Alexander Hopkinson

Transcurría el minuto 15 del partido entre Deportivo Cosmos y Juventud 2000 en la cancha de Ferroviarios de Ovejería, cuando Álvaro Barría González de 28 años, profesor de Matemáticas, que en ese momento oficiaba de lateral derecho del equipo galáctico, se desplomó repentinamente mientras se ejecutaba un tiro libre en contra de su equipo.

Sorprendidos, tanto compañeros como rivales, detuvieron raudamente el cotejo para acudir en su ayuda al ver que el joven profesional -ya tendido- comenzaba a convulsionar. En ese momento el arquero de Juventud 2000, bombero, se comunicó con los servicios de emergencia y le aplicó técnicas de reanimación y primeros auxilios, mientras esperaban la llegada de la ambulancia que según testigos demoró entre 10 y 12 minutos en llegar al lugar.

Estudios

Álvaro Barría, puertomontino radicado en Osorno desde que inició sus estudios de docente en la Universidad de Los Lagos, perdió la vida -según informaron familiares- a causa de un ataque cardiaco, e ingresó aparentemente fallecido al Hospital Base San José.

Hasta el centro asistencial acudieron sus tíos, amigos, dirigentes y su novia, mientras que su padre, madre y hermano mayor viajaban en auto desde la capital regional para preparar su velatorio y posterior funeral.

Ninguno de ellos podía entender cómo una persona sana y que nunca había tenido complicaciones médicas partió de manera tan inesperada.

"Esto nos impacta porque él era sano y no tenía problemas físicos, de salud, menos cardiacos, entonces estamos choqueados, porque aparte era de uno de los sobrinos con el que siempre estábamos en contacto y teníamos una relación muy buena", comentó su tío Víctor González, quien se aprontaba a manejar su camión con destino a Santiago.

Barría vivía en Osorno con su novia, Denisse Ampuero. Pagaban una cabaña en las cercanías del parque Chuyaca con el sueldo que el joven recién fallecido recibía del Liceo People Help People de Pilmaiquén, mientras que ella había ingresado este año a la carrera de Fonoaudiología en la misma casa de estudios.

El presidente del Cosmos, Patricio Caigual, dijo que "hemos recibido un golpe muy fuerte porque se nos va un integrante de nuestro club, un chico joven, bueno, sano, tranquilo, quitado de bulla, que tenía mucha camaradería con sus compañeros".

Sus cercanos lo recuerdan como una persona alegre y tranquila, que defendía fielmente su camiseta cuando no se encontraba visitando a sus padres en Puerto Montt.

"Participó el año pasado en nuestra competencia -luego que el club se refundara y volviera a formar parte de la competencia- ahora llevábamos dos fechas, diez minutos del primer tiempo y pasa esto", dice con pesar el presidente de la institución, quien agregó que "él llamó hoy día (sábado) para que lo pasáramos a buscar porque quería jugar".

Según informes preliminares aportados por el fiscal de turno, Matías Montero, "no hubo intervención de terceros y van a trabajar en el procedimiento la Brigada de Homicidios y el Servicio Médico Legal".

Deceso en cancha

Otro caso similar que causó consternación y pesar ocurrió en 2012. En noviembre falleció un profesor de inglés, de 27 años, que al igual que Álvaro se desplomó, en este caso frente a sus alumnos mientras jugaba fútbol con ellos en la escuela de Cancha Larga, en La Costa.

El lamentable suceso se registró un miércoles en una jornada normal de clases, que terminó con César Gutiérrez Palma, fallecido a causa de un paro cardiaco, pese a los intentos de sus colegas por reanimarlo.

Sin embargo, este también joven docente sí padecía de problemas al corazón, de acuerdo a lo que informaron en ese momento sus familiares.

En tragedia terminó una relación marcada por la violencia intrafamiliar (VIF), luego que Paola Andrea Villalobos Mancilla de 42 años fuera encontrada muerta en su domicilio en Dalcahue, presuntamente a manos de su pareja Hernán Villanueva Aguilar de 33.

El noviazgo registraba al menos cinco episodios judicializados en los últimos meses y habían llegado hace aproximadamente 60 días a la comuna chilota procedentes de Rahue, Osorno, para darse una nueva oportunidad.

Sin embargo, el lastre del pasado que nunca contó con mayor intervención, derivó en un lamentable desenlace en el hogar que compartían entre las calles Freire y Segundino Cárcamo de la "ciudad de las dalcas".

Tras la denuncia de una vecina, una patrulla se constituyó de inmediato en el sitio del suceso y con ayuda de los mismos pobladores entraron a la casa y hallaron entre un dormitorio y la cocina el cadáver de la madre de familia.

Al constatar las lesiones que presentaba el cuerpo, notificaron en el hecho al Ministerio Público, para que los uniformados procedieran a realizar las primeras indagaciones, donde todo apuntaba a la pareja de la víctima.

El sujeto que se encontraba en las cercanías de la vivienda fue sometido a un control de identidad, en el cual se estableció que mantenía dos órdenes de aprehensión pendientes por ilícitos relacionados a VIF. Un caso de lesiones leves y otro de amenazas, lo que gatilló su detención, mientras se investiga su participación en los hechos ya que no se encuentra confeso.

De esta manera, se trataría del primer ilícito de esta naturaleza en la Isla este año y del décimo segundo caso a nivel nacional en igual periodo.

Tal como especificó el fiscal de turno Javier Calisto, quien se apersonó en el sector para comandar las indagaciones, fue necesaria la presencia de peritos de la Brigada de Homicidios (BH) y el Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la policía civil de Puerto Montt. Y fueron sus pesquisas las que esclarecieron el panorama.

"Con el resultado preliminar de las diligencias se determinó que la víctima presentaba lesiones atribuibles a terceras personas. Se tratarían de lesiones contuso cortantes en la cabeza, con una data que sería dentro de esa misma jornada", manifestó el persecutor.

Durante la madrugada del sábado se procedió a solicitar una orden de detención por femicidio y desacato en la Tenencia de Dalcahue donde permanecía el sujeto a la espera de su formalización.