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Cómo la zumba mejora el estado físico y psicológico de sus adeptos

ACONDICIONAMIENTO. Diversos análisis destacan el desarrollo de la capacidad cardíaca y respiratoria que se logra con la rutina de baile.
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Valeria Barahona

La zumba, rutina aeróbica que mezcla salsa, merengue, flamenco, bachata, reggaeton y samba, además de ejercicios de gimnasio, tiene efectos sobre el cuerpo y la mente que llevaron a un grupo de académicos de distintas universidades de EE. UU. a calificarla como una práctica deportiva integral, según revista Time.

Una clase de zumba es como cualquier otro entrenamiento dirigido por un instructor, pero con movimientos de baile centrados en las caderas, junto a un paso marcado que llamó la atención de los docentes del departamento de ciencias del ejercicio y del deporte, en la Universidad de Wisconsin.

El profesor John Porcari y sus colegas analizaron a un grupo de mujeres que practicaban esta rutina de manera habitual y encontraron que en una clase de 40 minutos quemaban unas 370 calorías, es decir, alrededor de nueve calorías por minuto, pérdida de masa corporal que equivale a 40 minutos en bicicleta, a 24 kilómetros por hora.

Frecuencia cardiaca

"Encontramos también que el 80% de los casos alcanzaba su frecuencia cardíaca máxima, y el 60% llegó al límite saludable de su capacidad respiratoria. (...) Encontramos que es un entrenamiento bastante bueno, similar a los ejercicios moderadamente intensos el step o kickboxing".

La publicación sobre conductas saludables American Journal of Health Behavior, señaló que mujeres con diabetes tipo 2 y obesidad que practicaron zumba tres veces por semana, durante cuatro meses, perdieron en promedio más de un kilo, y su porcentaje de grasa corporal bajó en un 1%.

Divertirse

Otro aspecto que destacaron los científicos sobre esta rutina de ejercicios y baile fue el disfrute que causa en sus practicantes: "Después de que el estudio terminó, la mayoría de los participantes continuaron" yendo a clases de zumba, dijo el profesor de la Universidad de Georgia, Jamie Cooper.

"Parece que la mayoría de ellos se divirtieron, se hicieron amigos y no vieron la actividad como un trabajo duro", afirmó el académico, a diferencias de otras prácticas de gimnasia.

En las consultas períodicas a las participantes del análisis, Cooper descubrió que el entrenamiento "disfrazado" aumentó la calidad de vida en un 9% y su autoestima en un 16%, sintiéndose estas mujeres más independientes y decididas.

Es clave tener que "dejar ir y divertirte durante tu taller de zumba", aconsejó Cooper.

Ansiedad

Este déjà vu permitió a algunas personas con ansiedad incrementar su tolerancia a la improvisación, con tal de bajar el estrés social y la autoconsciencia del cuerpo, bailando alrededor de otras personas.

La zumba nació a fines de los años 90, en Colombia, cuando el entrenador Alberto Pérez olvidó llevar el casete con el que hacía clases en un gimnasio de Cali.

Ante la emergencia, tomó algunas grabaciones de música latina que tenía en el auto, cuando aeróbica y baile estaban separados, por lo que dijo a sus estudiantes que harían algo distinto "que he preparado durante mucho tiempo", y comenzó a improvisar, lo que provocó el entusiasmo de los asistentes, además de atraer de manera espontánea a otras personas del gimnasio.

En un par de meses llegó a EE. UU. y celebridades como Jennifer López, Shakira y Rihanna lo practican.