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Ex campamentos se transforman en zonas de recreación familiar

ÁREAS VERDES. El terreno donde por más de 10 años existió el asentamiento Nueva Esperanza, al final de Rahue Alto, ahora luce con un amplio mirador implementado con juegos infantiles, senderos, asientos e iluminación. Lo mismo ocurre con el ex campamento San Antonio, donde se construyó una plaza tras la salida de las 80 familias. Actualmente se trabaja en el diseño para darle continuidad al Parque Bellevista y recuperar la costanera, en los sitios donde está el campamento Puerto Aravena, a orillas del río Rahue.
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Verónica Salgado

Con la construcción de espacios públicos destinados para el uso familiar, se han logrado recuperar terrenos que por años fueron utilizados como campamentos por personas de escasos recursos, quienes lograron obtener su casa propia y dejar atrás una vida asociada a viviendas precarias, malas condiciones sanitarias y el uso ilegal de sitios municipales, del Estado e incluso de privados.

Dicha transformación queda en evidencia en el sector de Rahue Alto, donde fueron erradicados los campamentos San Antonio y Nueva Esperanza, y en su reemplazo se construyó una plaza interactiva y un parque mirador, respectivamente.

Adicionalmente, se trabaja en el proyecto que dará continuidad al Parque Bellavista, en el sector de Ovejería bajo, a orillas del río Rahue, proyecto que se concretará tras el término del asentamiento irregular Puerto Aravena durante el segundo semestre de este año.

La idea de recuperación de espacios públicos es desarrollada por el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), en conjunto con el municipio local, con el objetivo de evitar que más familias se instalen en los terrenos y mejorar la calidad de vida de los vecinos del sector.

Miradores

Por más de 10 años estuvo emplazado el campamento Nueva Esperanza en terrenos municipales, al final de calle San Javier, en la población Santa Rosa, en Rahue Alto, donde vivían alrededor de 35 familias. Las precarias viviendas estaban a lo largo de una ladera de difícil acceso por las pronunciadas pendientes que muchos moradores debían sortear para llegar a sus hogares.

En 2015 se les entregó su casa propia y comenzó a ejecutarse el proyecto de cierre definitivo del asentamiento y recuperar para los vecinos y la comunidad un terreno que se caracteriza por la belleza de su paisaje, ya que desde la altura se observan los campos de trigo y árboles que hay en un pequeño valle, lo cual es una verdadera acuarela natural de colores durante las diferentes estaciones del año.

Actualmente, los vecinos pueden disfrutar del mirador Nueva Esperanza, donde las viviendas fueron reemplazadas por senderos, juegos infantiles, máquinas de ejercicio y terrazas que permiten disfrutar de la postal propia del sur.

Tirsa Silva disfrutaba la tarde ayer junto a su familia del nuevo espacio público que tuvo una inversión $129 millones entregados por el Serviu y la municipalidad.

"Este lugar quedó maravilloso y la gente del sector y la comunidad en general lo ha aprovechado bastante. La vista es maravillosa, tiene senderos donde los niños disfrutan y en durante estos días de verano, en las tardes, la gente viene tomar aire fresco", indicó la mujer.

La superficie intervenida es de 7.400 metros cuadrados rodeados de árboles y arbustos que fueron considerados en el proyecto para privilegiar el entorno natural. A eso se suma la iluminación que entrega seguridad a los visitantes y permite utilizarlo por las familias durante más horas del día.

Moisés Traro, también vecino del sector, alabó la inversión realizada, ya que considera que el aspecto de la villa es otro por la salida de las precarias viviendas: "es bueno porque las familias que vivían acá tenían una calidad de vida no muy adecuada y sabemos que ahora están en lugar mejor. Ahora en este parque hemos retomado la vida de barrio, conversamos con los vecinos y disfrutamos del paisaje", indicó.

Plaza y costanera

Una utilidad similar se le dio al terreno ubicado en el corazón de la población Schilling, donde estuvo emplazado el campamento San Antonio también por más de 10 años.

Fueron más de 30 familias las reubicadas en proyectos habitacionales de tipo social en el año 2014, generando la primera transformación territorial de la comuna con la construcción de una plaza interactiva en el terreno.

