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81 libros suma la digitalización de los archivos del Obispado local

PATRIMONIO. El trabajo se desarrolló desde 2013 en conjunto entre la Catedral San Mateo y el Programa de Estudios y Documentación en Ciencias Humanas (PEDCH) y ahora está a disposición del público que recurre al archivo pastoral por mero gusto o para reconstruir su vínculo familiar para posibles reclamaciones hereditarias.
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Rodrigo Gómez

Si tuviéramos que calcular la cantidad de información disponible en los archivos de la catedral San Mateo que fueron digitalizados, en equivalencia a fotos de buena calidad tomadas con un teléfono celular, corresponderían a 19.800 imágenes aproximadamente. En total son 81 libros digitales en formato PDF que hoy están a disposición de la comunidad para su revisión en distintos usos que les puedan dar, los que suman 59 gigabytes, que es una unidad de almacenamiento de la información.

Las miles de páginas de los archivos disponibles en la ciudad y que datan incluso de textos del siglo XVIII, ya no solo están en estanterías ni guardadas en un espacio al interior de la catedral de la ciudad, pues hoy se encuentran además en las instalaciones del Programa de Estudios y Documentación en Ciencias Humanas (PEDCH) de la Universidad de Los Lagos, organismo que contribuyó a que se realizara la digitalización en una segunda etapa que se extendió desde abril de 2013 a julio de 2015.

En la etapa final del trabajo mancomunado entre ambas entidades, se logró clasificar a los archivos disponibles, que suman cuatro categorías.

Documentos

Entre las divisiones de los textos del Obispado se cuentan las de "bautizos en la Parroquia San Mateo", la que suma 39 libros con el registro de sucesos ocurridos desde 1822 al 1925, volviéndose la colección con más documentos en categoría digital.

Dentro de la otra categoría con más libros, sigue la relacionada a las "defunciones". Esta tiene 29 libros y hay archivos alusivos al período comprendido entre 1799 y 1940.

Le sigue la del sacramento del "matrimonio", con 10 libros y registros que datan desde 1976 al 1905. Asimismo hay una lista que hace alusión a los "bautismos y matrimonios de indígenas" que tiene tres libros, con la inscripción y registro que va desde 1897 hasta 1931.

Entre todos suman 81 textos, los que en promedio tienen 250 páginas cada uno, incluso algunos superan las 400. Entre todo, se calcula podría haber más de 5 mil páginas de la historia local, de historias y registros cuando la Iglesia Católica y sus parroquias cumplían la importante tarea de tener el registro de lo que ocurría antaño.

Dicha función la llegó a asumir el Estado después de la creación del Servicio de Registro Civil e Identificación, donde actualmente debe quedar registro de las defunciones, matrimonios o uniones civiles y nacimientos.

Iniciativa

Si bien en los últimos años se trabajó en conjunto a la Universidad de Los Lagos, la tarea de digitalización partió en 2010.

Así lo recuerda Vivian Arend, quien es la secretaria de la Vicaría Episcopal para la Educación y encargada del museo de la catedral: "Se inicia en 2010 cuando ganamos un proyecto del 2 por ciento. Con la universidad empezamos en el 2012, ellos a su vez copiaron y fecharon los libros que datan de 1795 y son de bautismo, matrimonio y defunciones", precisó.

Asimismo, sobre la importante información que se dispone dentro de los archivos de la Iglesia, asegura que "es común que del Registro Civil nos envíen a las personas por datos que ellos no pueden entregar, porque no los tienen".

En efecto, la opinión es compartida además por Carolina Carillanca, quien es la encargada del Programa de Estudios y Documentación en Ciencias Humanas (PEDCH) de la Universidad de Los Lagos.

"La Iglesia Católica es antecesora a la formación de los estados modernos que nacen en el siglo XVIII, por lo que tiene una larga data. La Iglesia era la garante de asegurar la continuidad de la familia como el primer núcleo que después dará forma a los Estados", afirmó Carillanca, quien además es magíster en Ciencias Humanas.

A su vez, Arend recalca que con esto se rescata la importancia de los textos y documentos, ya que "es fundamental pues en esos archivos está la historia de Osorno desde esa fecha al menos (1796), por lo que estando digitalizados se cumplen dos objetivos: el de salvar los libros, ya que se deshacen por la antigüedad y manipulación, y a la vez estamos actualizados para acceder a esta importante información".

