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Plan Regulador y nuevos accesos buscan que osorninos se "reencuentren" con el río Damas

ECOLOGÍA. Luego de décadas de contaminación y abandono, el cauce recupera poco a poco su atractivo natural y cercanía con la comunidad en espacios como el Parque Cuarto Centenario.
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Alexander Hopkinson

La reciente inauguración del Parque Cuarto Centenario, a lo cual se suman puntos como el Parque Chuyaca y el cámping Olegario Mohr, todos recintos que bordean el río Damas, han propiciado que la comunidad vuelva a mirar de frente y con nuevos bríos al río Damas, el cual además presenta señales de descontaminación de sus aguas.

Se trata, además del Rahue, del segundo cauce que cruza la ciudad, aunque a diferencia del primero es de régimen pluvial, ya que nace en el sector de Quema del Buey, en Entre Lagos, y cruza el entramado local hasta fundirse con el río Rahue (que surge del lago Rupanco) a la altura del antiguo puente San Pedro.

Luego del vertimiento permanente de desechos a su caudal durante décadas, en los '90 y parte del nuevo milenio surgieron voces cuidadanas y ambientalistas que advertían sobre el mal estado de las aguas.

Hoy, sin embargo, vuelve a recuperar su encanto, gracias a defensores de la naturaleza como Ricardo Becerra, presidente de la Red Ambiental Ciudadana de Osorno, quien anticipa que el Damas podría incluso llegar a ser protegido a nivel legal, gracias a la norma secundaria enfocada en la cuenca del río Bueno, que es tributado por el Rahue y por consiguiente también por el Damas.

Asimismo, su integración al nuevo Plan Regulador ha generado optimismo sobre su futuro, aún cuando en opinión del propio Becerra, en términos médicos "se trataría de un paciente que todavía está en la Unidad de Cuidados Intensivos".

Pero el avance actual está marcado por un acto ciudadano, específicamente una velatón que a la postre dio origen a la formación de esta red ambiental.

"El 22 de febrero de 2012 hubo una manifestación de aproximadamente 1.500 personas que se congregaron en el puente Chuyaca para hacer una velatón, con el fin de que las autoridades tuvieran una posición proactiva frente a la contaminación del río. Antes de eso algunos estudios indicaban que si no se hacía un tratamiento y dejábamos de arrojar desechos, posiblemente se iba a convertir en un pantano, que es señal de que el río murió", recuerda Becerra, quien espera llegar a recuperar en su totalidad a este "paciente" cuya alta se dará cuando sea integrado al turismo con el mejoramiento de las laderas y esté lo suficientemente limpio como para que sea apto para el baño.

Plan regulador

En esa línea, el río Damas ha vuelto a ser para el municipio local un elemento a considerar en el desarrollo de la ciudad. Así lo señaló el jefe de la Secretaría de Planificación (Secplan) de Osorno, Claudio Donoso, quien afirma que ya están aprobados los criterios de desarrollo sustentable y los objetivos ambientales del nuevo Plan Regulador por parte de la Seremi de Medio Ambiente "y apuntamos a destinarlo a usos no contaminantes, localizando zonas industriales exclusivas separadas".

Asimismo, anticipa que la nueva norma del Plan Regulador obliga al municipio a fiscalizar y monitorear la calidad de las aguas una vez que éste entre en vigencia.

"Actualmente nos encontramos gestionando con Bienes Nacionales la firma de un convenio que nos permitirá definir los límites de lo público y lo privado en las riberas del río Damas, para así implementar proyectos específicos, como ha sido la recuperación de los parques Cuarto Centenario, Chuyaca y Olegario Mohr", apuntó el encargado de la Secplan.

Espalda al río

El río Damas -llamado así por los españoles que fundaron la ciudad en el siglo XVI- fue utilizado por las nacientes industrias osornina desde finales del siglo XVIII, y en especial en la segunda mitad del siglo XIX, tras la colonización alemana, como una fuente de energía hidráulica.

