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Familia acusa la retención "anormal" de su camioneta en aduana de Argentina

PERJUICIO. Roberto Rueger facilitó su vehículo a su hijo a través de un permiso notarial, que permitió el ingreso. Al regreso, el padre fue acusado de "secuestrar" el bien de su propiedad.
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Rodrigo Gómez

El matrimonio de Roberto Rueger y María Hernández recorren las avenidas de Osorno con una carpeta llena de copias del relato de la familia, en busca de una solución a un hecho que consideran "insólito".

Después de facilitar su camioneta marca Mitsubishi, modelo L200 4x4, del año 2013, a su hijo, quien viajó a Argentina con un poder notarial para el uso del vehículo, sus padres fueron hasta la capital trasandina para traer el automóvil de regreso. Tras corroborar que no era el hijo de Rueger quien conducía, llamaron al personal policial para incautar el vehículo por "secuestro" y para lo cual deberían pagar $8 millones si es que quisieran recuperarlo, cifra que iba en aumento según los días que estuviera detenido en dependencias de la Aduana del vecino país.

Lazos argentinos

Rueger cuenta que la travesía a Argentina era algo recurrente, ya que su nuera es ciudadana del país transandino.

"Yo y mi hijo viajamos hasta Buenos Aires. Luego regresé y la camioneta quedó en la capital de Argentina, donde fue utilizada para salir de vacaciones hacia Chile, entrando por el paso fronterizo Cardenal Samoré y retornando por la ruta de San Martín de Los Ándes", recordó Rueger de los viajes que hizo en octubre.

Según afirma, además, en dicha oportunidad no hubo inconvenientes con el personal que atendió el cruce de un lado a otro de la frontera, a pesar de no ser el propietario del vehículo quien lo mantuviera en su poder.

El 9 de octubre de 2016, el matrimonio decidió regresar a Chile por el complejo fronterizo emplazado entre Villa La Angostura (por Argentina) y que conecta con Puyehue, comuna donde reside el matrimonio afectado.

El dueño de la camioneta avaluada en más de $9 millones, aseguró que "en la Aduana argentina nos detuvieron, siendo yo el dueño del vehículo y que venía con toda la documentación al día".

Sin mayores explicaciones, el funcionario policial que llegó a tomar el procedimiento les dijo que el vehículo estaba en calidad de "secuestrado" por no ser la misma persona que entró al país la que estaba llevándose la camioneta hacia Chile.

Hasta ese entonces, para el matrimonio la situación era totalmente anormal y, según recuerdan, sintieron desprotección, porque fue un proceso irregular.

Al recordar la situación, Hernández, quien viajaba junto a su esposo, comenta entre sollozos que "demostré mi molestia con la policía, pues ya habíamos tenido una experiencia desagradable antes con ellos".

En ese momento les permitieron sacar las pertenencias más importantes y entregar las llaves. Además, los dejaron en la ruta con un documento para continuar el rumbo, el que consignada que eran "caminantes".

Fue así como un camionero chileno que pasaba por la vía los trajo de vuelta hasta Puyehue, debido a que se apiadó de su situación.

Sobre cuánto tiempo pasó desde la incautación hasta que recibieron la información, Hernández aseguró que "un par de días, no lo recuerdo bien".

A cinco meses de la retención, la familia asegura que no saben sobre el vehículo y si está en buenas condiciones. Además, han recurrido a la Gobernación, PDI y el Consulado chileno, pero no han obtenido respuesta alguna.

El proceso depende de un sumario "del cual no se sabe quién lo lleva, quién es la autoridad competente y cuáles son los pasos a seguir (...). Es un proceso unilateral", dice Rueger.

Lado chileno

Desde el lado fronterizo chileno, el administrador de Aduanas, Manuel Barraza, aseguró que si un argentino entrara con un vehículo ajeno, pero con el debido permiso, no tendría mayores problemas.

"Cuando eso ocurre, por lo general la relación se basa en los distintos convenios que existen entre ambos países. Cuando entra un propietario solo tiene que presentar el padrón en Chile y la cédula que acredita que es el dueño", comentó Barraza.

Asimismo, explicó que en el caso de ser un tercero el que ingrese al país con un vehículo ajeno, debe portar el poder que acredite la autorización del respectivo dueño "y eso se presenta en la Aduana argentina y nosotros damos fe de la documentación que se presentó ahí. Es un primer filtro".

El administrador del organismo aseguró que una de las diferencias con el lado argentino es que "la Aduana acá es más garantista y trata de solucionar el problema donde corresponde, pero pocas veces los vehículos quedan retenidos. Se resuelve el problema administrativo".

Barraza aseguró que desconoce la normativa transandina, pero es una problemática frecuente de los chilenos.

El Austral de Osorno intentó contactarse en diversas ocasiones con las autoridades aduaneras del país transandino, pero no hubo respuesta satisfactoria.

millones debería pagar el hijo de la familia. De no hacerlo y se remata el vehículo, entraría en "rebeldía". $8

lleva la familia sin la camioneta marca Mitsubishi, avaluada en más de $9 millones. 5 meses