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La realidad de las familias que dependen de la entrega de agua para sobrevivir

SEQUÍA. Habitantes de sectores Trosco y San Florentino relatan las peripecias que hacen cada día para aprovechar cada gota de la poca agua que reciben una vez a la semana en camiones aljibe.
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Verónica Salgado

Estanques, baldes, tinas, tarros, jarros o cualquier recipiente es utilizado por las familias para almacenar el agua que durante siete días deben optimizar para cocinar, beber, realizar su aseo personal, lavar y mantener sus baños limpios. Esta es la realidad que enfrentan las personas que viven en el sector de Trosco, en San Juan de la Costa, y San Florentino, en Río Negro, quienes al igual que miles de otras familias de la provincia reciben el vital elemento una vez a la semana gracias al paso de un camión aljibe proporcionado por sus municipios, con el apoyo de la Onemi.

Ambos sectores son el reflejo de la compleja situación que se vive en zonas rurales de la provincia producto de la escasez hídrica que afecta a la zona desde hace unos años y donde más de tres mil personas dependen del agua que reparten los municipios.

Actualmente, el Ministerio del Interior, en conjunto con la Intendencia Regional, busca regular la entrega de agua ordenando los recursos, el tipo de camiones, rutas, frecuencias y distribución del elemento a las personas.

Esta medida no ha sido bien recibida por varios alcaldes de la provincia, quienes consideran que sólo perjudicará a las familias afectadas. La principal aprensión de las autoridades comunales apunta a los 50 litros que pretende entregar el Gobierno diariamente, lo que consideran una cantidad muy mínima para quienes su única opción de tener el vital elemento es el paso de un camión aljibe.

Una gota reutilizada

Ernestina Muñoz tiene 87 años y siempre ha vivido en el callejón Los Esteros, en el sector de San Florentino, comuna de Río Negro, por donde el camión aljibe con agua pasa los miércoles, momento que aprovecha de llenar sus tarros, baldes y algunos bidones.

"Logro dejar creo que como 400 litros, los que tengo que usar en todas las cosas de mi casa, como cocinar, lavar la ropa, limpiar y para beber la pongo a hervir. Yo creo que la gente no se imagina lo que es ver que es domingo y tienes un sólo tarrito con agua y debes decidir en qué usarla, porque no tendrás más hasta el miércoles", dijo la adulta mayor.

Relató que en la zona rural donde ella vive las personas tienen animales de granja y huertos que generan gran parte de la comida que la familia lleva a la mesa, que también requiere de agua.

"Yo no puedo dejar a mis gallinas sin agua o mis perros que cuidan la casa. Pero nadie ofrece otra solución y dicen que me entregan agua para consumo humano y ¿acaso mis animales no son seres vivos que también dependen del agua para seguir vivos?", dijo Ernestina.

Una situación similar vive la familia de Julio Cárcamo, de 70 años, y su esposa Haydee Roldán, de 68 años, habitantes del sector Trosco, comuna de San Juan de la Costa. Cada martes, cuando pasa el camión, logran llenar un estanque de mil litros que usan entre los siete miembros de la familia.

"Pueden pensar que mil litros es arto, pero la verdad no alcanza (son 20 litros de agua por persona al día), cada gota es reutilizada, por ejemplo, el agua de lavar loza después sirve para usarla en el baño. La gente de la ciudad está acostumbrada a tener agua y de esa forma piensan las autoridades al empezar a idear formas de mejorar la entrega del agua, lo que sólo apunta a complicarnos más", comentó el hombre.

Agregó que causa preocupación que cambien los camiones, porque los choferes conocen las rutas y a los vecinos de su ruta, "si esos camiones contratados un día tienen problemas y no pasan, no tendremos dónde reclamar, porque cuando el dueño se entere que no cumple la ruta, nosotros no tendremos agua por semanas", dijo.

12 litros por minuto

La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) precisa que en las zonas urbanas caen 12 litros de agua por minuto desde una llave abierta, que al vaciar el estanque del baño podemos gastar hasta 10 litros de agua por descarga, que al usar la lavadora se ocupan 285 litros y ducharse requiere entre 80 y 120 litros de agua. En promedio, una persona en la ciudad consume mínimo 508 litros diarios y con todas las comodidades que significa.

Es una realidad muy distinta a la de zonas rurales afectadas por falta de agua, quienes reciben en promedio entre 40 y 50 litros por persona, una vez a la semana, por lo cual deben almacenar el vital elemento en estanques, hervirla para consumir, entre otras acciones.

Del lugar más cercano

El intendente regional, Leonardo de la Prida, explicó que hasta hace algunos años la escasez de agua era en zonas puntuales, donde se enviaba un camión cada cierto tiempo para solucionar el tema. Agregó que cuando la situación de falta de agua pasó a ser algo habitual, el gobierno comenzó a estudiar el tema realizando listados del costo de metro cúbico de agua en cada comuna del país.

"No es lo mismo si llevamos dos camiones con 50 metros cúbicos que uno con cien metros cúbicos, entonces prioricemos llevar camiones más grandes y que no lo lleven desde donde se les ocurra en cada comuna, sino que desde el lugar más cercano donde está el abastecimiento de agua, porque serán menos kilómetros a pagar", dijo el osornino Leonardo de la Prida.

Precisó que la cantidad de litros de agua se va adecuando a la realidad de cada municipio y no es estándar la cifra de 50 litros diarios por persona, "en el fondo, nos hacemos cargo de una realidad que llegó para quedarse, no es una emergencia tan aislada y no podemos simplemente liberar recursos sin un estudio. La cuota que se entregará a las familias incluye todo lo que realiza una persona con agua, no sólo beberla", aseguró el intendente.

