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Centinela: la playa popular de la provincia en el lago Llanquihue

TURISMO. Poco queda para que los balnearios de todo el país vuelvan a quedar desiertos con el fin de la temporada estival y el inicio de la rutina laboral o estudiantil. Sin embargo, aún queda tiempo para un último panorama a bajo costo antes de volver a la "realidad".
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Alexander Hopkinson

Dicen que se termina el Festival de Viña del Mar y se acaba el verano, pero no es tan así. Generalmente durante la primera semana de marzo mejora el clima y todavía queda algo de tiempo antes de volver a la rutina. De hecho, muchos universitarios inician sus clases recién la segunda semana del próximo mes y no son pocos los que se toman vacaciones a fines de febrero a fin de capear el aglutinamiento que se produce en la primera quincena del segundo mes del año en la mayoría de las zonas turísticas.

En ese sentido, un panorama en la provinciaque reúne las siempre escasas "tres B": bueno, bonito y barato, es Playa Centinela de Puerto Octay, que además se ubica sólo a tres kilómetros del centro de la ciudad en una península del lago Llanquihue.

Aguas tranquilas, protegidas del incómodo viento sur y rodeadas de una vista y vegetación privilegiadas, Playa Centinela se ha convertido en uno de los destinos predilectos de la provincia, convocando tanto a pasajeros nacionales como extranjeros. Sin embargo, la escasa cultura turística, en particular de los visitantes nacionales, deja espacio para que muchos confundan lo popular con lo ordinario y lo sucio, bajándole el perfil a un hermoso lugar con gran potencial turístico.

Todos los SERVICIOS

Transporte cada 30 minutos, baños, camping, hostería, restaurant, paseos en lancha para pesca deportiva, juegos acuáticos inflables, kayak y bicicletas naúticas, son parte de la variada oferta que tiene esta zona que prácticamente vive de los ingresos generados en el verano. Por otra parte, la cercanía con el centro de Puerto Octay, ciudad con una evidente huella de los colonos alemanes y una variada arquitectura, principalmente construida en madera y caracterizada por combinar la tradición europea del siglo XIX con la técnica local, hacen de Centinela un destino aún más atractivo para quienes no conocen esta zona.

El hostal La Baja, de Iris Bravo, funcionará durante todo marzo, al igual que el restaurant, cuyo menú oscila entre los $4 mil y $5 mil, es bastante recomendable y está justo frente al muelle de la playa. Los valores por día son de $10.000 ó $12.500, dependiendo del uso privado o comunitario del baño.

Poco más adelante está uno de los campings más populares, el Complejo Turístico Centinela, el cual es administrado por Juan Gatica desde el año 2013. El valor por sitio al día es de $20 mil para cuatro personas y un vehículo, aunque los precios bajarán a partir de marzo. En este caso, el camping funciona todo el año.

"El turista todavía no se ha marchado, aún siguen reservando. Me ha llamado gente del norte que viene en camino, no sé hasta cuándo se irán a quedar, por el tema de los colegios. Pero se ve harto extranjero, ciclistas... mochileros no tanto, porque es más que nada un camping familiar, pues es un lugar confiable", dice su encargado, agregando que cada espacio cuenta con un fogón, mesón, luz eléctrica, guardias nocturnos, baños y ducha caliente de 8 a 10 de la mañana.

Gatica explica que además está a cargo de la administración de la playa. "Tiene que ver más que nada con el cuidado de la gente que viene y nos visita, sobre todo en cuanto a la limpieza, de lo otro se encarga Carabineros y los fiscalizadores municipales".

En ese sentido, el empresario turístico dice que el camping se mantiene limpio, pero que el problema es afuera.

"Nosotros limpiamos la playa constantemente, pero en la noche llega bastante gente que viene a tomarse sus cervezas, a pasarlo bien. La gente del pueblo es bastante criteriosa y por lo menos se lleva su basura, pero tenemos mucha visita que no piensa de esta manera. He visto vehículos andando mientras tiran la basura a la calle. Esos son malos hábitos y los niños lo repiten. Pero son cosas básicas que parten de la casa y no se necesita ir al mejor colegio para aprenderlo", critica Juan Gatica.

Otro problema radica en que en el lado sur de la península hay un sector no concesionado donde muchos turistas, sobre todo jóvenes, acampan dejando evidencia negativa de su paso, y que Juan, amablemente -ya que no le corresponde a su sitio administrativo- limpia una vez por semana. Allí también se realizan fogatas, a pesar de que no está pemitido ni acampar ni prender fuego por el manifiesto riesgo de incendios.

