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200 familias llevan medio siglo sin red de agua potable ni alcantarillado

RAHUE. Los afectados viven en los callejones Martínez y El Bajo, en población Davanzo, quienes llevan 50 años esperando regularizar sus terrenos y así obtener títulos de dominio. Esto ha provocado que no posean alcantarillado y sus descargas vayan al canal Lautaro y un ducto de aguas lluvias que llegan al río Rahue. Mientras que el agua la obtienen de casas de vecinos y otros de un pilote.
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Verónica Salgado

Desde hace medio siglo un grupo de al menos 200 familias busca poder regularizar los terrenos donde se emplazan sus viviendas en los callejones Martínez y El Bajo, emplazados en la población Davanzo en el sector de Rahue, lo que les ha significado adecuar un ducto de aguas lluvias y el canal Lautaro para encausar las descargas de sus baños, duchas, lavaplatos, etc. que posteriormente llegan directo al río Rahue, ya que nunca han podido sumarse a la matriz de red de alcantarillados.

A eso se suma que la mayoría de las viviendas tampoco cuenta con un sistema de agua potable regularizado, lo que provoca que las familias deban improvisar instalaciones para compartir el vital líquido entre los vecinos.

Los afectados enfrentan malos olores, principalmente durante el verano, ya que el agua servida no circula de forma adecuada provocando que la putrefacción fluya por la taza del baño o el lavaplatos.

Inicios

Las viviendas en su mayoría fueron construidas en terrenos adquiridos a terceras personas en forma informal y sin detalles sobre los derechos de propiedad, ya que esa zona correspondía -hace más de 50 años- a paños de predios agrícolas.

Con el paso de los años y cuando se comenzaron a construir poblaciones como Rahue 2, Schilling, Alday, entre otras que contaban con servicios higiénicos básicos generando la matriz de red de alcantarillados y agua potable, este grupo de más de 200 viviendas nunca fue incluido.

Los residentes han entregado solicitudes formales en busca de una solución a organismos públicos como el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), Bienes Nacionales, Intendencia y la Municipalidad. Para ello cuentan con la documentación, desde hace dos décadas, que respaldan las gestiones.

La situación no es aislada en la comuna, ya que existen otros sectores donde familias también deben convivir con precarias instalaciones sanitarias.

Un ejemplo son las 30 familias de Villa Los Esteros, ubicada al final de calle Acapulco; otro grupo de alrededor de 20 familias que viven en el Triángulo Ferroviario, entre varios más, los que por estar emplazados en terrenos de privados tampoco pueden regularizar sus propiedades o contar con instalaciones sanitarias adecuadas.

Incertidumbre

Odilia Vargas tiene 73 años y vive desde los ocho en el sector, al cual llegó cuando su padre compró un terreno y construyó una humilde casa para su mujer y sus seis hijos.

"Cuando llegamos esto era un campo lejano de la ciudad y donde pasaba un canal limpio y que era ideal para instalar una casa. Hace 40 años, cuando yo construí esta casa, ya habían comenzado a construir casas con alcantarillado y comencé mi odisea por regularizar esta propiedad y tener alcantarillado", explicó la mujer.

Con el paso de los años realizaron instalaciones que ellos mismo pagaron para que las descargas de sus baños llegaran hasta el canal Lautaro, que pasa a metros de su propiedad.

"Nosotros tenemos claro que estas descargas van directo al río Rahue, pero por lo mismo llevamos años intentando que nos construyan una planta elevadora para tener nuestros alcantarillados tal como cualquier familia que vive en una zona urbana", argumentó.

Su vecino Crisóstomo Delgado de 72 años, vive en el lugar desde 1955, cuando llegó junto a su familia al terreno que sus padres habían comprado muchos años antes. El adulto mayor comparte la preocupación por no contar con servicios sanitarios adecuados, pero el mayor problema -advierte- es la falta de títulos de dominio.