Sus aguas movían los artilugios fabriles y servían como insumo para la elaboración de productos. Todo esto propició la formación de pozones donde las personas solían bañarse y nadar.

La llegada de la energía eléctrica y la instalación de nuevos barrios industriales generó la construcción de viviendas a la altura de la actual calle Baquedano, pero los desechos de las mismas fábricas y de los barrios fueron a parar a las aguas del Damas, con lo cual los osorninos comenzaron a darle la espalda al río.

Hacia la década del '50, el vecino Guillermo Hollstein quiso revivir el lado turístico del Damas a la altura de Chuyaca con la "Quinta Hollstein", donde incluso había espacios habilitados para bañarse, sin embargo, el proyecto tampoco prosperó.

Opiniones

Sólo basta dar un paseo por el renovado Parque Cuarto Centanrio para observar que la comunidad mira postivivamente el acceso al río. Y sobre todo el mejor aspecto de sus aguas.

Así lo manifestó José Arias, trabajador del Hospital Base San José de Osorno y oriundo de Santiago, quien llegó en 1990 a Osorno y el río en aquel entonces era muy diferente.

"Antes daba pena porque los puentes estaban muy destrozados y yo me paraba ahí y veía con tristeza cómo el río se iba destruyendo, se iba apagando y hoy día estoy con mi hija en un parque precioso, con un río que si bien no tiene mucha corriente, se ve transparente en algunas partes", manifestó.

Para Gladys Cárdenas, dueña de casa osornina, al río "se le debería dar un poquito más de profundidad, porque hay muchas personas que no tenemos la oportunidad de salir a las playas y sería ideal para mí venir acá con mi nieto, pero como está contaminado no se puede. Esta parte se ve que la limpiaron por el parque, pero hacia arriba está asqueroso. La gente lamentablemente echa la basura al río y por una persona pagamos todos".

En tanto, Juan Carlos Macaya, alumno de tercero medio, piensa que "con la vista y luces que se le ha dado este último tiempo al río nos podemos dar cuenta el mal uso que le hemos dado a nuestros atractivos naturales".

Plan Regulador y nuevos accesos buscan que osorninos se "reencuentren" con el río Damas

ECOLOGÍA. Luego de décadas de contaminación y abandono, el cauce recupera poco a poco su atractivo natural y cercanía con la comunidad en espacios como el Parque Cuarto Centenario.
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Alexander Hopkinson

La reciente inauguración del Parque Cuarto Centenario, a lo cual se suman puntos como el Parque Chuyaca y el cámping Olegario Mohr, todos recintos que bordean el río Damas, han propiciado que la comunidad vuelva a mirar de frente y con nuevos bríos al río Damas, el cual además presenta señales de descontaminación de sus aguas.

Se trata, además del Rahue, del segundo cauce que cruza la ciudad, aunque a diferencia del primero es de régimen pluvial, ya que nace en el sector de Quema del Buey, en Entre Lagos, y cruza el entramado local hasta fundirse con el río Rahue (que surge del lago Rupanco) a la altura del antiguo puente San Pedro.

Luego del vertimiento permanente de desechos a su caudal durante décadas, en los '90 y parte del nuevo milenio surgieron voces cuidadanas y ambientalistas que advertían sobre el mal estado de las aguas.

Hoy, sin embargo, vuelve a recuperar su encanto, gracias a defensores de la naturaleza como Ricardo Becerra, presidente de la Red Ambiental Ciudadana de Osorno, quien anticipa que el Damas podría incluso llegar a ser protegido a nivel legal, gracias a la norma secundaria enfocada en la cuenca del río Bueno, que es tributado por el Rahue y por consiguiente también por el Damas.

Asimismo, su integración al nuevo Plan Regulador ha generado optimismo sobre su futuro, aún cuando en opinión del propio Becerra, en términos médicos "se trataría de un paciente que todavía está en la Unidad de Cuidados Intensivos".

Pero el avance actual está marcado por un acto ciudadano, específicamente una velatón que a la postre dio origen a la formación de esta red ambiental.

