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Fiesta de Cuasimodo lleva la comunión a 43 personas postradas en Rahue Alto

TRADICIÓN. La celebración religiosa reunió a 18 cuasimodistas, quienes se desplazaron en vehículos motorizados. Además de llevar el sacramento, su meta es sumar más integrantes.
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Paola Rojas

Ayer, pasadas las 10 de la mañana, se realizó una de las tradiciones más antiguas del mundo católico criollo. Se trata de la Fiesta de Cuasimodo, celebración que busca llevar la comunión a los enfermos, donde esta vez las calles y vecinos del sector de Rahue fueron testigos del paso de la caravana con los cuasimodistas y sus característicos atuendos.

El recorrido fue precedido por una Misa a la Chilena efectuada en la Parroquia del Espíritu Santo, ubicada en la calle Bahía Mansa, cercana al camino a La Misión, donde huasos y chinas amenizaron con cantos y ofrendas la eucaristía a cargo del obispo de la Diócesis local, Juan Barros.

Tradición

A diferencia de otros años, la caravana no contó con el típico carro tirado por caballos, dando paso a vehículos adornados con banderas y flores, siendo encabezada por una de las cuasimodistas en una moto scooter que iba coordinando la llegada a cada uno de los 43 hogares que se visitaron durante gran parte del día de ayer.

Juan Carlos Pérez es el coordinador del movimiento de Cuasimodo en Osorno y explicó que esta tradición, que comenzó en la primera mitad del siglo XIX, en la ciudad recién hace nueve años que se practica y consiste en llevar la comunión a los enfermos y a las personas postradas; ello, porque en el siglo XVI, en el Concilio de Trento, se estableció que los católicos debían recibir la comunión al menos una vez al año.

Así en Chile los sacerdotes salían con el cáliz, que era de plata u oro y otros objetos de valor, por lo cual era frecuente que lo asaltaran en el trayecto y desde ahí que comenzó a ser escoltado por huasos en sus caballos, que se cubrían con túnicas y pañoletas blancas.

Pérez explicó que ayer se celebró el Día de la Misericordia, que corresponde al domingo siguiente de la Pascua de Resurrección y es por ello que se les llevó la hostia consagrada a los enfermos postrados.

La cofradía de los cuasimodistas osorninos la componen alrededor de 18 personas, entre adultos, jóvenes y niños, los cuales deben tener los sacramentos de la Iglesia Católica, además de las ganas de servir al prójimo.

"Lo más importante de Cuasimodo es poder entregar el Jesús sacramentado a los enfermos, es nuestra labor", explicó Juan Carlos Pérez.

El coordinador de la cofradía agregó que para realizar las visitas a los enfermos, hay un trabajo previo, que implica una visita a la familia, luego de ello va el sacerdote para prepararlos, ya que la persona que recibe la comunión debe confesarse para recibir este sacramento.

Labor constante

Manuel Fuentes es otro de los cuasimodistas de la cofradía local y muy temprano en la mañana ya estaba con su traje de huaso cubierto por la túnica blanca -cuyo nombre es esclavina- y la pañoleta en la cabeza.

"Hoy (ayer) llevamos la alegría de poder recibir la comunión a los enfermos postrados, a Cristo sacramentado, para que puedan tener más fe, esperanza y consuelo, y con ello pueden encontrar alivio tanto para sus dolencias físicas como espirituales", manifestó.

Esta fue la tercera vez que Fuentes participa en la caravana y precisó que esta labor no se limita solamente al domingo de Misericordia, sino que los miembros de la cofradía están durante todo el año acompañando a los enfermos y llevándoles la comunión o una bendición.

Fuentes detalló que de acuerdo a las condiciones clínicas de cada una de las personas que iban a visitar no es posible dar a todos la comunión, debido a que no pueden tomar la hostia por tratarse de una sustancia sólida, por lo que a ellos se les entrega una bendición, además de ello los enfermos no solo son de la tercera edad, sino que también hay muchos jóvenes y niños.

Añadió que el grupo está en conversaciones para poder llegar a otras parroquias y así unir en el futuro a más feligreses para llevar el sacramento a los enfermos y llevarles la fe y alegría a más personas con una fiesta más grande.

Emoción y gratitud

Maudelina Álvarez fue una de las vecinas que recibió la comunión en su casa, ya que padece de diabetes, y una serie de complicaciones que le ha traído esta enfermedad, por lo que no puede asistir a la iglesia para comulgar y esta es primera vez que la pasaban a visitar.

"Para mi es una bendición que hayan pasado a verme, estoy muy emocionada porque yo solo salgo de mi casa para ir al médico", dijo la vecina de Rahue Alto.

Señaló que fue una de sus hijas que participa en el coro de la Parroquia del espíritu Santo que hizo las coordinaciones para que la caravana la visite.