Actualmente, también los vecinos utilizan el área como un lugar de recreación y de recuperación de la vida de barrio gracias a la instalación de máquinas, asientos, juegos infantiles e iluminación.

En la comuna existen 19 campamentos y más de 2.500 familias que están a la espera de concretar su añorada casa propia, pero también son sectores que están a la espera de contar con equipamiento adecuado y donde muchos vecinos han manifestado su preocupación por la precaria situación que viven las personas que habitan en malas condiciones en esos terrenos.

En la actualidad se trabaja en la construcción de 100 viviendas sociales en el proyecto Zanjones, ubicado en Ovejería Alto, donde serán erradicadas las familias de los campamentos Caipulli, Puerto Aravena y Ferroviario, emplazados en Ovejería Bajo.

Paralelamente a la construcción de las viviendas también se trabaja en el programa de cierre asociado al asentamiento Puerto Aravena, que durante más de 20 años ha estado emplazado a un costado del río Rahue.

Cuando sus habitantes reciban las llaves de sus casas en julio de este año, está proyectado dar continuidad al Parque Bellavista, generando una costanera equipada con juegos, asientos y zonas con máquinas de ejercicios.

Para concretar el plan, el Serviu mantiene un convenio de transferencia con la municipalidad, a quien le traspasó $25 millones para que contrate una firma y elabore el diseño final del proyecto.

Paralelamente se trabaja con el Ministerio de Bienes Nacionales para lograr el saneamiento de algunos terrenos colindantes y concretar el proyecto del borderío.

Rolando Delgado, dirigente del campamento Puerto Aravena, explicó que terminar con el asentamiento es una tremenda alegría, porque significa que no pasarán más familias por la compleja realidad que enfrentaron durante años.

"El haber asumido el compromiso de evitar que más familias llegaran mientras esperábamos nuestros casas, tiene justamente el sentido de concretar una obra que beneficia a los vecinos que nos ayudaron, pero también sabemos que en algún momento reclamaron por la presencia de nuestras modestas casas y para toda la comunidad osornina", explicó el dirigente.

En el caso de los terrenos donde están los asentamientos Caipulli y Puerto Aravena, no existen proyectos, porque pertenecen a la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), con quienes se trabaja para el cierre perimetral de los sitios y evitar así la continuidad de la toma ilegal.

Mirada positiva

El director regional del Serviu, Hardy Gandjean, argumentó que este tipo de iniciativas tienen la finalidad de recuperar terrenos para que no sean reutilizados como campamentos, pero además generar espacios públicos y de calidad.

"Si los terrenos donde se emplazan los campamentos sirven para construir viviendas, se hacen trabajos asociados para que las familias permanezcan en la zona, pero con las condiciones adecuadas. Sin embargo, la mayoría de las veces estas tomas están en zonas de restricción y el único uso que se le puede dar son plazas, parques, costaneras, etcétera", dijo el director regional.

Marcelo Vera, encargado del programa Aldeas y Campamentos en Los Lagos, del Ministerio de Vivienda, comentó que trabajar con la entrega de soluciones habitacionales definitivas y recuperar los terrenos es positivo para todos los involucrados.

"La idea es que luego de la salida, quienes se quedan en el barrio tengan una mirada positiva al terreno que está transformado en espacio público; y que quienes dejan años de vida en precarias condiciones, su proceso sea cerrado con una mirada de aporte a la comunidad", indicó Vera.

"Este lugar quedó maravilloso y la gente del sector y la comunidad en general lo ha aprovechado bastante".

Tirsa Silva, Vecina de Rahue Alto"

"La mayoría de las veces estas tomas están en zonas de restricción y el único uso que se le puede dar son plazas, parques, costaneras, etcétera".

Hardy Grandjean, Director regional del Serviu."

Datos

Proyectos En el Barrio Parque Integrado Keim, en Rahue Alto, también se realizan los diseños de recuperación de laderas en zonas de restricción.

Predio Baquedado También se completarán proyectos de recuperación de espacios públicos, además de habitacionales.

