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Puerto Fonck: Historia y paisajes ocultos al noreste del Llanquihue

TURISMO. A pesar de que todas las playas del país son públicas, este hermoso balneario perteneciente a la comuna de Puerto Octay no cuenta hoy con un acceso vehicular público habilitado para llegar a la ribera del lago. La zona fue uno de los puntos de la colonización europea de fines del siglo XIX, principalmente alemanes por lo que a su entrada se conserva un templo luterano donde hoy se realizan campamentos cristianos de verano.
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Alexander Hopkinson

Ubicado a unos 65 kilómetros del centro de Osorno, una hora en auto, y a unos 25 km viniendo desde la villa de Puerto Octay, Puerto Fonck cuenta con un paisaje que combina el azul del lago con los verdes pinos y una vista privilegiada al volcán Osorno.

Este es un lugar de rica tradición e historia, siendo uno de los sectores prioritarios de la colonización alemana hacia fines del siglo XIX, razón por la que aún se conserva en buenas condiciones una iglesia luterana en la entrada del pequeño poblado emplazado al noreste del Llanquihue. Allí existe un cementerio para párrocos y lugareños insignes de apellido germano a plena vista.

Una de las razones por las cuales Puerto Fonck sigue siendo un sitio poco cocnocido a nivel turístico, es la escasa señalética y el difícil acceso a la playa, que si antes era malo, hoy está intransitable debido al alud que azotó a la localidad de Las Cascadas a principios de mes tras el desborde del río Blanco.

Sin embargo, esta situación, que es compleja sobre todo para quienes buscan llegar por primera vez, ha sido recibida de buena manera por algunos lugareños que han visto cómo la playa y los bosques se han mantenido bastante más limpios que en veranos anteriores gracias a su escasa presencia. Una de las más contenta es Marisol Thiers, hija de Osvaldo, reconocido pintor y escultor nacional radicado desde algunos años en Osorno, quien posee seis cabañas en este terreno, todas ellas arrendadas y reservadas por lo que resta de la temporada estival.

Por eso hoy, el tema del acceso es más bien una ventaja que un problema para Marisol y su negocio, donde sus clientes esperan disfrutar de un entorno limpio, alejado de la vida virtual, el ruido y la contaminación de la ciudad.

No obstante, hacia el mes de marzo tanto las reservas como el flujo turístico en general comienzan a decaer conforme se acaba el verano, por lo que la pronta recuperación del camino terminará siendo una necesidad incluso para los vecinos que arriendan cabañas, ya que el resto del año son muy pocos los que llegan a este lugar y urge romper con la estacionalidad para generar más ingresos.

Alojamiento

Cabañas el Molino, nombre dado en honor a una antigua construcción que prestó utilidad a la comunidad, ofrece seis cabañas totalmente equipadas con tres dormitorios y dos baños cada una. No hay televisión ni internet y sólo tienen señal algunas compañías de telefonía celular.

La capacidad máxima es para siete personas y todas presentan un nombre basado en su propia historia. En su interior están adornadas por distintas pinturas de Osvaldo Thiers y por noche se debe cancelar un costo de 50 mil pesos.

Una de éstas se denomina "Muelle" y su nombre hace alusión a la antigua casa-embarcadero de Puerto Fonck, donde se abastecía de harina y enseres a las distintas familias de la cuenca del Lago Llanquihue entre 1930 y 1960, por medio de embarcaciones a vapor que surcaban sus aguas.

En 1960 se destruyeron tanto el muelle como el molino a causa del megaterremoto. Hoy cinco palos basales y esta casa adaptada en una cabaña son el único vestigio de aquella memoria.

"En 1920 mi abuelo construyó una planta hidroeléctrica a 3km de aquí, la cual abastecía de electricidad al molino de trigo que se construyó en 1925. Eso hasta que cayó con el terremoto de 1960. El agua ha bajado mucho desde entonces y se han ido viendo los palos del muelle y la bodega del molino que la convertimos en una cabaña", relata Marisol Thiers, junto con agregar que "la tranquilidad del lugar es lo que más le gusta a los clientes".

Cultura de la basura

Uno de los principales motivos por los cuales Thiers resguarda este paraíso natural, es la posibilidad de la proliferación de basura y el peligro inminente de incendio por las fogatas que algunos turistas realizan bajo los pinos.

"El problema es la basura y las fogatas, pero sobre todo la basura que dejan los turistas y que nadie se lleva. Además, hacen fogata en medio de los pinos y eso que está estrictamente prohibido hacer fogata", cuenta decepcionada.

