Incendios forestales
El país tiene que asumir que producto del cambio climático está obligado a repensar el sistema de cuidado de las zonas boscosas y áreas silvestres. La provincia de Osorno, con la amplia extensión del Parque Nacional Puyehue, también está sujeta al riesgo de estos desastres forestales.
Durante varios días, los incendios forestales que azotan a la zona central, "el mayor desastre forestal" de la historia del país, según los calificó la Presidenta Michelle Bachelet, han evidenciado la fragilidad de un sistema de protección de los bosques y áreas silvestres que, si bien ha recibido aumentos de presupuesto en los últimos años, no ha sido capaz de hacerse cargo de la riqueza nacional en esta materia y, por sobre todo, de las nuevas exigencias impuestas por un irrefrenable cambio climático. En materia medioambiental, el país, tal como ha sido conocido en las últimas décadas, no es el mismo de hoy ni menos del que se está configurando hacia el futuro cercano. Mayores temperaturas, extensión del período veraniego y menor disponibilidad de precipitaciones de manera regular han configurado un nuevo escenario medioambiental que incide en cuestiones tan elementales como la sequía en las zonas rurales y, a lo que asiste con dramatismo hoy la población, la incidencia de incendios forestales.
Aunque estos siniestros se han concentrado en la zona central, donde hay temperaturas más elevadas y menor humedad, los sectores boscosos de la provincia de Osorno y del sur en general no están en absoluto ajenos al peligro de la aparición y extensión descontrolada del fuego. Tal como se advirtió en este medio hace algunos días, durante esta temporada veraniega se ha registrado un explosivo crecimiento de la quila seca en el Parque Nacional Puyehue, lo que constituye un severo riesgo para el cuidado de este patrimonio ambiental. De acuerdo a los cálculos de los encargados de esta reserva, en 18 mil de las 107 mil hectáreas que tiene el parque se encuentra presente este tipo de bambú nativo.
Independiente de las pesquisas para determinar el origen del fuego en los incendios de la zona central, el país en su conjunto, empezando por sus autoridades, tiene que asumir que debe invertir más para cuidar su patrimonio forestal. Para ello, lo primero es advertir que el cambio climático seguirá tensionando aún más el medio ambiente, lo que exige tanto reforzar la cultura del cuidado como también dotar de mayores recursos a las instancias pertinentes.