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Pozo de lastre clausurado se convierte en refugio para el avistamiento de aves

RÍO NEGRO. Luego de que el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia ordenara el fin de las faenas, la naturaleza comenzó a recuperar este espacio y hacerlo nuevamente apto para la vida silvestre.
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Alexander Hopkinson

Antes era un pozo de lastre, hoy es una laguna artificial propicia para el desarrollo de la flora silvestre y el avistamiento de aves. Así de radical fue el cambio que produjo el cierre de la empresa extractora de ripio en el sector de Chifín Bajo, en la comuna de Río Negro.

La empresa y el recinto son propiedad de Seimura Carrasco, quien heredó este negocio de 6,78 hectáreas, ubicado a la altura del kilómetro 3 de la Ruta U-500, de su padre, en 1964.

Luego de las intensas precipitaciones que se registraron el año 2014 en toda la provincia, el río Chifín salió de su cause natural para alcanzar el pozo propiedad de Seimura Carrasco, provocando daños materiales y viales en las rutas aledañas.

Esta situación generó que la Municipalidad de Río Negro llevara a la propietaria al Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia, obligándola a responder por los daños asociados al desborde en general, además de ser sometido el pozo al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, para continuar con las faenas.

Finalmente, el plazo para poner fin a las faenas fue de un año a contar de 2016, cuando se produjo la resolución ambiental.

"Realizar la evaluación de impacto ambiental de la fase de cierre del pozo de áridos del cual se extrajeron aproximadamente 288.500 m3, o de la fase de explotación, si es que esto último resulte factible, no siendo posible continuar con la extracción de áridos en el predio ya individualizado, sin la correspondiente Resolución de Calificación Ambiental", dice el informe del tribunal.

"Hace más de 70 años que tengo esta empresa dedicada a la extracción de ripio. Hubo un juicio con la municipalidad que me demandó porque, según ellos, el agua de la laguna y el río salieron al camino y se cortó. Me obligaron a dejar el camino como estaba", dice Seimura Carrasco, una mujer de avanzada edad.

Al ser consultada sobre el futuro del lugar, Carrasco comentó que "me gustaría que fuera un punto atractivo donde se pudieran ver las especies de aves, que sea un bonito. No creo que vaya a cederlo, pero podría venderlo a Bienes Nacionales quizás", agregó la dueña del predio.

En esa línea, Giancarlo Bortolamiolli, ingeniero agrónomo que estuvo a cargo del Informe de Gestión para profundización del Río Chifín, en el marco de las acciones paliativas del proceso judicial de 2014 y que hoy está encargado del estudio para el cierre del pozo, explica que en contadas ocasiones accidentes o externalidades negativas de las empresas terminan produciendo a la postre un beneficio para la naturaleza, tal como en este caso, según afirma.

"Aquí se extrajeron más 100 mil metros cúbicos (m3) de áridos, por lo que el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental tiene que asegurarse que no haya consecuencias en el medio ambiente antes de cerrarlo", comenta Bortolameolli.

Según los estudios de agua que el ingeniero agrónomo solicitó a la Universidad de Los Lagos, en el lugar se generó una laguna que tiene un volumen de agua de 52 mil 400 metros cúbicos y una superficie de 20 mil metros cuadrados con una profundidad media de 2,6 metros.

Además, de acuerdo al informe que permanece en su poder, la calidad del agua presenta niveles óptimos para la vida acuática, así como para la actividad recreacional.

"Este es un pozo de lastre que fue explotado por alrededor de 50 años. Ahora se tiene que cerrar el pozo y abandonar la actividad y hace alrededor de un año que no hay actividad extractiva ni humana, lo que ha generado un ambiente muy beneficioso para las aves, principalmente", cuenta el Bortolameolli.

Avistamiento de aves

El ornitólogo y académico investigador de la Universidad de Los Lagos, Alberto Gantz, estuvo presente en la laguna el 18 de marzo pasado, un día soleado donde pudo constatar el avistamiento de al menos 25 especies de aves.

"Los días lluviosos o con mucho viento es difícil ver aves, porque se refugian en la vegetación. Si quieres hacer censos o estimaciones de abundancia, por ejemplo, necesitas condiciones de sol, de lo contrario el sesgo es demasiado alto", comenta el experto, agregando que "las aves son muy importantes desde el punto de vista de las funciones o servicios ecosistémicos, como la polinización de plantas y la depredación de semillas de maleza".

Sobre el avistamiento de las aves en el lugar, al profesor Gantz le llamó la atención la Garza Cuca, "que es la más grande que tenemos en Chile, puede llegar hasta un 1,20 metros de altura, es muy llamativa y se deja ver muy poco", dice el ornitólogo.

"Lo otro que me llamó la atención fue la presencia de la Becacina, que es un ave muy escurridiza, se mimetiza muy bien y está generalmente en los humedales, entre los junquillos. Es un ave migratoria que viaja hacia Paraguay y toda la zona subtropical y es muy difícil de ver", detalló Gantz, junto con invitar a los responsables del recinto a realizar un proyecto que permita educar y generar conciencia sobre las aves y su valor en el ecosistema de la zona sur.

"Me llamó la atención la garza cuca, que es la más grande que tenemos en Chile, puede llegar hasta un 1.20m de altura y es muy llamativa".

Alberto Gantz, Investigador de la ULagos"