En su calidad de administradora del lugar, es ella quien debe recoger los escombros y papeles higiénicos usados que dejan los visitantes.

"Yo tengo que limpiar la playa para que esté impecable, pero la vuelven a ensuciar. El tema del camino ha sido bueno porque hay menos gente, menos basura. Aquí no hay camping, solamente es para venir a la playa por el día, con la toalla y un poco de cocaví. Yo hace dos semanas (con mis hijos) recogimos la basura que quedó del Año Nuevo y salieron dos tarros llenos de basura", alega Marisol.

Por otra parte, como se trata de un recinto privado, desde donde parte el bosque no hay baños públicos ni contenedores en las cercanías, lo que si bien no justifica que la gente bote la basura, tampoco favorece la limpieza.

Aún así es indudable que falta conciencia y cultura en términos de cuidado y preservación del medio ambiente.

"No hay contenedores porque como el acceso es privado y el camino es privado la Municipalidad no se involucra, entonces somos nosotros los que la recogemos", cuenta la hija del artista quien a través de un vecino permite que sus clientes lleguen en sus autos hasta la ribera del lago.

La vía

El director regional de Vialidad en Los Lagos, Jorge Loncomilla, estudió el caso del principal acceso a la playa en Puerto Fonck y señaló que éste "no es de tuición de Vialidad. Nuestra red vial en Puerto Fonck considera otros caminos principales, difícilmente dejamos un camino nuestro desatendido porque tenemos una cobertura del 100%. O están en administración directa o en contrato global".

Por otra parte, Loncomilla afirma que "averigüé en las bases de datos de la oficina provincial y no tenemos ningún camino de esas características, así que me imagino que es un camino privado o vecinal".

Tal como se puede apreciar en la foto de la parte superior de la página, el camino ha quedado inhabilitado tanto para el paso peatonal como para cualquier tipo de vehículo, debido a las profundas grietas y la presencia de ramas, troncos y plantas arrastradas hasta ahí por el alud ocurrido el pasado domingo 8 de enero.

Por lo tanto, quienes quieran ingresar a la playa tendrán que buscar vías alternativas o directamente pedir permiso a alguno de los vecinos en el sector alto para poder acceder al lago, el lugar más hermoso y turístico de esta localidad.

CRISTIANOS Visitantes

El templo luterano de Puerto Fonck está en la parte alta del pueblo y es sin duda un lugar de referencia para llegar a la playa.

Fue a través de este terreno donado a la iglesia que El Austral pudo tener acceso a la ribera del lago, mediante una artesanal escalera. Aquí cada año, siempre en verano, se realiza un campamento cristiano donde jóvenes entre los 12 y 17 años provenientes de iglesias luteranas de todo el país, sobre todo el sur, llegan para compartir sus experiencias de vida con otros adolescentes interesados en acercarse a Dios. Estos muchachos son hoy por hoy de los pocos privilegiados que tienen libre acceso a la playa, aunque será sólo por siete días.

Rahel Gysel es kinesióloga y monitora del campamento y viene hace 12 años a esta zona. "Me encanta este lugar. Es un espacio para recargarse, juntar fuerzas y desconectarse, porque hay poca señal, no hay televisión, no hay computadores, entonces te alejas mucho del ajetreo cotidiano de la ciudad y venir a vivir simple en comunidad es algo muy enriquecedor", comenta.

Otra de las personas que colabora en esta iniciativa es Francisca Vásquez, estudiante de Psicología, quien explica que son alrededor de 100 las personas, entre campistas y colaboradores, que dan vida al campamento. "El objetivo es contarle un poco más a los jóvenes en qué consiste ser cristiano, junto con mostrarles nuestro rol en las iglesias para que ellos puedan participar durante en ellas, si quieren", comenta Francisca añadiendo que también participan ateos y católicos.

Datos:

Iglesia luterana Ubicado el sector alto de la localidad marca la llegada al pueblo. Allí cada año se realiza un campamento para jóvenes cristianos.

Cabañas cuestan $50 mil por noche, tienen capacidad para siete personas y estarán nuevamente disponibles a partir de marzo.

"El problema es la basura y las fogatas, pero sobre todo la basura que dejan los turistas y que nadie se la lleva"

Marisol Thiers, Adm. Cabañas El Molino"

"Averigüé en la base de datos de la oficina provincial y no tenemos ningún camino de esas características"

Jorge Loncomilla, Director regional de Vialidad"