La existencia de estereotipos de género todavía muy fuertes y la escasa visibilidad de las científicas en la esfera pública, son dos de las principales razones que dificultan el acceso del género femenino a la ciencia.
Por ello, con el objetivo de apoyar a las mujeres científicas y promover el acceso de las niñas y jóvenes a la educación y la investigación en estos ámbitos, es que la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió a finales de 2015 proclamar cada 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Irina Bokova, directora general de la Unesco, explicó que "las niñas se siguen enfrentando a estereotipos y restricciones sociales y culturales, que limitan su acceso a la educación y la financiación para la investigación, impidiéndoles así cursar carreras científicas y desarrollar todo su potencial".
Así, esta fecha, que se conmemora a nivel global, puede tener para Chile este año un sabor especial, si se considera que se comenzará la discusión legislativa del proyecto de ley que crea un nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología, iniciativa que fue firmada en enero pasado por la Presidenta y que contempla una serie de modificaciones a la forma con la cual opera el Estado actualmente en esta materia.
En ese contexto, y tal como lo expresó recientemente en una entrevista la científica Cristina Dorador, en Chile no hay más de un 30% de científicas, por lo que un trabajo muy importante es que la nueva institucionalidad permita asegurar la educación científica para todas las personas. "Tenemos que darles la oportunidad a todos los talentos del país. En regiones y también en ambos géneros. Sabemos que es un porcentaje muy menor el de las niñas que siguen la vocación científica, por la falta de oportunidades, y por el sesgo que comienza desde muy temprano en la formación educacional, desde los profesores de matemáticas que fomentan más a los niños", planteó.
Es de esperar que esta celebración de la ONU sirva realmente para una mayor reflexión sobre el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres, tarea a nivel nacional todavía pendiente y que requiere múltiples compromisos, tanto en el sector público como privado.