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Utilizan taller de huertos como una terapia para la salud mental

ALTERNATIVA. En el invernadero del Centro de Salud Mental Comunitaria Oriente (Cosam) plantaron una decena de especies vegetales, desde cilantro a hierbas medicinales, las que tienen un doble propósito: generar instancias de tratamiento y, además, otorgar la posibilidad de que los usuarios aprendan a cultivarlas en sus hogares y que eso se transforme en una opción de sustento económico.
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Rodrigo Gómez

En algo había que ocupar el gran espacio disponible al interior del Centro de Salud Mental Comunitaria Osorno Oriente, de calle Germán Hube. El proyecto venía tomando fuerza desde noviembre del año pasado, cuando entre pacientes, profesionales del recinto y miembros de la comunidad, decidieron construir un huerto para tareas multipropósito, el cual es autogestionado por los mismos miembros del lugar.

Hace unos días el espacio tuvo su inauguración formal, ceremonia a la que incluso asistir la directora del Hospital Base de Osorno, Graciela Mutizábal, ya que el Cosam depende de dicho recinto.

También participaron integrantes del taller, los que acuden una vez por semana a ocupar las dependencias del huerto, específicamente los viernes.

Entre 15 personas se dedicaron a la limpieza del lugar donde se emplaza el huerto. Según la responsable del proyecto, la asistente social Viviana Sánchez, antes del trabajo realizado entre todos, la vegetación fácilmente llegaba hasta la cintura cuando entraban al patio del recinto de salud mental.

A esas tareas se sumaron el armado de la estructura misma, lo que también se concretó con el entusiasmo de los integrantes de la comunidad.

Objetivos

Hoy el espacio habilitado para la plantación tiene doble propósito: proveer de una terapia alternativa a quienes padecen de alguna condición que los hizo llegar hasta ahí; y además, transformarse en una instancia de emprendimiento para los usuarios que participan, debido a que producto de sus patologías pudiesen encontrarse inhabilitados para trabajar y así generar recursos para autosustentarse.

Asimismo, el espacio se levantó con apoyo municipal a través del programa de Articulación de Rede. Desde la casa edilicia proporcionaron las maderas y plásticos para la construcción del invernadero.

En esa línea, la jefa del Centro de Salud Mental Comunitaria Osorno Oriente, Alejandra García, valoró la iniciativa de la cual forman parte.

"Es motivo de mucha alegría y satisfacción porque nos ha permitido brindar un espacio distinto terapéutico a nuestros usuarios y, por otro lado, vemos cómo han ido desarrollándose y estando mucho mejor en su patología y en su condición en general", afirmó García, quien lleva seis años a cargo del Cosam Oriente de la ciudad y ha constatado en primera línea las ventajas que ofrecen este tipo de instancias.

Cuando llegó a la jefatura el 2011, ya habían estas instancias de mejoramiento de la salud mental de los pacientes a través de estas iniciativas, pero "teníamos este centro diurno de rehabilitación sicosocial que disponía de un taller de huertos y nuestros usuarios eran derivados a él, pero como se fue, ya que ahora está en Cochrane, nos quedamos sin la posibilidad de brindar ese espacio".

Dar frutos

Las funcionarias a cargo del proyecto aseguran que en un comienzo las clases del taller se realizaban hasta dos veces por semana, pero en la actualidad se redujo a una.

Incluso, hay usuarios que tenían una dedicación especial de ir a regar las plantaciones todos los días, ya que -estiman- así se sentían parte del huerto, además de útiles y dejaban por un rato el estado de desequilibrio emocional que los llevó hasta el Cosam.

En el espacio de 10 metros de largo por 6 metros de ancho ya se puede observar el trabajo de los pacientes, quienes han plantado varias especies vegetales entre ellas perejil, tomate, ají, frutillas, porotos, arvejas, ciboulette, acelgas y cilantro. Incluso hay ortigas, las que no se plantaron sino que "solo salieron", asegura Viviana Sánchez.

Otro de los aspectos positivos es la consideración de plantas medicinales dentro del espacio. "En primera instancia, esto partió con el enfoque de la utilización de material reciclado, que en este caso eran las botellas plásticas que estábamos juntando y las cuales también hemos ido utilizando a través del taller de huertos. También la necesidad de tener un espacio para cultivar verduras y hierbas medicinales", recordó Sánchez, sobre cómo se dio inicio a la obra.

