Vuelco en fallo obliga a agricultor de Puyehue a devolver $730 millones
RESOLUCIÓN. Juan Carlos Fuchslocher vendió en $930 millones los derechos de servidumbre de 28 hectáreas de su predio a la empresa hidroeléctrica Pilmaiquén S.A., por su aptitud hidroeléctrica, de los cuales deberá restituir la mayor parte, luego de que la Corte Suprema determinara que los terrenos debieron ser avaluados como agrícolas.
Un fallo de la Corte Suprema afecta al agricultor del sector Rucatayo, en la comuna de Puyehue, Juan Carlos Fuchslocher, a quien hace 10 años la firma hidroeléctrica Pilmaiquén S.A. le solicitó los derechos de servidumbre de 28 hectáreas de sus terrenos (bajo la Ley Eléctrica) con el fin de construir en el lugar una central.
La empresa determinó que la 28 hectáreas del predio eran las más aptas para levantar una nueva central en el río Pilmaiquén. En ese entonces, 2007, acordaron que el valor del terreno, dada su aptitud eléctrica, era de 930 millones de pesos, los que finalmente fueron pagados en 2010.
No obstante en 2009 ya se había tratado de rebajar la cifra, para lo cual se convocó a una Comisión de Hombres Buenos, que dictaminó que el precio correcto era de 760 millones de pesos.
Aún así, a la firma no le pareció suficiente esta rebaja respecto de lo inicial (2007) y reclamó ante el Juzgado de Letras de Osorno contra la Comisión y luego en la Corte de Apelaciones de Valdivia, pero ambas instancias reconocieron el acuerdo y obligaron a la empresa a pagar los $930 millones (en 2010), ratificando que si en el lugar se podía construir una central hidroeléctrica, era porque el predio de 28 hectáreas tenía dicha aptitud y no debía considerarse entonces el valor del predio como agrícola, ya que de hecho no sería ocupado para esos fines.
Sin embargo, la Corte Suprema determinó todo lo contrario a lo señalado por la Comisión de Hombres Buenos y los fallos de primera y segunda instancia, en algo que Fuchslocher califica como insólito.
De acuerdo al fallo de última instancia, el predio tiene un valor de $200 millones, tal como lo había planteado la empresa hidroeléctrica. Así, la Suprema obligó a Fuchslocher a devolver los $730 millones a Pilmaiquén S.A., ahora propiedad de la firma Statkraft.
Fallos a favor y en contra
El agricultor explicó que esta situación se remonta a 2007, cuando representantes de la empresa Pilmaiquén llegaron hasta sus terrenos para manifestar su intención de construir una central hidroeléctrica.
Fuchslocher confesó que en esa ocasión ni su padre ni la familia estaban de acuerdo con esta transacción, la cual finalmente terminaron por aceptar tras acordar una cifra de dinero por la venta de los derechos de servidumbre de las 28 hectáreas, pago que se realizó en 2010.
Fue con dicho acuerdo como ingresaron al predio para construir la central, contando además con la concesión de servidumbre de los terrenos.
Sorpresivamente, en 2009 llegó al lugar una Comisión de Hombres Buenos, solicitada por la hidroeléctrica, con el argumento de rebajar ante la justicia el precio acordado por los terrenos.
Y una vez que la firma taló los bosques y comenzó la construcción de la central (que actualmente está operativa), demandó a la Comisión de Hombres Buenos por considerar que el valor que habían estipulado para los terrenos era muy alto ($760 millones). Asimismo, el agricultor también demandó a la comisión por el bajo monto que le estaba dando.
Fue con ello que se produjo el juicio, donde en primera instancia resultó a favor de Fuchslocher, por lo que la empresa recurrió a un recurso de apelación ante la Corte de Apelaciones de Valdivia, donde nuevamente el resultado fue favorable para el agricultor y se determinó el pago de $930 millones.
Fuchslocher aseguró que luego de esta sentencia, la firma Pilmaiquén S.A. decidió reabrir el caso en la Corte Suprema, donde el veredicto fue a favor de la firma hidroeléctrica, argumentándose que los terrenos no tenían una aptitud hidroeléctrica.
"Los ministros tomaron la decisión sin conocer físicamente los terrenos, calificándolos como agrícolas, a diferencia del juez de Osorno, quien efectivamente en el lugar se dio cuenta de que los terrenos tienen las aptitudes hidroeléctricas", indicó Fuchslocher.
La firma lleva dos años instalada en el predio de Fuchslocher, cuyos derechos de servidumbre pertenecen a la empresa, luego de la transacción.
