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Científicos rusos descubren un gen que causa la depresión

AVANCE. El hallazgo significa la posibilidad de crear nuevos fármacos para una enfermedad que afecta a cerca de 350 millones de personas.
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Nicole Otazo

La depresión afecta a unas 350 millones de personas y uno de los principales obstáculos para curarla es la evaluación errónea de la dolencia, ya que algunas personas que sufren esa enfermedad nunca son tratadas y otras, en cambio sanas, reciben antidepresivos con excesiva ligereza, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hasta ahora, la depresión era un campo sin soluciones claras. Sin embargo, científicos rusos pudieron revertir la situación y agregar un avance a la cura de la enfermedad, ya que han identificado un gen que la causa.

Así, aunque ya existen antidepresivos, Tatiana Axenóvich, catedrática de Biología del Instituto de Citología y Genética (ICG) de Novosibirsk (Siberia), cree que la identificación de este gen entrega a los laboratorios información vital a la hora de crear nuevos medicamentos.

"Con ayuda del gen se podrá investigar más profundamente el mecanismo que cataliza la aparición de los síntomas depresivos", dijo Axenóvich.

La depresión es causada 40% por herencia genética y 60% por motivos externos a la persona. De esta forma, con esta nuevo avance se podrá investigar en profundidad el por qué de la aparición de esta enfermedad. "Por ejemplo, con ayuda del gen se podrá investigar más profundamente el mecanismo que cataliza la aparición de los síntomas depresivos", señaló la investigadora del instituto dependiente de la Academia de Ciencias de Rusia. Agregó que "el entorno, las circunstancias vitales y el estrés al que está sometida la persona son factores decisivos (de la enfermedad)".

Investigación

El grupo de científicos rusos liderado por Axenóvich ocupó nuevos métodos estadísticos para localizar el gen. Utilizaron la ayuda de ordenadores, más que de probetas o microscopios.

"Hasta ahora, para identificar el gen había que examinar, como mínimo, a unas 50.000 personas, lo que era algo irreal. En cambio, a nosotros hemos llegado con 2.000", explicó Axenóvich.

Es un avance para la investigación, pues cuanto más pequeño es el efecto que tenga el gen -algo característico de la depresión-, mayor selección de pacientes se necesita para su identificación.

"La clave ha sido no estudiar cada variante genética por separado, como es tradicional, sino el gen al completo, especialmente las variantes que alteran el ADN", apuntó la investigadora.

Los científicos lograron desarrollar su estudio con la ayuda del Centro Erasmus de Rotterdam, que entregó su datos recopilados.