Todos los años las enfermedades respiratorias son una de las principales causas de consulta en los diferentes Centros de Salud, tanto públicos como privados.
Estas enfermedades respiratorias las podemos categorizar en IRAS altas (resfrío común, otitis, amigdalitis, entre las más comunes), e IRAS bajas (neumonías, laringitis, SBO, entre las principales), siendo estas últimas las que pueden generar un cuadro más grave en los niños.
Cada año los Servicios de Urgencia se ven colapsados por personas que consultan por alguna enfermedad respiratoria, en especial por padres que llevan a sus pequeños a los Centros de Salud. Sin embargo gran cantidad de veces, las patologías por las cuales consultan no constituyen un riesgo para los menores, sino más bien genera un peligro innecesario de exponer a sus hijas o hijos a contagiarse con enfermedades que portan otras personas, mientras esperan por atención.
Por lo anterior es imprescindible que los padres conozcan los signos y síntomas de gravedad que realmente requieren que sus hijos sean evaluados de urgencia.
Por ejemplo, muchas veces los menores son llevados por presentar solamente coriza serosa (mocos líquidos) de uno o 2 días de evolución, lo que clínicamente correspondería a un resfrío común, el cual de por si tiene una evaluación autolimitada, es decir, el menor presentaría una recuperación de entre 5 a 7 días desde su inicio, y en donde los padres debiesen enfocarse en controlar la temperatura corporal, mantenerlos hidratados y con constante aseo nasal. Además se sugiere observar si con el correr de los días su hija o hijo presenta algún otro síntoma, de no exhibir nada más, no es necesario que el menor sea llevado a urgencia.
Sin embargo se debe estar muy atento, ya que si dentro de los síntomas presentan dificultad respiratoria, (respira rápido o se le hunden las costillas), presentas tos productiva, (es decir con secreciones) por más de 4 días de evolución, además de coriza purulenta (mocos de coloración amarilla), fiebre mayor a 38,5°C axilar, vómitos constantes, decaimiento y/o falta de apetito, deben ser trasladaos sin duda hasta un Servicio de Urgencia para su pronta atención.
Oscar Aránguez Jimenez, Jefe carrera Kinesiólogía, Universidad Santo Tomás