Uso y acceso

A pesar de la existencia de los archivos originales, los que aún se encuentran en la Catedral San Mateo, hoy tener acceso a ellos es mucho más fácil y cómodo, ya que sólo basta con concurrir al PEDCH de la Universidad de Los Lagos, en calle Cochrane, para poder revisarlos e incluso llevarlos consigo a través de unidades de almacenamiento como pendrive o discos duros.

Sin embargo, si el usuario quisiera llevarse la totalidad de los archivos, tendría que tener más de uno de estos artículos tecnológicos. Los 81 libros digitalizados suman en total 59 gigabytes (GB), por lo que quien los quiera, necesitaría entre 14 y 15 pendrive de 4 GB para almacenarlos.

Sobre el trabajo realizado en la última etapa del proyecto, Carillanca estima que "básicamente el aporte fue tomar los últimos tomos para la digitalización, además de hacer los catálogos y el trabajo de compaginación de los archivos en PDF".

Asimismo, la profesional contó que el acceso está disponible en las dependencias donde trabaja como también en el Obispado local, lo que "permite que la información se conserve a largo plazo".

Entre los usos que actualmente le brindan las personas, se cuentan la posibilidad de esclarecer el origen de quienes buscan reconstruir su árbol genealógico por motivos personales, tanto como judiciales con la intención de demostrar un parentesco con otra persona que haya vivido hace un par de siglos en Osorno.

"Hace una semana vino una señora que necesitaba revisar todos los archivos de bautismo porque están haciendo un trabajo familiar de árbol genealógico para poder acreditar que son herederos de migrantes alemanes y españoles", recuerda Carillanca sobre los distintos tipos de requerimientos que realizan los usuarios.

Según recuerda la encargada, la mujer presentará los documentos que encuentre ante la Embajada de Alemania, incluso como una prueba fidedigna de descendencia.

Si bien la institución de educación superior local ingresó al proyecto cuando ya estaba en marcha, esto no habría concluido sin la tarea que realizó Miguel Ángel Cea (27 años).

Todo por una beca

Él en 2013 estaba cursando el Magíster en Ciencias Humanas en la Universidad de Los Lagos y llegó al proyecto por una beca de trabajo.

"Esta beca en primera instancia consistía en revisar los archivos que se encontraban en la catedral San Mateo y posterior a eso, hacer la digitalización. Me encontré con muchos archivos que debieron ser fotografiados para digitalizarlos", explica Cea, quien afirma que los textos a los que tuvo acceso se encuentran en un estado delicado, ya que algunos suman 221 años desde su creación.

Dentro del proceso de realización, Cea comenta que para la ardua tarea, debía utilizar guantes para manipular las páginas de antaño "ya que al menor movimiento brusco, el papel se podía romper".

Sin embargo, una de las grandes dificultades que enfrentó el estudiante de magíster a la hora de trabajar con los antiguos libros, fue entender lo que en ellos se consignaba a través de una caligrafía a pluma y con una letra manuscrita.

"El tema también es que tú no puedes leer lo que dicen estos archivos, necesitas muchas veces de darle un zoom a la imagen para ir tratando de comparar letras y tratar de entender lo que se dice", asegura Cea, quien agrega que "si no has visto con anterioridad este tipo de letras es muy difícil de leerla. A mí en un principio me costó mucho, pero con el tiempo vas ganando la experiencia".

Añade que "la letra de médico todavía es legible al lado de estas de antaño", bromea Cea, en relación al mito de que es la grafía más compleja de leer.

Hoy con los archivos originales, Vivian Arend asegura que se está buscando el espacio adecuado para la conformación de un museo dentro de la catedral San Mateo, donde el público tenga acceso.

"El aporte fue tomar los últimos tomos para la digitalización, además de hacer los catálogos y el trabajo de compaginación"

Carolina Carillanca, Encargada del PEDCH"

"Si no has visto con anterioridad este tipo de letras es muy difícil de leerla, a mí en un principio me costó mucho"

Miguel Ángel Cea realizador cuando tomó la ULagos el proyecto"

Datos:

El más antiguo: El archivo de más larga data es de 1796 y está dentro de la clasificación de "matrimonios" de la parroquia.

El más numeroso: 39 libros contiene la clasificación de los bautizos en la catedral San Mateo, que datan desde 1822 hasta el 1925.