Sergio Silva
Una nueva historia se comenzó a escribir en la vida de Heliberto Vidal Ojeda (79 años) la noche del martes. Y es que este adulto mayor que llegó hace dos meses a vivir al interior de un tubo de desagüe en el sector de Ovejería y cuya historia fue dada a conocer la semana pasada por El Austral, emprendió rumbo a la comuna de Frutillar donde se le entregó un hogar perteneciente al programa de viviendas tuteladas.
El caso de este ex trabajador agrícola, originario de la zona de Buenaventura en la comuna de Río Negro, fue pesquisado por el vecino de Rahue José Águila, quien durante varias semanas iba al parque Bellavista -en la ribera de Ovejería- para pasear a su perro Aquiles, cuando en uno de esos paseos encontró al adulto mayor viviendo en condiciones infrahumanas.
Ahí le brindó ayuda, tal como otra vecina de Ovejería que le llevaba desayuno en las frías mañanas, quienes contactaron a un equipo de este medio para difundir la cruda historia.
Tras su publicación, la noticia se masificó el fin de semana en varios portales de medios nacionales, causando la incredulidad de los lectores osorninos y nacionales al ver cómo un hombre de 79 años dormía al interior de un tubo sin recibir ayuda de los organismos estatales.
"Tengo una pensión y de ella dependo para comer y vivir, y el arriendo es caro por una pieza", sostuvo en su ocasión Heliberto, quien sólo pedía un lugar digno para vivir.
Reacción de autoridades
El pasado viernes el propio seremi de Desarrollo Social, Gonzalo Reyes, confirmó a este medio que el caso del adulto mayor no estaba en sus registros y asumió el compromiso de entregarle rápidamente ayuda.
Fue así como funcionarios del Departamento Social de la Municipalidad de Osorno, organismo que ejecuta un trabajo del Programa Calle, en alianza con el Ministerio de Desarrollo Social, se trasladaron hasta la ribera del parque Bellavista y ubicaron al protagonista de esta crónica, a quien le expresaron su intención de sacarlo de las condiciones en las que se encontraba.
Y como dice el refrán "No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague", recién la noche del martes Heliberto Vidal dejó la zona del ex basural de Ovejería y emprendió rumbo a su nuevo destino, la comuna de Frutillar, para iniciar una nueva etapa en su vida.
Antes de partir agradeció a todas las personas que se preocuparon por él, en especial a su "amigo del perro", como llamaba a José Águila y quien hizo público su caso, además de la vecina que le dejaba comida.
"Ella era como una madre que se preocupaba por mí. Ahora ya no pasaré frío, tendré una casita donde estar calentito", expresó Heliberto Vidal, quien al saber que iría a la comuna lacustre, explicó que "lo más lejos del sur que he llegado en mi vida ha sido Purranque", bromeó.
El pensionado llegó cerca de las 20 horas a Frutillar, donde lo esperaban las demás personas que viven en el condominio, los cuales le dieron la bienvenida.
Ayer despertó de una manera más digna y cómoda, pero preocupado de hacer su almuerzo en su estufa a leña acompañado de un café cargado para el frío.
"Él se fue a una vivienda del condominio tutelado de adultos mayores en Frutillar, ya que acá no teníamos cupo. No hay impedimento de su permanecía en el recinto, todo dependerá si se acomoda al lugar o buscaremos junto al municipio dónde pueda ser reubicado. Aquí hay que agradecer el trabajo de la red comunal del Programa Calle que logró actuar en un tiempo prudente tras la denuncia publicada en la prensa escrita", manifestó ayer el seremi, tras enterarse que Heliberto había pasado una buena noche bajo techo.