"El 22 de febrero de 2012 hubo una manifestación de aproximadamente 1.500 personas que se congregaron en el puente Chuyaca para hacer una velatón, con el fin de que las autoridades tuvieran una posición proactiva frente a la contaminación del río. Antes de eso algunos estudios indicaban que si no se hacía un tratamiento y dejábamos de arrojar desechos, posiblemente se iba a convertir en un pantano, que es señal de que el río murió", recuerda Becerra, quien espera llegar a recuperar en su totalidad a este "paciente" cuya alta se dará cuando sea integrado al turismo con el mejoramiento de las laderas y esté lo suficientemente limpio como para que sea apto para el baño.

Plan regulador

En esa línea, el río Damas ha vuelto a ser para el municipio local un elemento a considerar en el desarrollo de la ciudad. Así lo señaló el jefe de la Secretaría de Planificación (Secplan) de Osorno, Claudio Donoso, quien afirma que ya están aprobados los criterios de desarrollo sustentable y los objetivos ambientales del nuevo Plan Regulador por parte de la Seremi de Medio Ambiente "y apuntamos a destinarlo a usos no contaminantes, localizando zonas industriales exclusivas separadas".

Asimismo, anticipa que la nueva norma del Plan Regulador obliga al municipio a fiscalizar y monitorear la calidad de las aguas una vez que éste entre en vigencia.

"Actualmente nos encontramos gestionando con Bienes Nacionales la firma de un convenio que nos permitirá definir los límites de lo público y lo privado en las riberas del río Damas, para así implementar proyectos específicos, como ha sido la recuperación de los parques Cuarto Centenario, Chuyaca y Olegario Mohr", apuntó el encargado de la Secplan.

Espalda al río

El río Damas -llamado así por los españoles que fundaron la ciudad en el siglo XVI- fue utilizado por las nacientes industrias osornina desde finales del siglo XVIII, y en especial en la segunda mitad del siglo XIX, tras la colonización alemana, como una fuente de energía hidráulica.

Sus aguas movían los artilugios fabriles y servían como insumo para la elaboración de productos. Todo esto propició la formación de pozones donde las personas solían bañarse y nadar.

La llegada de la energía eléctrica y la instalación de nuevos barrios industriales generó la construcción de viviendas a la altura de la actual calle Baquedano, pero los desechos de las mismas fábricas y de los barrios fueron a parar a las aguas del Damas, con lo cual los osorninos comenzaron a darle la espalda al río.

Hacia la década del '50, el vecino Guillermo Hollstein quiso revivir el lado turístico del Damas a la altura de Chuyaca con la "Quinta Hollstein", donde incluso había espacios habilitados para bañarse, sin embargo, el proyecto tampoco prosperó.

Opiniones

Sólo basta dar un paseo por el renovado Parque Cuarto Centanrio para observar que la comunidad mira postivivamente el acceso al río. Y sobre todo el mejor aspecto de sus aguas.

Así lo manifestó José Arias, trabajador del Hospital Base San José de Osorno y oriundo de Santiago, quien llegó en 1990 a Osorno y el río en aquel entonces era muy diferente.

"Antes daba pena porque los puentes estaban muy destrozados y yo me paraba ahí y veía con tristeza cómo el río se iba destruyendo, se iba apagando y hoy día estoy con mi hija en un parque precioso, con un río que si bien no tiene mucha corriente, se ve transparente en algunas partes", manifestó.

Para Gladys Cárdenas, dueña de casa osornina, al río "se le debería dar un poquito más de profundidad, porque hay muchas personas que no tenemos la oportunidad de salir a las playas y sería ideal para mí venir acá con mi nieto, pero como está contaminado no se puede. Esta parte se ve que la limpiaron por el parque, pero hacia arriba está asqueroso. La gente lamentablemente echa la basura al río y por una persona pagamos todos".

En tanto, Juan Carlos Macaya, alumno de tercero medio, piensa que "con la vista y luces que se le ha dado este último tiempo al río nos podemos dar cuenta el mal uso que le hemos dado a nuestros atractivos naturales".