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Elecciones en el Reino Unido: Theresa May gana, pero pierde la mayoría absoluta

NÚMEROS. Los conservadores pierden 12 escaños y los laboristas suman 34.
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Ayer, el pueblo británico acudió a las urnas para votar en las elecciones anticipadas convocadas por la Primera Ministra, Theresa May, con el fin de reforzar las posiciones del Partido Conservador de cara a la negociación del Brexit.

Según los datos a boca de urna, si bien May repetiría en su cargo actual, se llevaría un duro golpe: perder la mayoría absoluta que exigían para negociar el Brexit, 326 escaños. Esto, luego que el Partido Conservador ganase las elecciones legislativas del Reino Unido con sólo 314. En tanto, su rival y líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, aumentó en 34 escaños alcanzando un total de 266.

Caídas y subidas

Los conservadores registran un retroceso de 12 escaños; un mal resultado para la mujer que sustituyó a Cameron tras su fracaso en el referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea.

Según los sondeos finales, los conservadores lograron 314 diputados de los 650 (anteriormente tenían 330), seguidos de los laboritas de Jeremy Corbyn, con 266, el Partido Nacional Escocés con 34 y el Partido Liberal Demócrata con 14.

Estos resultados significan un revés para la Primera Ministra británica, quien se verá obligada a pactar para formar gobierno o negociar acuerdos puntuales.

Por otro lado, como consecuencia de los resultados, ayer la libra esterlina sufrió una drástica caída tras conocerse los datos a pie de urna: la moneda británica cayó al peor cambio contra el dólar en siete semanas y quedó a un 1,6% frente al euro y casi un 1,7% frente al dólar.

Ex jefe del FBI acusa a Trump de mentir y detalla encuentros con el Mandatario

DICHOS. James Comey dijo que documentó y filtró sus conversaciones con el Presidente para impulsar el nombramiento de un fiscal especial que investigue la supuesta injerencia rusa y si el gobernante incurrió en obstrucción a la justicia con peticiones impropias.
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En su esperadísima comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense, James Comey, director del FBI hasta el 9 de mayo pasado, acusó ayer al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de mentir, difamar a la organización policial, tratar de establecer una relación de "patronaje" con él y de intentar darle directrices para desviar la investigación sobre el teniente general Michael Flynn, ex Consejero de Seguridad Nacional de Trump.

La audiencia

En medio de una expectación inusitada, Comey describió sus encuestros con Trump ante el comité que investiga la supuesta intervención rusa para influir los resultados de la elección presidencial de noviembre pasado. En uno de esos contactos, una cena el 27 de enero en la Casa Blanca, Comey dijo que el mandatario le preguntó por la investigación que el FBI lleva adelante sobre Flynn, quien sólo permaneció 24 días en el cargo. Esto, tras tener que renunciar por sus polémicos contactos con representantes del gobierno ruso y su deficiente reporte de esas interacciones al Vicepresidente Mike Pence.

Según Comey, Trump le expresó su deseo de que dejase a Flynn fuera de la investigación que dirigía sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones y los supuestos vínculos del Kremlin con personas del entorno cercano del Presidente.

Comey manifestó que hubiese deseado tener grabaciones de algunos de estos encuentros: "He visto algunos tuits. Dios mío, espero que haya cintas", exclamó el exdirector del FBI minutos antes de confirmar que él mismo permitió la filtración, a través de un amigo, de las anotaciones que había tomado de sus conversaciones con el mandatario. Esto, dijo, para forzar el nombramiento de un fiscal especial a cargo de la investigación, algo que finalmente sucedió.

El 6 de enero fue el primer encuentro entre Comey y el entonces Presidente electo, en una sala de conferencias de la Torre Trump. En la ocasión, el objetivo era informarle al mandatario sobre los esfuerzos de Rusia de interferir en las elecciones. Según detalló el ex jefe FBI, la conversación fue a solas y "ahí le dejé en claro que no existía ninguna investigación sobre él (Trump)". Este punto ha sido enfatizado numerosas veces por el Presidente desde que despidiera a Comey.

Comey dijo confiar en que el fiscal especial determine si Trump incurrió en obstrucción a la Justicia. "Estaba honestamente preocupado por el hecho de que él (Trump) pudiera mentir sobre la naturaleza de nuestro encuentro. Sabía que podría llegar un día en que pudiera necesitar un registro de lo que pasó, no sólo para defenderme, sino para defender al FBI", dijo Comey, quien fue despedido por Donald Trump.

Los senadores le preguntaron directamente si consideraba que el presidente había incurrido en obstrucción a la justicia, a lo que respondió: "No creo que me corresponda a mí considerar si la conversación que tuve con el presidente fue un esfuerzo de obstrucción. Lo tomé como algo muy preocupante, pero esa es una conclusión sobre la que estoy seguro que el fiscal trabajará".

Una eventual acusación por obstrucción a la justicia podría derivar en un proceso de destitución del presidente. Eso es lo que claman algunos legisladores de la oposición demócrata, quienes insistentemente establecen paralelos entre este caso y el Watergate, el escándalo que que acabó forzando la renuncia del ex Presidente Richard Nixon en 1974.

Polémica despedida

Trump despidió de manera inesperada a Comey casi seis años antes del plazo legal, lo que sus rivales interpretaron como un intento de frenar las pesquisas de Comey sobre los supuestos vínculos entre su campaña y su equipo con los rusos para perjudicar a su rival demócrata, Hillary Clinton.

"No sé por qué fui despedido. Tomo al presidente su palabra, de que lo fui por la forma en la que dirigía la investigación rusa y la presión que eto ejercía sobre él. Estaba frustrado porque la investigación de Rusia estaba tomando demasiado tiempo y energía en la esfera pública", afirmó Comey.

"Mi sentido común me dijo que Trump buscaba algo a cambio de mi permanencia. Su gobierno decidió difamarme a mí y al FBI diciendo que en la organización reinaba el desorden, que estaba mal dirigida y que no había confianza en su líder. Eso era mentira, pura y simplemente", sentenció Comey.

Respuesta de Donald Trump

"El presidente estadounidense, Donald Trump, jamás sugirió o dirigió al ex director del FBI, James Comey, para dejar de investigar a nadie en la pesquisa sobre la supuesta injerencia rusa en los comicios de 2016 y los posibles nexos de su campaña con el Kremlin", aseveró el abogado del mandatario, Marc Kasowitz. También negó que Trump le pidiera a Comey "dejara pasar" la investigación a su ex asesor Michael Flynn ni que le pidiera lealtad al ex FBI "ni en forma ni en sustancia". Finalmente, Kazowitz matizó que "la Oficina del Presidente tiene el derecho de esperar lealtad de aquellos que sirven a la Administración".