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Boxeador Martín Vargas se emociona al ver la escultura erigida en su honor

PÚGIL. La obra se exhibirá de manera permanente en calle Lynch con Amunátegui y fue posible a través de un proyecto impulsado por los vecinos del sector comercial para dar identidad al lugar.
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"Estoy sorprendido con este gran homenaje, con esto voy a quedar patentado por el resto de la vida y agradezco también al Club México, a sus dirigentes y a todos los que hicieron posible este homenaje que me hace el hombre más feliz de la tierra".

Con estas palabras, el ex boxeador osornino y aspirante en cuatro ocasiones al título mundial, Martín Vargas Fuentes, expresó la alegría de ver concretada una escultura de su imagen en la calle Lynch.

Se trata de una obra en madera que es el reflejo de sus momentos de gloria en el boxeo nacional e internacional y que fue posible concretar gracias a la decisión que tomó el Comité de Seguridad y Desarrollo de Lynch, en el marco del programa de Fortalecimiento de Barrios Comerciales, donde se lograron adjudicar 15 millones de pesos para la escultura que destaca al púgil y que en adelante será un punto de atracción para vecinos y turistas.

Escultura

Con madera de un árbol de secoya fue esculpida la figura del reconocido boxeador osornino, quien visitó su ciudad natal para ser distinguido y homenajeado la tarde de ayer, en la inauguración de la escultura en su nombre y donde Martín aparece con guantes de box e indumentaria característica de los combates.

Cerca de tres metros de altura mide la escultura que recrea a Martín Vargas y ayer fue instalada en la intersección de calle Lynch con Amunátegui, en la esquina del Club México, lugar que guarda un significado importante, por ser el recinto donde tantas veces transitó el homenajeado cuando acudía a entrenar o sostener alguna pelea.

La intersección donde se emplaza la escultura se repletó pasadas las 17 horas de ayer, cuando tuvo lugar la inauguración y ante diversas autoridades, como el intendente regional, Leonardo de la Prida, la gobernadora Tabita Gutiérrez y el alcalde Jaime Bertín, los ojos del homenajeado se volvieron rojos por momentos, debido a la emoción y el agradecimiento que recibió.

Y aunque antes había dicho que prefería una escultura a tamaño real, tuvo palabras de elogio y gratitud por el cariño de la gente y para quienes le indicaron que la escultura se hizo enorme, por la grandeza de las alegrías que le dio a Osorno y al país en su época de gloria.

Además, se explicó que la idea fue hacer una gran escultura para que quien transite por el sector del barrio Lynch, pueda apreciar desde lejos la obra artística y recordar su legado.

"El proyecto se impulsó para alcanzar dos objetivos: rendir homenaje al deportista y pagar la deuda de reconocimiento que Osorno y, por qué no decirlo, el país tenía con Martín Vargas; y en segundo lugar, potenciar comercialmente el barrio Lynch, de manera que los turistas quieran conocer el sector donde se emplaza la escultura de Martín y se de a conocer también a las nuevas generaciones todo lo que entregó como deportista", destacó Mario Uribe, presidente del comité de seguridad de Lynch.

Reacciones

Con tres metros de altura, vistiendo el clásico pantaloncillo blanco de combate, sus guantes rojos y las zapatillas características del boxeador, se alza la escultura de madera por la antigua vía comercial. La monumental figura creada por el escultor local Roberto Rosas, es el resultado de dos intensos meses de trabajo de creación del artista, que señaló se apegó a lo que el homenajeado quería para verse representado.

En la ceremonia, Vargas fue acompañado por su esposa y tres hermanos, además de la efusividad del público que cada cierto rato le gritó "Pega Martín, Pega" y aprovecharon cualquier instante para sacarse una foto con él.

"Me alegro mucho que la gente, el pueblo, los grandes amigos que tengo en Osorno, hayan presentado un proyecto donde se refleja lo que yo hice en el deporte chileno. Y hacer un monumento con mi figura e instalarla en la calle donde está el Club México, guarda un valor significativo porque me inicié como boxeador amateur allí y la primera pelea la tuve en este club, donde recuerdo que mi contrincante también era de apellido Vargas y le gané por nocaut aquella primera vez", rememoró Vargas.

La ceremonia finalizó cuando se descubrió la escultura de Martín Vargas, a quien se le vio muy emocionado y compartió largamente con el público.

La gente aplaudió la iniciativa y muchos llamaron a cuidar la obra artística, para evitar que vándalos la rayen o destruyan.

metros alcanza la escultura del ex boxeador Martín Vargas, quien fue homenajeado ayer en el barrio Lynch. 3