Ex campamentos se transforman en zonas de recreación familiar

ÁREAS VERDES. El terreno donde por más de 10 años existió el asentamiento Nueva Esperanza, al final de Rahue Alto, ahora luce con un amplio mirador implementado con juegos infantiles, senderos, asientos e iluminación. Lo mismo ocurre con el ex campamento San Antonio, donde se construyó una plaza tras la salida de las 80 familias. Actualmente se trabaja en el diseño para darle continuidad al Parque Bellevista y recuperar la costanera, en los sitios donde está el campamento Puerto Aravena, a orillas del río Rahue.
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Verónica Salgado

Con la construcción de espacios públicos destinados para el uso familiar, se han logrado recuperar terrenos que por años fueron utilizados como campamentos por personas de escasos recursos, quienes lograron obtener su casa propia y dejar atrás una vida asociada a viviendas precarias, malas condiciones sanitarias y el uso ilegal de sitios municipales, del Estado e incluso de privados.

Dicha transformación queda en evidencia en el sector de Rahue Alto, donde fueron erradicados los campamentos San Antonio y Nueva Esperanza, y en su reemplazo se construyó una plaza interactiva y un parque mirador, respectivamente.

Adicionalmente, se trabaja en el proyecto que dará continuidad al Parque Bellavista, en el sector de Ovejería bajo, a orillas del río Rahue, proyecto que se concretará tras el término del asentamiento irregular Puerto Aravena durante el segundo semestre de este año.

La idea de recuperación de espacios públicos es desarrollada por el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), en conjunto con el municipio local, con el objetivo de evitar que más familias se instalen en los terrenos y mejorar la calidad de vida de los vecinos del sector.

Miradores

Por más de 10 años estuvo emplazado el campamento Nueva Esperanza en terrenos municipales, al final de calle San Javier, en la población Santa Rosa, en Rahue Alto, donde vivían alrededor de 35 familias. Las precarias viviendas estaban a lo largo de una ladera de difícil acceso por las pronunciadas pendientes que muchos moradores debían sortear para llegar a sus hogares.

En 2015 se les entregó su casa propia y comenzó a ejecutarse el proyecto de cierre definitivo del asentamiento y recuperar para los vecinos y la comunidad un terreno que se caracteriza por la belleza de su paisaje, ya que desde la altura se observan los campos de trigo y árboles que hay en un pequeño valle, lo cual es una verdadera acuarela natural de colores durante las diferentes estaciones del año.

Actualmente, los vecinos pueden disfrutar del mirador Nueva Esperanza, donde las viviendas fueron reemplazadas por senderos, juegos infantiles, máquinas de ejercicio y terrazas que permiten disfrutar de la postal propia del sur.

Tirsa Silva disfrutaba la tarde ayer junto a su familia del nuevo espacio público que tuvo una inversión $129 millones entregados por el Serviu y la municipalidad.

"Este lugar quedó maravilloso y la gente del sector y la comunidad en general lo ha aprovechado bastante. La vista es maravillosa, tiene senderos donde los niños disfrutan y en durante estos días de verano, en las tardes, la gente viene tomar aire fresco", indicó la mujer.

La superficie intervenida es de 7.400 metros cuadrados rodeados de árboles y arbustos que fueron considerados en el proyecto para privilegiar el entorno natural. A eso se suma la iluminación que entrega seguridad a los visitantes y permite utilizarlo por las familias durante más horas del día.

Moisés Traro, también vecino del sector, alabó la inversión realizada, ya que considera que el aspecto de la villa es otro por la salida de las precarias viviendas: "es bueno porque las familias que vivían acá tenían una calidad de vida no muy adecuada y sabemos que ahora están en lugar mejor. Ahora en este parque hemos retomado la vida de barrio, conversamos con los vecinos y disfrutamos del paisaje", indicó.

Plaza y costanera

Una utilidad similar se le dio al terreno ubicado en el corazón de la población Schilling, donde estuvo emplazado el campamento San Antonio también por más de 10 años.

Fueron más de 30 familias las reubicadas en proyectos habitacionales de tipo social en el año 2014, generando la primera transformación territorial de la comuna con la construcción de una plaza interactiva en el terreno.