Compleja situación
Luego del fallo en última instancia donde se rebajó el valor de las tierras a solo $200 millones, por considerarse como agrícolas, Juan Carlos Fuchslocher deberá reponer parte del dinero que se le pagó anteriormente, es decir, $730 millones de los $930 millones pagados en 2010, los que según dijo no tiene, ya que los invirtió en su predio.
Es por ello que el agricultor ahora deberá responder con su campo, además de todo lo que está en él, lo que incluye su casa, para pagar lo que adeuda a la firma hidroeléctrica.
Además, el agricultor señaló que paralelo a la notificación sobre el fallo de la corte en que decía que debía pagar dicho monto a la firma hidroeléctrica, recibió un documento de la Tesorería, en el cual se le informaba que si no se ponía al día con el pago de las contribuciones de la central hidroeléctrica de 2016, ésta sería rematada el próximo 28 de junio.
Cronología judicial
Paralelamente a lo que ocurría en la causa 1250-2010, la Empresa Rucatayo demandó a inicios de 2012, también ante el Primer Juzgado de Osorno, a Juan Carlos Fuchslocher, por la suma de $18 mil millones bajo el fundamento de que Fuchslocher había hostilizado a la empresa con ciertas conductas, lo que habría atrasado el proyecto final.
La demanda fue rechazada por el Primer Juzgado, causa bajo el Rol 300-2012. El juez no condenó en costas a la empresa, aunque rechazó la demanda de forma completa, por estimarla carente de fundamento.
La firma apeló a la Corte de Apelaciones de Valdivia, donde bajo el rol civil 978-2015, confirmó el rechazo de la demanda. Pero igualmente estimó que dada la falta de fundamentos, la firma debía pagar las costas y gastos del juicio. El fallo fue 3 por 0.
La empresa recurrió de Casación ante la Corte Suprema, no obstante, cuando el tribunal se aprestaba a recibir alegatos de las partes bajo el rol 6.834-2016, el abogado de la empresa, Ramón Cifuentes, desistió de la demanda el día antes de la vista de la causa.
Firma noruega
Luego que se produjera esta situación y ya con la hidroeléctrica funcionando en su totalidad, la empresa chilena Pilmaiquén S.A. fue comprada por la noruega Statkraft, la cual, según aseveró el agricultor, compró estas acciones a pesar de estar embargadas.
Sobre esta situación, desde Statkraft declinaron hacer mayores declaraciones, aunque se refirieron a estos hechos mediante un comunicado.
Al ser consultados sobre el no pago de las contribuciones por parte de la empresa, señalaron que: "Statkraft sólo tiene derecho a una servidumbre en el predio de propiedad de Juan Carlos Fuchslocher, por lo tanto, la obligación del pago de contribuciones corresponde al propietario del mismo. Como empresa desconocemos si efectivamente existe una deuda bajo ese concepto".
En relación a la situación judicial que afectaría al agricultor, indicaron que "no existen novedades en lo referente a la situación judicial entre la Empresa Eléctrica Pilmaiquén -de propiedad de Statkraft- y el mencionado vecino. Aún no se ejecuta el fallo de la Corte Suprema que obliga al señor Juan Carlos Fuchslocher a restituir una suma a la compañía, situación sobre la cual la empresa no ha ejercido hasta hoy ninguna acción más que las propias que le asisten en un procedimiento civil de esta naturaleza y en el cual se ha dictado sentencia de término favorable a los intereses de la empresa".
Además, dejaron abierta la posibilidad de establecer conversaciones con el agricultor, "Statkraft reitera su voluntad de mantener con el señor Fuchslocher, y con todos los vecinos y propietarios de la zona, una relación de diálogo directo y permanente, sin perjuicio de las obligaciones y cargas legales que le corresponde ejercer o soportar a cada una de las partes".
Reacción de la sago
Frente a la situación por la que atraviesa Juan Carlos Fuchslocher, la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago) mostró su preocupación en relación a que una empresa de generación eléctrica no agote todas las instancias posibles para llegar a acuerdos en esta materia, donde dos rubros trascendentales para la economía regional, como son el energético y el agrícola, se encuentran.
"Creemos que desde un principio se debió respetar el acuerdo alcanzado o, luego de ello, la decisión de la Comisión de Hombres Buenos y no terminar en esta disputa judicial que sin duda da una mala señal a la comunidad regional y al país: no es la forma como Sago ve el desarrollo armónico de dos actividades de importancia económica y social para el territorio", manifestó Christian Arntz, presidente de Sago.
"Los ministros tomaron la decisión sin conocer físicamente los terrenos, calificándolos como agrícolas, a diferencia del juez de Osorno".
Juan Carlos Fuchslocher, Agricultor de Rucatayo"