Anuncio de obras en el Paso Samoré
La construcción de un nuevo edificio para los trámites fronterizos está pendiente desde hace cuatro años.
Cuatro años y cuatro meses han pasado desde que un incendio destruyera, en la noche de Año Nuevo del 31 de diciembre de 2012, el complejo fronterizo del Paso Cardenal Samoré, y al fin se ha dado un paso sustantivo (no definitivo todavía) para la reconstrucción del inmueble que hasta entonces albergaba a las dependencias del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Policía Internacional y Aduanas, que durante todo este tiempo han estado prestando sus servicios en instalaciones que se supone eran provisorias y que el tiempo las ha ido convirtiendo en permanentes. La brisa de esperanza para contar con un complejo digno del segundo paso fronterizo más importante del país entre Chile y Argentina ha venido de la mano de la firma de un convenio entre la Intendencia de Los Lagos y la Dirección Regional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, mediante el cual se ha acordado la realización de un estudio de diseño de ingeniería para la futura aduana integrada.
La larga espera para la reconstrucción del complejo fronterizo es la misma de tantas otras obras pendientes en las regiones del país. Ocurre una desgracia mayor, se movilizan las voluntades, campean los anuncios, pero finalmente la máquina estatal y la falta de compromiso político dejan en el limbo las promesas hechas ante la opinión pública. No hay otra forma de comprender que las primeras proyecciones garantizaban que en diciembre de 2013 estaría listo el diseño de las nuevas dependencias de Samoré y que en junio de 2015 (hace casi ya dos años) el nuevo edificio debería haber estado ya en funcionamiento.
El nuevo anuncio abarca solamente el estudio de diseño e ingeniería, que demandará $430 millones provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional. Luego vendrá el extenso camino de la licitación de la obra, la construcción misma, la habilitación y la puesta en marcha, que se proyecta para dentro de unos cuatro o cinco años más.
Considerando el retraso que se ha producido entre los anuncios de 2013 y el puntapié dado esta semana, lo más conveniente ahora sería que el Estado, a través de sus distintas reparticiones, acelerara los estudios y la construcción. No hay que olvidar que Samoré ha aumentado exponencialmente el tránsito de carga y pasajeros en los últimos años.