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"Soviet"

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Es 1939, y en pleno gobierno de Pedro Aguirre Cerda, Chile se declara abiertamente prosoviético y en una operación relámpago autoriza el arribo de cinco portaaviones enviados por Moscú para bloquear aguas chilenas y protegerlas de una reacción norteamericana. Una vez comenzada la Segunda Guerra Mundial, Chile se convierte en plataforma de operaciones navales para el Pacífico. En Isla de Pascua se construye un monumental puerto militar y una base de operaciones permanente con población civil y castrense.

En 1949, Chile ya es un campo de pruebas aeronáuticas privilegiado, alejado de cualquier país, con fronteras difíciles y acceso restringido por el Pacífico. Es el escenario adecuado incluso para la construcción en secreto del cosmódromo que llevará satélites y hombres al espacio. ATAKAMA es el nombre del complejo militar aeroespacial levantado en pleno desierto. Además, los cráteres de Isla de Pascua son convertidos en gigantescas antenas parabólicas de transmisión, enlazadas con los galpones subterráneos bajo la ciudad de Antofagasta, operados por técnicos ucranianos y polacos.

En 1972, Chile está semidestruido. El estallido de tres plantas nucleares en Valparaíso, Buin y Valdivia dejó miles de kilómetros cuadrados absolutamente estériles e inutilizables. Las granjas de cultivo de gemelos en la Patagonia, para experimentación genética, fueron descubiertas y denunciadas a la opinión pública mundial. Los bosques del sur fueron completamente devastados y enormes campos de plantaciones de algodón se extienden hasta el horizonte donde hubo lengas y coihues. El soviet sudamericano bolivarista construyó su ciudad en el centro de la isla de Chiloé, desplazando a su población nativa hacia los campos de explotación petrolífera, descubiertos bajo Arequipa (territorio chileno desde la guerra de unificación de 1967). Ni siquiera nos llamamos Chile, nombre orientado a futuras reivindicaciones sobre un territorio más amplio en el sur del mundo.

Chile como territorio para proyectos secretos soviéticos, lugar de experimentación biológica y nuclear, y viajes en el tiempo y psiquismo. Campo de cultivo de médiums en mujeres embarazadas usadas como armas psíquicas de espionaje en territorio mapuche. Galpones y búnkers bajo tierra en Santiago, con niños índigo en cápsulas de loza, aislados con objetivos desconocidos. Basura espacial cayendo desde el cielo cada día, atardeceres rojos y morados refractándose en el óxido del aire. Chile como un experimento fallido, desechado, parchado y abandonado.


"El día S"

1993

11 de junio de 1993 (AP/Reuters)

El Ministerio del Interior, en conferencia de prensa ofrecida esta mañana, declaró haber finalizado exitosamente el proyecto Memoria Nacional. Esta iniciativa, conocida hasta hace un año como Iniciativa Tironi, busca intervenir la memoria colectiva y operar cambios de conducta y motivación a través de la modificación de recuerdos y situaciones traumáticas.

El ministro Fernando Flores entregó un completo cronograma acerca del Día S, programado para el próximo 18 de septiembre, será el momento en que la historia del país será reorganizada en pequeños y grandes aspectos. Por ejemplo, luego de ese día nadie recordará el atentado en avioneta contra la Torre Santa María, ejecutado por extremistas peruanos anexionistas; nadie recordará a Eugenio Marticorena, líder espiritual del país e hijo bienamado de la patria, asesinado por su propio hijo luego de encontrarlo abusando de su hija de siete años; todos recordarán haber perdido ese partido contra Brasil que nos dejó fuera del Mundial y suspendidos para el siguiente, para no tener que recordar el fatal accidente aéreo que nos dejó sin una generación completa de los más finos futbolistas, incluido Martín Cáceres, el portentoso delantero ariqueño y estrella del Manchester United; y, por supuesto, nadie recordará el fallido intento de golpe militar contra la naciente República Nacionalista, el 8 de agosto de 1963, llevado adelante por el coronel Bachelet y el capitán Schneider, que tanta división y desastre social trajo a nuestro país. En cambio, todos recordaremos otro Golpe, aún no revelado por las autoridades, que será situado en el año 1973. Los nombres de los involucrados no han sido dados a la luz para evitar atentados contra el proyecto, este Golpe es clave en el futuro desarrollo de los eventos a cambiar y fue la única solución que encontró la Comisión para dar un salto drástico en los eventos.

La lista de nuevos roles para personas relevantes en el cambio está custodiada bajo siete llaves en el Ministerio del Interior, aunque ya se han levantado voces denunciando corrupción y coimas para conseguir roles importantes. Emblemático ha sido el caso de Miguel Enríquez, oscuro empleado de la Fiscalía, que habría pagado fuertes sumas para ser recordado como un mártir de la lucha contra una dictadura inexistente (hecho necesario, según los ingenieros de la historia, para construir el Chile que queremos para el 2010). Los rumores también apuntan a supuestos castigos encubiertos aplicados a opositores al régimen, destinaciones humillantes y cargos intrascendentes para grandes estadistas, por ejemplo, el gran presidente de la Democracia Cristiana, Mario Kreutzberger, sería destinado a un programa de bailes en televisión aún por definir.

El Ejército de Chile, en coordinación con el ministerio y la comisión interdisciplinaria Día S, confirmaron que toda la producción estará lista para el día convenido. La Comisión ha trabajado durante los últimos veinticinco años fabricando cada elemento necesario para dar coherencia al cambio. Se han fabricado millones de fotografías, accidentes de terreno, monumentos y archivos de periódicos; se han levantado pueblos completos para justificar el nacimiento de un único niño, se han destruido ciudades completas para mantener en pie un árbol determinante para algún evento menor, a la vez que se ha destruido numerosa evidencia de hechos cuestionados por la propia comisión ("purgados", dice el ministerio).

Adelanto del cuento que aparece en el libro "La guerra interior",

del escritor Jorge Baradit. Página 127 a 128.

"En 1972,

Chile está semidestruido.

El estallido de tres plantas nucleares en Valparaíso, Buin y Valdivia dejó miles de kilómetros cuadrados absolutamente estériles."

"Hoy no me interesan las mismas cosas, hay búsquedas narrativas que abandoné, otras que son gérmenes de cuestiones que aún no abordo con propiedad".

Adelanto del cuento que aparece en el libro "La guerra interior", del escritor Jorge Baradit. Página 239 a 241.

"En Chile los libros de cuento no venten, la literatura de género no vende. No estaba preparado para que un libro

de estas características tuviera éxito".