Aotro perro con ese hueso. Como hemos comprobado, desde que volvió la democracia a nuestro país, la cantidad de servidores públicos aumentó tanto que uno no se explica cómo diablos, con tanto angelito en el Parlamento, aún hay tanta necesidad y desigualdad social. Políticos, candidatos y electos hacen nata en cuanto medio de comunicación tengan por delante y no escatiman cámaras, micrófonos y luces para publicar lo sacrificados que son, el inmenso amor que tienen por sus votos, perdón, votantes, y que todo lo hacen prácticamente por puro amor al arte.
Aunque tal vez somos unos mal pensados y efectivamente ellos no son tan mala leche, sino están un poco confundidos respecto de lo que significa vocación de servicio.
Vocación: Inspiración, disposición, proyección. Servicio: Favor, ayuda asistencia, prestación, dadiva. Por supuesto, la disposición a ayudar la tenemos todos, aunque algunos más que otros. Así, por ejemplo, las "señoras con delantales de colores" (Patricio Aylwin, 1989), y a pesar que cada día quedan menos, es lo mas real y cercano al concepto "vocación de servicio". Ellas trabajan con inspiración ayudando al prójimo y sin cobrar un peso.
Lo opuesto a nuestros actuales "servidores públicos", a quienes muchos ciudadanos estaríamos dispuestos a seguir pagándoles un sueldo con la condición que se quedaran en su casa. Saldría más barato y menos engorroso…
Pero aquí estamos, embobados frente al televisor, viendo a la actual comitiva palaciega tan granada, soberbia y belicosa, malgastando nuestros impuestos, entrando y saliendo de tribunales, querellándose entre ellos, culpando a gobiernos anteriores, mintiendo, tapándose unos con otros, negando lo innegable, desparramando corrupción, esparciendo mediocridad. Aquí seguimos, los ciudadanos con derecho a voto, boquiabiertos, casi hipnotizados, frente a tanto candidato con "vocación de servicio" que luego termina en el Congreso convirtiendo las soluciones en problemas.
¿Y?... Y nada, basta ver cómo está nuestro país para estar de acuerdo con Einstein cuando dice: "Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy tan seguro"… En fin.
Vivian Arend