Actualmente, también los vecinos utilizan el área como un lugar de recreación y de recuperación de la vida de barrio gracias a la instalación de máquinas, asientos, juegos infantiles e iluminación.

En la comuna existen 19 campamentos y más de 2.500 familias que están a la espera de concretar su añorada casa propia, pero también son sectores que están a la espera de contar con equipamiento adecuado y donde muchos vecinos han manifestado su preocupación por la precaria situación que viven las personas que habitan en malas condiciones en esos terrenos.

En la actualidad se trabaja en la construcción de 100 viviendas sociales en el proyecto Zanjones, ubicado en Ovejería Alto, donde serán erradicadas las familias de los campamentos Caipulli, Puerto Aravena y Ferroviario, emplazados en Ovejería Bajo.

Paralelamente a la construcción de las viviendas también se trabaja en el programa de cierre asociado al asentamiento Puerto Aravena, que durante más de 20 años ha estado emplazado a un costado del río Rahue.

Cuando sus habitantes reciban las llaves de sus casas en julio de este año, está proyectado dar continuidad al Parque Bellavista, generando una costanera equipada con juegos, asientos y zonas con máquinas de ejercicios.

Para concretar el plan, el Serviu mantiene un convenio de transferencia con la municipalidad, a quien le traspasó $25 millones para que contrate una firma y elabore el diseño final del proyecto.

Paralelamente se trabaja con el Ministerio de Bienes Nacionales para lograr el saneamiento de algunos terrenos colindantes y concretar el proyecto del borderío.

Rolando Delgado, dirigente del campamento Puerto Aravena, explicó que terminar con el asentamiento es una tremenda alegría, porque significa que no pasarán más familias por la compleja realidad que enfrentaron durante años.

"El haber asumido el compromiso de evitar que más familias llegaran mientras esperábamos nuestros casas, tiene justamente el sentido de concretar una obra que beneficia a los vecinos que nos ayudaron, pero también sabemos que en algún momento reclamaron por la presencia de nuestras modestas casas y para toda la comunidad osornina", explicó el dirigente.

En el caso de los terrenos donde están los asentamientos Caipulli y Puerto Aravena, no existen proyectos, porque pertenecen a la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), con quienes se trabaja para el cierre perimetral de los sitios y evitar así la continuidad de la toma ilegal.

Mirada positiva

El director regional del Serviu, Hardy Gandjean, argumentó que este tipo de iniciativas tienen la finalidad de recuperar terrenos para que no sean reutilizados como campamentos, pero además generar espacios públicos y de calidad.

"Si los terrenos donde se emplazan los campamentos sirven para construir viviendas, se hacen trabajos asociados para que las familias permanezcan en la zona, pero con las condiciones adecuadas. Sin embargo, la mayoría de las veces estas tomas están en zonas de restricción y el único uso que se le puede dar son plazas, parques, costaneras, etcétera", dijo el director regional.

Marcelo Vera, encargado del programa Aldeas y Campamentos en Los Lagos, del Ministerio de Vivienda, comentó que trabajar con la entrega de soluciones habitacionales definitivas y recuperar los terrenos es positivo para todos los involucrados.

"La idea es que luego de la salida, quienes se quedan en el barrio tengan una mirada positiva al terreno que está transformado en espacio público; y que quienes dejan años de vida en precarias condiciones, su proceso sea cerrado con una mirada de aporte a la comunidad", indicó Vera.

"Este lugar quedó maravilloso y la gente del sector y la comunidad en general lo ha aprovechado bastante".

Tirsa Silva, Vecina de Rahue Alto"

"La mayoría de las veces estas tomas están en zonas de restricción y el único uso que se le puede dar son plazas, parques, costaneras, etcétera".

Hardy Grandjean, Director regional del Serviu."

Datos

Proyectos En el Barrio Parque Integrado Keim, en Rahue Alto, también se realizan los diseños de recuperación de laderas en zonas de restricción.

Predio Baquedado También se completarán proyectos de recuperación de espacios públicos, además de habitacionales.