permite agilizar el traslado, sobre todo cuando hay barro. Toda esta situación encendió las alarmas en el establecimiento de la menor, donde la dupla sicosocial compuesta por la sicóloga Claudia Soto y la asistente social Bárbara Cubillos decidieron intervenir y buscar una solución.

En un principio, la Municipalidad de San Juan de la Costa respondió al requerimiento ensanchando la huella que Eliana Aucapán hizo a mano con su pala. Sin embargo, el arreglo no fue suficiente para que el transporte escolar bajara hasta la casa de Catalina.

Ahora las fuertes lluvias han complicado todavía más la rutina de esta familia del interior de La Costa.

"En la mañana no podíamos salir, aquí en la vuelta quedamos entrampados en el barro, pero llegamos aquí arriba", relata Eliana Aucapán, quien además debe hacer un gran esfuerzo físico para subir a Catalina hasta la garita.

Luego de varios intentos y por un tema distinto al de Catalina, Claudia y Bárbara dieron con el jefe de Conservación de Vialidad, Juan Valenzuela, quien se enteró de la situación e hizo eco del llamado de la dupla sicosocial.

"En su oportunidad ellas llegaron explicando que no tenían otra alternativa y que habían tocado varias puertas. Nosotros acatamos ese llamado, sin embargo, la intervención de caminos particulares o vecinales no son de nuestra tuición, así que se hicieron las consultas a las jefaturas regionales, tanto al seremi de Obras Públicas como al director regional y ellos vieron la forma de ayudar y hacer una inversión pública en este camino", explica Valenzuela.

A través de la "glosa siete", que permite a Vialidad establecer convenios con gobiernos regionales, municipios y otras entidades estatales, se buscó la forma de brindar una solución a la problemática.

Los trabajos comenzaron el pasado martes, sorprendiendo a todos los integrantes de la familia que no sabían de la iniciativa. "Empezaron no más. De repente sentí unos ruidos y cuando iba a subir, ellos llegaron acá abajo de sorpresa", relata Aucapán.

"Ahora será más fácil. Yo creo que el furgón podrá bajar hasta la casa después. Ojalá que sea así, porque esto demorará un par de meses en afirmarse, porque el ripio es lento", complementa la tía.

En cuanto a la intervención del camino, el jefe de Conservación señala que lo primero que se hizo fue conformar el camino para luego rellenarlo con el material granular y una aplanadora. Una inversión cercana a los $15 millones.

Agentes de cambio

"Inicialmente se tocaron varias puertas sin tener mayor respuesta, casualmente concurrimos a Vialidad por otro tema hace un año y en conversaciones con Juan Valenzuela le contamos sobre el caso de Catalina", cuenta Claudia Soto, sicóloga del establecimiento rural.

Según la profesional, al principio consiguieron el ripio gratis a través de una empresa, sin embargo, transportar el material se transformó en un nuevo inconveniente, ya que el municipio no les prestó ese servicio.

"Nuevamente nos dirigimos a Vialidad Osorno a exponer la situación y solicitar alguna colaboración y ahí Juan nos dijo que iban a llevar a cabo ellos el camino en su totalidad. La verdad eso nos puso muy contentas", agrega Soto.

Bárbara Cubillos, asistente social de la Escuela Rural de Puaucho, en tanto, expresa que existe "una satisfacción tremenda de lo que hemos logrado. Fue un proceso bastante lento, pero luego de tanto insistir se abrieron las puertas para entregar el aporte que buscábamos como establecimiento y así mejorar un poco la calidad de vida de la alumna".

Ambas se mostraron contentas por el apoyo y voluntad del funcionario de Vialidad, quien se comprometió a monitorear los arreglos.

"Estamos muy agradecidas de Vialidad Osorno, quienes de muy buena voluntad accedieron a otorgar este beneficio que esperamos inaugurar con las personas involucradas", cerró Bárbara Cubillos.

De esta manera, en un corto periodo, cuando el material termine de cuajar, Catalina y su familia no tendrán que ocupar más la carretilla ni luchar contra el barro cada mañana para que esta joven, que continúa yendo al centro Teletón de Puerto Montt, vaya a estudiar.

"En la mañana no podíamos salir y aquí en la vuelta quedamos entrampados en el barro, pero (luego) llegamos a la garita arriba". Eliana Aucapán Tutora de Catalina"