La realidad de las familias que dependen de la entrega de agua para sobrevivir

SEQUÍA. Habitantes de sectores Trosco y San Florentino relatan las peripecias que hacen cada día para aprovechar cada gota de la poca agua que reciben una vez a la semana en camiones aljibe.
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Verónica Salgado

Estanques, baldes, tinas, tarros, jarros o cualquier recipiente es utilizado por las familias para almacenar el agua que durante siete días deben optimizar para cocinar, beber, realizar su aseo personal, lavar y mantener sus baños limpios. Esta es la realidad que enfrentan las personas que viven en el sector de Trosco, en San Juan de la Costa, y San Florentino, en Río Negro, quienes al igual que miles de otras familias de la provincia reciben el vital elemento una vez a la semana gracias al paso de un camión aljibe proporcionado por sus municipios, con el apoyo de la Onemi.

Ambos sectores son el reflejo de la compleja situación que se vive en zonas rurales de la provincia producto de la escasez hídrica que afecta a la zona desde hace unos años y donde más de tres mil personas dependen del agua que reparten los municipios.

Actualmente, el Ministerio del Interior, en conjunto con la Intendencia Regional, busca regular la entrega de agua ordenando los recursos, el tipo de camiones, rutas, frecuencias y distribución del elemento a las personas.

Esta medida no ha sido bien recibida por varios alcaldes de la provincia, quienes consideran que sólo perjudicará a las familias afectadas. La principal aprensión de las autoridades comunales apunta a los 50 litros que pretende entregar el Gobierno diariamente, lo que consideran una cantidad muy mínima para quienes su única opción de tener el vital elemento es el paso de un camión aljibe.

Una gota reutilizada

Ernestina Muñoz tiene 87 años y siempre ha vivido en el callejón Los Esteros, en el sector de San Florentino, comuna de Río Negro, por donde el camión aljibe con agua pasa los miércoles, momento que aprovecha de llenar sus tarros, baldes y algunos bidones.

"Logro dejar creo que como 400 litros, los que tengo que usar en todas las cosas de mi casa, como cocinar, lavar la ropa, limpiar y para beber la pongo a hervir. Yo creo que la gente no se imagina lo que es ver que es domingo y tienes un sólo tarrito con agua y debes decidir en qué usarla, porque no tendrás más hasta el miércoles", dijo la adulta mayor.

Relató que en la zona rural donde ella vive las personas tienen animales de granja y huertos que generan gran parte de la comida que la familia lleva a la mesa, que también requiere de agua.

"Yo no puedo dejar a mis gallinas sin agua o mis perros que cuidan la casa. Pero nadie ofrece otra solución y dicen que me entregan agua para consumo humano y ¿acaso mis animales no son seres vivos que también dependen del agua para seguir vivos?", dijo Ernestina.

Una situación similar vive la familia de Julio Cárcamo, de 70 años, y su esposa Haydee Roldán, de 68 años, habitantes del sector Trosco, comuna de San Juan de la Costa. Cada martes, cuando pasa el camión, logran llenar un estanque de mil litros que usan entre los siete miembros de la familia.

"Pueden pensar que mil litros es arto, pero la verdad no alcanza (son 20 litros de agua por persona al día), cada gota es reutilizada, por ejemplo, el agua de lavar loza después sirve para usarla en el baño. La gente de la ciudad está acostumbrada a tener agua y de esa forma piensan las autoridades al empezar a idear formas de mejorar la entrega del agua, lo que sólo apunta a complicarnos más", comentó el hombre.

Agregó que causa preocupación que cambien los camiones, porque los choferes conocen las rutas y a los vecinos de su ruta, "si esos camiones contratados un día tienen problemas y no pasan, no tendremos dónde reclamar, porque cuando el dueño se entere que no cumple la ruta, nosotros no tendremos agua por semanas", dijo.

12 litros por minuto

La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) precisa que en las zonas urbanas caen 12 litros de agua por minuto desde una llave abierta, que al vaciar el estanque del baño podemos gastar hasta 10 litros de agua por descarga, que al usar la lavadora se ocupan 285 litros y ducharse requiere entre 80 y 120 litros de agua. En promedio, una persona en la ciudad consume mínimo 508 litros diarios y con todas las comodidades que significa.

Es una realidad muy distinta a la de zonas rurales afectadas por falta de agua, quienes reciben en promedio entre 40 y 50 litros por persona, una vez a la semana, por lo cual deben almacenar el vital elemento en estanques, hervirla para consumir, entre otras acciones.

Del lugar más cercano

El intendente regional, Leonardo de la Prida, explicó que hasta hace algunos años la escasez de agua era en zonas puntuales, donde se enviaba un camión cada cierto tiempo para solucionar el tema. Agregó que cuando la situación de falta de agua pasó a ser algo habitual, el gobierno comenzó a estudiar el tema realizando listados del costo de metro cúbico de agua en cada comuna del país.

"No es lo mismo si llevamos dos camiones con 50 metros cúbicos que uno con cien metros cúbicos, entonces prioricemos llevar camiones más grandes y que no lo lleven desde donde se les ocurra en cada comuna, sino que desde el lugar más cercano donde está el abastecimiento de agua, porque serán menos kilómetros a pagar", dijo el osornino Leonardo de la Prida.

Precisó que la cantidad de litros de agua se va adecuando a la realidad de cada municipio y no es estándar la cifra de 50 litros diarios por persona, "en el fondo, nos hacemos cargo de una realidad que llegó para quedarse, no es una emergencia tan aislada y no podemos simplemente liberar recursos sin un estudio. La cuota que se entregará a las familias incluye todo lo que realiza una persona con agua, no sólo beberla", aseguró el intendente.