Amigas del colegio

Un grupo de siete amigas que se mantuvo unido desde el colegio llegó en el verano hasta este camping a mitad de semana luego de visitar otros destinos de la Región. Las santiaguinas valoraron el paisaje, la vegetación y sobre todo la tranquilidad y los servicios asociados al lugar.

Marcela Reyes, estudiante de Medicina en la Universidad del Desarrollo, cuenta que "me gusta venir para acá porque en Santiago no se encuentra tanta naturaleza y acá es posible estar con las amigas, escapando del calor y del estrés. Además, la gente es muy amable".

Antonia Fernández, estudia Letras de la Universidad Católica, además de valorar la gente y los paisajes, también destaca las historias. "Nos hablaron de un señor de un hotel que había que se ahogó y que viene gente todos los años a dejarle flores, esas tradiciones son interesantes conocerlas".

Florencia Rocca, estudiante de Enfermería en la Universidad de Los Andes, dice que "lo que más me gusta de este lugar es que puedes dormir en la naturaleza con una temperatura muy rica. Puedes bañarte en el lago y escapar del calor y la contaminación de Santiago. Además está todo al lado, puedes cambiar de paisaje y de lugar cada una hora".

En la playa misma, Valentina Fuentealba y César Navarrete, estudiantes de la Región de Valparaíso que viven en Concón y Quilpué, respectivamente, valoraron el caracter familiar de la playa, su vista y la cercanía con el circuito turístico del lago Llanquihue, además de la cercanía con la ciudad de Puerto Octay, de la cual quedaron sorprendidos por su arquitectura y la vista del pintoresco cementerio.

La playa y el futuro

Luis Toro, dueño de algunas embarcaciones para practicar kayak y pasear en bote a pedales, dice que la temporada en Centinela no estuvo muy buena principalmente por las lluvias. Advierte también que falta más inversión municipal, porque todos las iniciativas son privadas. En su negocio el arriendo de la bicicleta acuática para cuatro personas vale $3 mil la media hora, la de dos cuesta $2 mil y los kayak para una y dos personas ascienden a $2 mil y $3 mil, respectivamente, por el mismo período de tiempo.

"El viaje que antes destinaban a un sólo pueblo los extranjeros, ahora lo destinan para todo el sur", cuenta el comerciante de la zona, añadiendo que pese a todo Centinela sigue siendo uno de los destinos preferidos de quienes viven en la provincia y los visitantes locales.

Otro empresario turístico de la playa es José Ipinza, capitalino que junto a un socio se atrevió a instalar unos novedosos juegos acuáticos, además de una lancha que usa para arrastrar un bote inflable y hacer pesca deportiva.

"Esta playa tiene ventajas comparativas para este tipo de juegos y es su tranquilidad. Aquí no existe el viento sur, porque es una bahía cerrada y además de la belleza que se puede observar, tiene características en cuanto al público que más o menos se orienta a lo que nosotros queremos", explica Ipinza, acusando al igual que otros comerciantes que el éxito de la temporada se vio opacado por el clima, sobre todo en enero, y los incendios forestales que desincentivaron a quienes viven en las regiones afectadas.

En ese sentido, y pensando ya en la próxima temporada, José Ipinza tiene la idea de fomentar las motorhomes y las embarcaciones como láser y veleros en Puerto Octay, ya que tiene un negocio de bodegas con cámara en Puerto Varas.

"La idea para el próximo año es tener un tema para las casas rodantes y motorhome, incentivar el turismo todo el año haciendo que guarden estos vehículos acá en la zona, más las facilidades para ir y devolverse al aeropuerto, y las facilidades para que cuando vengan, estén aquí y en otros campings (...), en el fondo es un tema de prestación de servicios donde todos ganamos", detalla Ipinza.

Datos:

El camping funcionará con normalidad todo el año, bajando sus tarifas durante la temporada baja.

La hostería operará solamente durante marzo y luego reabrirá sus puertas en noviembre.

"La gente del pueblo es criteriosa y se lleva su basura, pero tenemos mucha visita que no hace lo mismo y la bota acá"

Juan Gatica concesionario, de la playa y el camping"

"Aquí puedes dormir en la naturaleza con una temperatura muy rica, bañarte en el lago y escapar de la contaminación"

Francisca Rocca, Estudiante de Santiago"