Agregó que las plantas medicinales en un futuro se podrían ocupar en terapias complementarias curativas de patologías psicológicas.

Entusiasmo

La asistente social mira con alegría las fotos en la pantalla de su computador. Guarda imágenes desde los inicios del proyecto, cuando entre todos comenzaron las excavaciones para los cimientos del espacio que suma 30 metros cuadrados.

En las fotos las personas se ven felices en labores relativas a la tierra, las plantas y las semillas. Sin embargo, el invernadero no solo ha estado sujeto al entusiasmo que demuestran los participantes, ya que entre todos han debido someterse a capacitaciones realizadas por el municipio.

"En una segunda instancia nos capacitaron a nosotros como profesionales a y nuestros usuarios que estaban interesados en participar en la confección del huerto en una charla que se realizó en el Cosam", recordó Sánchez.

Esas instancias se realizaron en dos oportunidades y la primera de ellas fue para contarles sobre los tratamientos que había que darle a las plantas y al terreno una vez que se concretara el proyecto.

La segunda instancia fue en terreno, donde personal municipal se preocupó de observar la concreción del proyecto.

Sobre el número de participantes concretos, la asistente social ratifica que es un taller abierto a la comunidad "tanto para ellos como para sus familiares, porque tenemos que entender que muchas veces cuando una persona está en tratamiento, tiene que tener una figura significativa que los acompañe en el proceso. Hoy son alrededor de 15 usuarios los que están participando".

Mejoras psicológicas

Dentro de las patologías de los usuarios se encuentran variados diagnósticos, desde leves a los que requieren mayor atención y supervisión médica.

La sicóloga y terapeuta familiar, Claudia Hermosilla, lleva cuatro años trabajando en este Centro Médico de Salud Mental y afirma que la evaluación de los pacientes es positiva, según lo que observa en sus pacientes.

"He visto la mejora que hay en el ánimo, lo contentos que están todos quienes participan en este taller, desde el primer momento y más cuando han visto el avance, porque eso es súper simbólico", estima la especialista, quien describe que antes el patio era un sitio que estaba en estado de abandono porque no se le otorgaba ningún uso.

Entre los efectos que percibe la profesional de salud mental, afirma que "se sienten felices, seguros, distintos. Que están ocupando su tiempo en algo provechoso, en algo que los nutre de otra forma".

En esa línea, hace la diferenciación de lo que ocurre dentro de un box de atención más "tradicional", donde solo se encuentra el paciente y el sicólogo, ya que "eres tú y tus pensamientos, pero cuando están en el espacio grupal es distinto".

Ejemplificó diciendo que "tengo un paciente que viene todos los días a regar y es porque tiene un compromiso con esta labor. Quizás en vez de estar en casa pensando en las situaciones que le generan dolor, pena o angustia, prefieren venir hasta acá", argumentó.

Sobre los diagnósticos de los pacientes que recurren al Cosam y que pueden usar el taller, hay una amplia gama dice Hermosilla, quien afirma que "acá están los casos más severos, porque es un centro de especialidad. Tenemos depresiones severas, trastornos del ánimo, bipolaridad u otros cuadros como la esquizofrenia".

"Nuestros pacientes por lo general ya pasaron por otras instancias en la atención primaria", detalló.

El desafío ahora, cuenta la sicóloga, es potenciar la utilización de este taller en adolescentes y que recurran a este tipo de actividades, ya que por lo general los que asisten bordean los 40 años hacia arriba. "Puede ser un nuevo desafío, hay que armar un nuevo grupo, sería una buena alternativa", sentencia.

Datos:

Inicios: La idea inicial era utilizar materiales reciclados para la concreción del huerto, principalmente botellas.

Adolescentes: Entre los pacientes del Cosam Oriente hay adolescentes que se pueden potenciar como nuevos usuarios del taller.

"Esto partió con el enfoque de la utilización de material reciclado, que en este caso eran las botellas plásticas que estábamos juntando".

Viviana Sánchez asistente social"

"Es motivo de mucha alegría y satisfacción porque nos ha permitido brindar un espacio distinto terapéutico a nuestros usuarios".

Alejandra García, jefa de Cosam Oriente"