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Club de Valdivia promueve antología de poemas que hablan del sur y su gente

VISITA. Integrantes de Poesía y Vida dijeron que quieren crear lazos literarios.
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Estuvieron de visita por Osorno y aprovecharon de compartir con El Austral una antología titulada "Ecos del Calle Calle", libro que salió a la luz gracias al Taller Literario de Valdivia, Poesía y Vida.

Dos de los integrantes del taller, el matrimonio de Alejandra Oyarzún y Francisco Catalán, contaron de su primer desafío literario donde participaron 13 poetas que aportaron sus vivencias y testimonios de su vida en el sur y en la ciudad de Valdivia.

Francisco Catalán es uno de los poetas que integra el taller y compartió su prosa en el libro. Cuenta que su padre era osornino y fue Carabinero hace varios años. De él proviene el cariño que guarda por esta tierra, por lo cual cada vez que viene se llena de emociones y buenos recuerdos.

Aportar

Su esposa, Alejandra Oyarzún, es la presidenta del club literario de Valdivia y comentó que tienen interés de venir a Osorno con la agrupación y conocer otros clubes y talleres para generar lazos que potencien la actividad literaria y así aportar. Por ello invitó a contactarse con el club por el Facebook "Club Poesía y Vida".

Riachuelina crea a personajes como el Chavo y los minions sólo con goma eva

ARTE MANUAL. Claudia Lezana es una dueña de casa que desde hace cuatro años se dedica a confeccionar muñecos con la técnica Fofucho. Puede elaborar figuras personalizadas.
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Yasna Barría

Madre y emprendedora son las características que definen a Claudia Lezana, una dueña de casa de la villa de Riachuelo, en la comuna de Río Negro, quien desde hace 4 años se ha hecho conocida debido a su emprendimiento en el arte manual, con el que da vida a coloridos muñecos con la técnica llamada Fofucho.

Según cuenta, este tipo de manualidad consiste en confeccionar personajes animados o personalizados elaborados completamente de goma eva. Es una técnica que surgió con fuerza en Brasil y se fue disgregando hasta hacerse conocida en otros lugares del mundo.

"Antes me dedicaba a hacer chocolates artesanales, era una labor que me servía para aportar a la casa, porque me dediqué a cuidar a mis hijos. Pero luego en internet descubrí estas hermosas muñecas creadas al estilo Fofucho y quise hacerlo también", cuenta Claudia Lezana.

El chavo y los minions

Al principio probó cómo le quedaban y sus primeras creaciones y tuvieron tan buena aceptación, que se vendieron de inmediato. Por ello continuó creando nuevos personajes y la manualidad se volvió su propio emprendimiento, que difunde en la página de Facebook "Fofucho Ideas", donde los interesados pueden acceder y ver las fotografías de los personajes que fabrica a pedido.

Entre sus recientes creaciones se encuentra un Chavo del Ocho de gran tamaño, minions, payasos que destacan por el colorido de su ropa y diversos detalles. Asimismo, da forma a un vikingo, la protagonista de la película Valiente, personajes de Dragon Ball Z y la querida ratoncita minnie, entre otros personajes conocidos o alusivos a determinadas profesiones.

"No recuerdo cuándo empecé a fabricarlos personalizados, pero a la gente le gustan mucho y me solicitan para regalo. El año pasado estuve con un stand en la Sago Fisur y llamó mucho la atención", cuenta Lezana y agrega que la palabra fofucho alude a algo bonito y armonioso.

Este vistoso trabajo no es sencillo de hacer, sobre todo porque Claudia es muy detallista y dijo que le gusta entregar los muñecos sin ninguna imperfección, por eso a cada uno le dedica diez días de trabajo para entregarlo impecable y que se aprecie el trabajo y esfuerzo.

"Me han pedido mucho el personaje del chavo del ocho, a veces he tenido que hacer como 20, los minions también. Recalco que el trabajo es cien por ciento goma eva, sólo agrego tela para detalles de las ropas o esferas de plumavit para la circunferencia de la cabeza, que se recubre con goma eva", detalla.

Valores

En cuanto a los precios, estos van desde los $8 mil a $30 mil los muñecos más grandes, porque el valor varía dependiendo del tamaño.

"Dejé de hacer chocolates y ahora me dedico sólo a este emprendimiento, porque también es como un hijo, me entretengo haciéndolo y es una entrada económica que nunca está demás", sentencia.

Claudia Lezana ofrece sus vistosos muñecos fofucho en su página de Facebook, plataforma donde la gente puede contactarse con ella y hacer sus pedidos personalizados.

La emprendedora llamó a la comunidad a sumarse en la valoración del arte manual, "porque algunos se quejan que es caro", dijo, pero explica que es un trabajo que requiere mucha dedicación y cariño.