"Hemos perdido la posibilidad de mejorar nuestras viviendas gracias a subsidios del Estado, porque es necesario acreditar la propiedad del terreno. Esperamos que sea el alcalde Bertín el que solucione este problema, porque son años de espera, aunque aún no podemos reunirnos con el", dijo el hombre.

Precisó que la falta de regularización en el sector trae como consecuencia que no existan normas claras de convivencia, lo que provoca que algunos vecinos por ejemplo tiren basura o que no existan responsables para cortar un enorme pino que amenaza caer sobre su casa.

Pozo Negro

Eliana Sanhueza también vive en el pasaje El Bajo, pero su situación es más compleja, ya que aún debe usar un pozo negro como baño.

"Siempre está el temor que este pozo colapse y la única opción es regularizar nuestras propiedades para mejorar la calidad de vida y poder dejarle a nuestros hijos el legado seguro y sin restricciones como las que tenemos nosotros", precisó la mujer.

Florinda Llanquileo nació en el callejón Martínez, y en su vivienda no cuenta con agua potable. El líquido lo obtiene de la casa de su hermana que está un par de metros más arriba en la ladera y que sí posee los servicios básicos.

"Es difícil vivir en esta situación porque el olor a baño sale desde todas partes y el agua circula por una tubería que no tenemos certeza que sea la adecuada. Nadie quiere ayudar con este tema a pesar de haber golpeado puertas por años", dijo la mujer.

Marilda Castro es la dirigente social y vecinal que desde hace 18 años lidera la lucha por regularizar la situación de sus vecinos y reconoce que el problema del alcantarillado es grave.

"Desde el año pasado que el canal Lautaro y el tubo de aguas lluvias están tapados, porque antes nos inundábamos todos los inviernos. Pero esa no es la solución, lo que pedimos es una planta elevadora que regule los alcantarillados y se realice el tratamiento de las aguas servidas", expresó la vecina de 73 años.

Precisó que en Bienes Nacionales les explicaron que era posible regularizar el tema de los terrenos al menos en algunas viviendas, pero que depende del Departamento de Obras Municipales que debe avalar la edificación. La necesidad incluso pasa porque el agua potable que consumen proviene de un pilón municipal que abastece a los residentes del callejón Bajo.

Debate

El concejal UDI, Víctor Bravo, expuso la situación durante el Concejo Municipal realizado el martes 4 de abril donde solicitó que se genere alguna solución a estas personas.

"El municipio tiene recursos para generar obras importantes y muchas las he apoyado, pero la solución al menos de un proyecto de planta elevadora es posible. En estos tiempo estar en una ladera no es impedimento de nada, tenemos buenos profesionales y lo lógico es hacer un estudio real de propuestas técnicas y costos asociados", precisó el edil.

El alcalde Jaime Bertín señaló que esas familias están en una situación muy compleja, ya que construyeron en una zona no autorizada y no es posible regularizar sus terrenos porque el Departamento de Obras no puede firmar algo que está en el marco de la ilegalidad.

"Podemos realizar una reunión con los vecinos, pero yo no le veo una solución que no sea erradicar a estas familias y podemos ayudarlos con dinero para que obtengan sus subsidio, porque construir una planta de elevación de tratamiento de aguas es complejo por muchas razones. Pero esto podemos hablarlo con ellos directamente", remarcó.

"Es difícil vivir en esta situación, porque el olor a baño sale desde todas partes y el agua circula por una tubería que no tenemos certeza que sea la adecuada".

Florinda Llanquileo, 50 años viviendo en el sector."

"Lo que pedimos es una plata de elevación que regule los alcantarillados y se realice el tratamiento de las aguas servidas".

Marilda Castro, Presidenta comité."

50 años llevan la mayoría de las familias viviendo en las laderas del canal Lautaro, en la población Davanzo, ubicada en el sector de Rahue.

2 puntos de descarga de las aguas servidas de las familias son el canal Lautaro y el ducto de aguas lluvias que pasa por el sector y que van a finalizar en el río rahue.

1 pilón de agua de agua potable tienen los vecinos del callejón El Bajo, que abastece al menos a 50 viviendas y que es proporcionado por el municipio de Osorno.