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Las características del proyecto y su importancia estratégica en el horizonte político-estratégico de Beijing

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El proyecto de infraestructura podría conducir a la creación de una de las zonas económicas más importantes del mundo. La nueva Ruta de la Seda tendrá como eje el Corredor Económico China-Pakistán (CECP), que pretende unir la región occidental de China con el Mar Arábigo y el Océano Índico, a través de Pakistán. Este corredor, por donde transcurrieron las más importantes vías comerciales que permitieron exportar seda china desde el siglo I AC, es uno de los objetivos en las ambiciones de Beijing de conectar mejor a China con Medio Oriente y con el este de África. El proyecto, al menos en lo que toca al corredor específico, incluye la modernización de carreteras, ferrocarriles, gasoductos y otros grandes proyectos de infraestructura desde la costa paquistaní del Mar Arábigo hasta la frontera noreste del país, que limita con China. ¿El objetivo? conseguir un acceso por tierra hacia el Océano Índico más práctico y eficiente, con lo que la nueva ruta daría a China acceso hacia la región del Golfo Pérsico y Medio Oriente y una posición ventajosa sobre África.


Algunos importantes líderes mundiales estarán presentes, otros tantos no asistirán al evento

China se ha preparado desde hace meses para el que considera como evento diplomático del año. Y la respuesta del mundo no ha sido menor. En total, a la cumbre asistirán 28 Jefes de Estado y Gobierno y estarán representados 111 países. La coyuntura refuerza la idea china de mostrarse como el nuevo "adalid" del libre comercio, con el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ausente de la cita y poco después de retirarse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).

Algunas de las figuras que acompañarán a Xi serán los Presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan. Pero junto a la ausencia de Trump tampoco llegarán a la capital china el primer ministro indio, Narendra Modi, o la canciller alemana, Angela Merkel, junto a la primera ministra británica, Theresa May. Chile estará representado por la Presidenta Michelle Bachelet, quien con esta visita responderá a la invitación oficial que el Presidente Xi le realizara en la visita de Estado que hizo a Chile en noviembre del año pasado.


China niega que quiera dominar las nuevas rutas comerciales y promete beneficios a sus participantes

El Gobierno chino negó esta semana que pretenda dominar la "Nueva Ruta de la Seda", pese a ser una iniciativa de Beijing, y prometió beneficios globales de cara a la cumbre.

"China no quiere tocar solo", dijo esta semana el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Geng Shuang, al ser consultado por las dudas del beneficio que obtendrán otros países por su participación en este proyecto.

Pese a que expertos consideran que puede servir de estímulo económico donde los proyectos se construyan, también alertan de que puede ser un esfuerzo de Beijing por expandir su influencia y garantizar su acceso a materias primas. Ante las críticas, el portavoz chino recalcó que Beijing busca el consenso y no dominar el escenario global. "Podemos hacer cosas juntos y compartir los beneficios", aseguró.

"Si efectivamente la iniciativa está siendo manipulada por China, y el resto de personas no pueden compartir los beneficios, no creo que participaran en la cumbre de manera activa", replicó el portavoz sobre los participantes.

La "Nueva Ruta de la Seda": el plan de China para reforzar su influencia global

PROYECTO. Beijing prepara el mayor acontecimiento diplomático del año con representantes de 111 países. La idea es mostrar cómo quiere concretar el corredor comercial con el que desea ampliar su rol en la economía global. Bachelet asistirá a la cumbre.
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Será una especie de "foto familiar" en la que muchos podrán tener reparos en aparecer: junto al anfitrión, el Presidente chino Xi Jinping, posarán su homólogo ruso, Vladimir Putin; el controvertido Jefe de Gobierno filipino, Rodrigo Duterte; el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y los líderes bielorruso y kazajo, Alexander Lukashenko y Nursultan Nazarbayev, respectivamente.

La cumbre, que se celebrará los próximos domingo y lunes en Beijing, será el mayor acontecimiento diplomático del año, aunque algunos críticos destacan las carencias democráticas de algunos de los presentes en la reunión.

la génesis

El encuentro girará en torno a una idea fantástica de dimensiones históricas: la construcción de una "Nueva Ruta de la Seda", una moderna red de conexiones a lo largo de la histórica ruta comercial que unía Asia, África y Europa por mar y tierra. Donde una vez se comercializó seda, especias, té, porcelana, oro y plata, en el futuro circularán trenes de alta velocidad y vagones de carga, petróleo y gas fluirán por nuevos oleoductos, surgirán carreteras y puertos y las empresas se asentarán en nuevas zonas económicas.

La iniciativa

Se trata del proyecto geopolítico y económico más ambicioso del Jefe de Estado y partido chino. Un año después de su llegada al poder, Xi Jinping dio la partida a una inversión inicial de US$ 46 mil millones que se podrán convertir fácilmente en algunos cientos de miles de millones.

El proyecto de la ruta terrestre y marítima se conoce como "nueva Ruta de la Seda", "One Belt, One Road" ("un cinturón, un camino") o abreviado, como la iniciativa "Belt and Road" (OBOR).

Audiencia global

A la cumbre asistirán 28 Jefes de Estado y Gobierno y estarán representados 110 países, algunos de ellos a nivel de ministros de Economía, como Alemania. Mientras Estados Unidos se retiró ya del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y parece dar la espalda al libre comercio mundial, China está llenando su espacio para hacer realidad "el sueño chino" de un renacimiento como potencia mundial.

La Presidenta Michele Bachelet asistirá a la cumbre, que se desarrollará en Beijing. En una entrevista concedida a la televisión estatal china CCTV la semana pasada, la Mandataria aseguró que "está muy satisfecha" de poder participar en el foro y agregó que la iniciativa del Gobierno chino "debe ir más allá de los proyectos de infraestructura tradicionales, como carreteras, vías férreas o puertos, para pensar sobre todo en el campo digital".

Con este proyecto, Beijing intenta ampliar su papel de liderazgo mediante inversiones y una "diplomacia de infraestructuras".

Mejores conexiones

Las autoridades chinas también buscan una mejor conexión económica de las regiones menos desarrolladas del oeste de ese país con sus vecinos occidentales.

Uno de los proyectos modelo, aunque estuviera previsto anteriormente, es el corredor económico entre China y Pakistán, que irá desde Xinjing, en el lejano oeste chino, a la ciudad portuaria paquistaní de Gawadar, en el mar Arábigo, cerca de las rutas petroleras del Golfo Pérsico.

"Para Beijing, el negocio podría reportar pérdidas, pero supone un gran avance convencer a otro país de aceptar la tecnología y los estándares chinos", consideró Peter Cai, del Instituto Lowy en Australia. Los expertos ven también potencial de impulsar el crecimiento global mediante inversiones regionales. Pero el peligro de corrupción o de incentivar proyectos inútiles o inviables es grande.

Resquemores

Existen resquemores entre China y países que podrían entrar en la iniciativa. Por ejemplo, India mira con recelo la cooperación china con su rival Pakistán. El primer ministro indio, Narendra Modi, estará ausente en la cumbre.

millones es la cifra estimada con que debiera contar el proyecto, aunque podría elevarse mucho más. US$ 56 mil

de mayo se realizará la cumbre con la asistencia de importantes líderes de todo el mundo. 14 y 15